Hijastros del desarrollo

Jueves, 1 de diciembre de 2011

A veces surgen cosas buenas de la malas noticias.

El balance puede seguir siendo negativo, pero algo consuela ver que de lo malo pueden surgir historias de éxito.

Ese es el caso del boom del teatro en Caracas, resultado de los abusos contra la libertad de expresión del gobierno venezolano. Y es el caso del boom de la producción petrolera en Colombia, en parte producto -como lo ilustra este reportaje de Efecto Naím– de la purga que se llevó a cabo en Pétroleos de Venezuela a partir de 2002.

¿Puede ocurrir lo contrario? ¿Buenas noticias que crean enormes problemas?

El último informe de la CEPAL, Panorama Social de América Latina, está lleno de buenas noticias. El reporte indica que la pobreza cayó del 48,4 por ciento en 1990 a 31,4 en 2010. Desde 2003 casi 50 millones de personas han salido de la pobreza en la región. La tasa de pobreza está en su punto más bajo desde 1990.

Ahora bien, estos avances contra la pobreza han contribuido a un aumento en el ingreso de las personas que, a su vez, se ha traducido en un aumento en la compra de vehículos. Brasil, por ejemplo, ya está entre los cinco principales consumidores de automóviles del mundo. Desde 2002 las ventas anuales de vehículos se han duplicado.

Y en parte porque América Latina no invierte suficiente creando, mejorando y adaptando la infraestructural vial (menos de la mitad de lo que invierte China), la tasa de fatalidad per cápita en las vías públicas es la más elevada del mundo, con 26 fatalidades por cada 100 mil habitantes, y alrededor de 130 mil muertos cada año. Por no decir nada del grave problema del tráfico en muchas ciudades de la región.

La mejor noticia que ha salido de América Latina en las últimas dos décadas también tiene sus hijastros.

Su honorable

Miércoles, 30 de noviembre de 2011

Primero Parmalat emitió un comunicado el sábado negando las acusaciones del gobierno, asegurando que la empresa no acapara leche. Chávez retrucó, fúrico:

Por allí conseguimos a esta empresa Parmalat acaparando leche y esto es típico de la burguesía. Aparte de que nos ven cara de tontos y pendejos lo ponen por escrito también (…) Señores de Parmalat, nosotros no somos estúpidos, la patria boba ya quedó atrás. Estos señores son iguales a una persona que hiere a otra con un arma, la meten presa y trata de culpar al gobierno.

¿Y cómo respondió Parmalat? ¿Les molestó a los directores que el presidente los comparara con delincuentes? No mucho, a juzgar por el comunicado que emitieron ayer:

Bajo ningún concepto pretendimos desvirtuar el esfuerzo que hace su honorable Gobierno y demás organismos públicos en pro del abastecimiento de alimentos (…) lamentamos el malestar generado por nuestro comunicado y ofrecemos nuestras más sinceras disculpas a usted y al Gobierno que preside.

Más que el “honorable,” lo que da pena ajena es lo de “desvirtuar el esfuerzo…en pro del abastecimiento de alimentos.” Si la empresa sigue así, la sede va a terminar como Sabana Grande.

Deliberadamente inconsciente

Miércoles, 30 de noviembre de 2011

Alberto Barrera Tyszka

Sigo pensando que su biografía de Chávez es su mejor libro, pero su novela Rating está salpicada con agudas observaciones, como cuando el narrador reflexiona sobre nuestras acciones deliberadamente inconscientes:

Comencé a engañarla y teminé sometiéndola al clásico método masculino para terminar las relaciones. En ese momento lo hice de manera inconsciente; después, con los años, he ido descubriendo y entendiendo la lógica que nos guía cuando nos toca romper con las mujeres. El procedimiento consiste en dinamitar la vida cotidiana, llenar de petardos a la esposa o concubina, cercarla, hacerle imposible la existencia, pero manteniendo siempre, y aquí está el elemento importante, la más sorprendente naturalidad, una suerte de presencia y de ánimo de normalidad tal que, más temprano que tarde, desquicia a cualquiera. El resultado casi siempre es el mismo: la mujer, deshecha y harta, manda al hombre al carajo, lo corre de la casa, le exige acabar ya con ese amor. El hombre logra su objetivo: que lo boten de la casa sin motivos aparentes. Probablemente, ésa sea una de las grandes fantasías masculinas: salir del matrimonio sin culpa.

Así de complejas son las relaciones.

El tráfico en Internet

Miércoles, 30 de noviembre de 2011

A través del blog de Luis Carlos Díaz me entero que, según Net Index, Venezuela está entre los once países del mundo con el Internet más lento.

Nicaragua y Haití, los países más pobres del hemisferio, tienen una mejor conexión que la nuestra.

También nos superan Guatemala, Sudán, Mozambique y otros países con un ingreso per cápita muy inferior al nuestro.

En el índice de distribución y penetración de Internet estamos de sextos en América Latina, por encima de México y Perú; en el índice de uso estamos de terceros; en uso de Twitter estamos de segundos.

Pero esta emoción que suscita Internet en el país no ha sido correspondida por la calidad del servicio.

 

Boom, teatro, musicales y el viejo debate

Martes, 29 de noviembre de 2011

Más sobre el tema del origen del boom del teatro en Caracas.

Fíjense en este dato:

Hace unos años Producciones Palo de Agua decidió aventurarse en un terreno riesgoso e inexplorado en Venezuela: el teatro musical. El terreno es riesgoso porque es un tipo de teatro muy costoso que requiere de un equipo de producción muy grande y de decenas de músicos y personas en escena.

El experimento no sólo fue un rotundo éxito. Desde entonces otras dos productoras han incursionado también con éxito en este género teatral, siguiendo los pasos precursores de Palo de Agua.

Otro detalle interesante.

Como ya expliqué antes, las políticas autoritarias de Chávez provocaron en gran parte el boom del teatro a través del golpe letal que infligieron a la industria de las telenovelas. Este golpe provocó una migración a las tablas de las estrellas de televisión que, a su vez, atrajo a un público más grande para el teatro.

Pero las políticas discriminatorias del gobierno también han obligado a muchos grupos teatrales a adaptarse a las realidades del mercado.

Antes muchos grupos de teatro producían obras de teatro elitistas, porque sobrevivían gracias a los subsidios del Estado y podían darse ese lujo. Pero luego el gobierno les quitó los subsidios por su negativa a alinearse con la revolución y entonces no les quedó otra que producir obras más accesibles. Acercarse al público se convirtió en una manera de no cambiar de profesión, no sucumbir ante la presión oficial y seguir ganándose la vida a través de su vocación.

Es decir, detrás del boom del teatro hay también una especie de forzada reconciliación de los artistas con el mercado.

Entre las limitaciones a la creatividad y la integridad artística impuestas por el mercado y el Estado, los artistas venezolanos prefieren claramente las del mercado.

Basado en una conversación con Vyana Rodríguez Preti, gerente general de Producciones Palo de Agua.