Promiscuo Sanz

Lunes, 14 de enero de 2013

¿A qué facción del chavismo pertenece el ex ministro chavista Rodolfo Sanz? ¿A los nacionalistas militares, como llaman muchos a la facción de Diosdado Cabello? ¿O a la facción radical-ideológica-cubana de Nicolás Maduro?

Sanz está al centro de los escándalos de corrupción de la CVG y Derwick. En el entramado de estos escándalos su nombre se cruza con el de Rafael Ramírez, Javier Alvarado y Nervis Villalobos.

Y, según algunos analistas, Ramírez está en el bando de Maduro, lo cual no debería sorprendernos porque Sanz, luego de su paso por la CVG y el Mibam, fue embajador en Ecuador y viceministro para América Latina de la cancillería. Sanz, además, fue uno de los voceros y estrategas (y probablemente financistas) de la reciente campaña de Elías Jaua.

Pero ¿adivinen qué? Sanz también fue secretario general de la gobernación de Miranda durante la gestión de Diosdado Cabello.

Sanz pareciera moverse con mucha facilidad entre las facciones del chavismo. No sólo eso: los chanchullos legendarios con los bolichicos o boliburgueses los hizo ¡durante su paso por la facción de los radicales ideológicos!

En la facción de Maduro, Sanz calzaba como anillo al dedo la definición de un diosdadista o un derechista endógeno, es decir, del chavista con vínculos con la boliburguesía que persigue el dinero y los negocios sin prestarle mucha atención a la ideología. Y apuesto que no es una excepción.

En fin, ya he dicho que en la discusión sobre las facciones hay mucha especulación disfrazada de conocimiento.

La promiscuidad de Sanz revela que quizá la realidad es más desordenada y las líneas trazadas por muchos son menos nítidas de lo que se piensa.

Efecto Naím sobre Venezuela

Domingo, 13 de enero de 2012

Hoy Efecto Naím está dedicado a Venezuela. Un segmento inicial sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la era Chávez, una discusión con Javier Corrales y Álvaro Vargas Llosa, y un recuento de la vida de Chávez en imágenes.

No se lo pierda. A las 9.30am y a las 11.30 por Globovisión.

Abyecto contubernio

Viernes, 11 de enero de 2012

Desde el año nuevo he dedicado un ratito cada día a educarme sobre los negocios corruptos de los bolichicos y me he tropezado con algunos datos interesantes.

Por ejemplo, muchos vinculan a Nervis Villalobos, hombre cercano de Rafael Ramírez, a las corruptelas del sector eléctrico. Villalobos fue viceministro de Energía y ex presidente de Cadafe y desde hace diez años ha sido señalado por toda clase de negocios corruptos.

Lo interesante es que Villalobos estuvo mucho tiempo, al parecer, vinculado a Acción Democrática. De hecho, hace diez años estaba siendo acusado en Aporrea de tener estrechas relaciones con sectores “contrarrevolucionarios” y participar en el sabotaje eléctrico:

Haciendo un poco de historia, recordemos que para el año 2003 llega como Presidente de EDELCA el General (EJB) Daniel Machado Gómez, este junto al Vice-ministro de Energía y Presidente de la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe) Nervis Villalobos, trabajan en función de retardar los proyecto hidroeléctricos que se estaban desarrollando en el occidente del país, además entorpecen los desarrollos termoeléctricos y las adecuaciones tecnológicas que debieron iniciarse en el año 2003 de los generadores ubicados en la tan polémica Plante Centro, esto como parte del plan de sabotaje eléctrico, para estos momentos se habla de sabotear subestaciones eléctricas, el General machado Gómez y el Vice-ministro de Energía Nervis Villalobos mantenían secreto estrechas relaciones con los sectores contrarrevolucionarios de Venezuela.

Independientemente de la veracidad de este relato, lo cierto es que podría ser verdad. De hecho, la porosidad en la frontera que separa al mundo opositor del oficialista es algo que estas historias de dinero y corrupción nos recuerdan a cada rato.

Al periodista César Batiz, por ejemplo, lo intentaron sobornar para que no siguiera investigando las corrupción en el sector eléctrico. ¿Y adivinen qué le ofreció la persona asignada para sobornarlo? Entre otras cosas, una participación en Código Venezuela, un portal de internet furibundamente antichavista.

El sobornador, a su vez, quizá es un opositor que simplemente le estaba pagando un favor a un amigo del gobierno o un bolichico que le dio o facilitó un contrato. Es posible que el sobornador haya contribuido a la campaña de Capriles. No digo que haya pasado, porque probablemente no. Pero cosas así deben ocurrir frecuentemente.

Pero volviendo al tema. Los bolichicos han acumulado fortunas de cientos de millones de dólares. Todos -o la mayoría- nacieron, se criaron y se educaron en el mundo opositor. Eso significa que contratan a sus amigos o conocidos o familiares o amigos de amigos como abogados, consultores, asesores de imagen, administradores. O montan nuevos negocios con esos amigos, no necesariamente negocios sucios o vinculados al gobierno. O le financian la campaña al compañero de colegio que quiere ser alcalde de la unidad y que, a su vez, es mejor amigo o primo de un prominente líder de la oposición que quizá algún día llegue a presidente. Si el bolichico decide montar una empresa de relaciones públicas quizá busca al periodista amigo de la universidad, al que seguramente no le va muy bien económicamente. Si tiene un amigo que tiene una ONG quizá lo ayuda con un viaje a Washington para que asista a un congreso internacional de activistas pro-democracia. Si cae en desgracia, y se exilia en Miami, quizá contrata a un ex alto funcionario de Estados Unidos con la ilusión de acceder a los medios de poder en Washington. Y quizá una monja que se dedica a educar niños en los barrios más peligrosos le tiene un inmenso respeto por las generosas donaciones que recibe de él.

Su dinero sucio, proveniente de un abyecto contubernio, fluye por todos las venas y los vericuetos de la sociedad.

Suicida postergación

Jueves, 10 de enero de 2012

Todo el mundo esperaba que el Tribunal Supremo de Justicia venezolano decidiera a favor del gobierno, pero no se sabía cómo. Y el “cómo” es importante porque con su última sentencia sobre la fecha de toma de posesión presidencial el TSJ no sólo interpreta retorcidamente el artículo 231 de la Constitución, también viola otro artículo gracias a esa errada interpretación. Manipula a su conveniencia un artículo y viola otro debido a esa manipulación.

Me explico.

El artículo 231 dice que el presidente tomará posesión del cargo el 10 de enero a través de un juramento ante la Asamblea Nacional, y que, si por un “motivo sobrevenido” no pudiese hacerlo en la AN, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia.

Como ha señalado José I. Hernández, es obvio que la referencia a la AN y el TSJ tiene que ver con el dónde y no el cuándo. Si el presidente no se puede juramentar en la AN lo hará ante el TSJ el mismo 10 de enero. De lo contrario, el artículo haría una aclaratoria explícita. Presumiblemente, la idea de quienes redactaron la Constitución no era que cada ciudadano descifrara una clave secreta para interpretar cada artículo.

Pero el TSJ y el gobierno dicen que no se especifica en el artículo que la fecha de la juramentación ante el TSJ es el 10 de enero, lo cual “necesariamente” significa que es “a posteriori.” El punto y seguido que separa las dos oraciones del artículo –no bromeo– deja claro que las fechas son distintas.

Bien, sin tomar nada más en consideración esto no es meramente una aberración jurídica, sino un atentado al sentido común. Pero lo peor es que esta interpretación acarrea la violación de otro artículo de la Constitución que estipula que el 10 de enero comienza el período presidencial: ni un día ni un día menos. El período presidencial, pues, no es prorrogable ni se puede enlazar con otro saltándose la juramentación. Y, a juzgar por la sentencia, el TSJ también considera esto un “formalismo” porque, aunque dice que la toma de posesión es importante, también asegura que en “este momento” no puede adelantar cómo y cuándo se realizará la juramentación. De hecho, bajo esta lógica leguleya la postergación podría ser infinita.

Ahora bien, llama la atención que al gobierno no le conviene políticamente aplazar las elecciones. La situación económica es tan grave que el vicepresidente Nicolás Maduro podría verse obligado a implementar pronto unos impopulares ajustes, incluyendo una devaluación y recortes significativos al gasto público. El gobierno tiene todos los incentivos para hacer las elecciones lo antes posible.

¿Por qué entonces no lo hace?

Es difícil saber si la indecisión se debe a rivalidades internas, a que todavía existe incertidumbre sobre la salud de Chávez o a que Maduro, Cabello y los cubanos ya saben que el presidente está en un estado irrecuperable y no tienen idea cómo actuar. Quizá quieren ganar tiempo para tomar una decisión y este escenario “abierto” les conviene más.

En todo caso, no van a poder postergar demasiado tiempo las elecciones. Y, mientras más esperen, peor para ellos.

CNN sobre Chávez

Miércoles, 9 de enero de 2013

Acabo de ver a un experto de pelo blanco en CNN hablando sobre Venezuela. El pobre no tenía la más mínima idea de lo que decía, pero eso sí, lo dijo con gravitas, con la pose y la mirada de quien lleva años investigando un tema.

Para él hay duras divisiones entre Maduro y el “president of the Senate,” a quien identificó como Cavelou. Y, con la movida del TSJ, el chavismo está ganando tiempo para “fix the economy because things are not good now.”

La historia al revés, pues.

Esto me recorda a mi tía Maruja, que se preocupa pensando que a estos ignorantes les creemos cuando los vemos hablar en TV sobre Corea del Norte o el Líbano.