Sí pero no

Miércoles, 9 de enero de 2013

Del pronunciamento del TSJ sobre la juramentación de Chávez:

La Sala estima que es imperioso aclarar que el juramento previsto en el 231 de la Constitución no se entiende como una mera formalidad y por lo tanto es prescindible, sin mayor consideración….No está planteado para el TSJ, las condiciones de tiempo, lugar y modo de la juramentación del Presidente de la República. Sabemos que es necesario que se va a cumplir, pero en este momento no podemos adelantar el cómo y cuándo se realizará.

Traducción: No crean que estamos recibiendo órdenes de Maduro, porque que no aceptemos su argumento de la “formalidad” lo demuestra. Pero, de igual modo, pensamos que en este momento no podemos adelantar cómo y cuándo se realizará la juramentación.

Es decir, sí somos independientes pero no. ¿De verdad creen que engañan a alguien?

Una decisión producto de la indecisión

Miércoles, 9 de enero de 2012

Bien, el vicepresidente venezolano está haciendo una enrevesada interpretación de la Constitución para justificar una postergación de la toma de posesión.

¿Qué dice el artículo 231?

El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el 10 de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia.

Según el comunicado de Nicolás Maduro, así como sus declaraciones anteriores, este artículo no especifica fecha en la parte del TSJ, una manera retorcida, por supuesto, de interpretar el texto.

Pero esta falta de especificidad, a su vez, sería una manera de la Constitución de decirnos casi en clave que, en efecto, lo del 10 de enero es un mero “formalismo,” un concha de mango que pusieron los creadores de la Constitución para que interpretar esta ley fuese como descifrar un divertido y poco lógico acertijo.

Ahora bien, todos sabemos que debajo de esta enrevesada interpretación, producto más de la improvisación que del cálculo, se embosca una situación sumamente difícil para la cúpula chavista.

Si tengo que especular, diría que el chavismo todavía no sabe qué hacer. Y es difícil saber si esa indecisión se debe a que todavía hay una triza de incertidumbre sobre la salud de Chávez o a que ya están seguros que está para siempre inhabilitado y no tienen idea cómo actuar. Es decir, quieren ganar tiempo para tomar una decisión y este escenario “abierto” les conviene más.

En todo caso, no van a poder postergar demasiado tiempo las elecciones. Y, mientras más esperen, menos probabilidades tienen de ganar, porque la presión para implementar unos impopulares ajustes económicos no va a disminuir.

Ahora veo muchos escenarios posibles, desde una prolongación de varios meses de la situación actual a una violenta convocación de elecciones.

Maniobra innecesaria

Martes, 8 de enero de 2012

Ewald Scharfenberg sobre la -al parecer- inminente decisión del TSJ para revestir con una patina de legitmidad las acciones inconstitucionales que el gobierno seguramente ya decidió tomar para lidiar con el espinoso asunto de la ausencia de Chávez y la fecha de toma posesión:

Una decisión tan trascendental no puede dejarse al azar. Previendo ello, la Sala Constitucional de Morales se apresuró el 6 de diciembre a destituir a siete magistrados del TSJ cuyos períodos habían expirado o que habían solicitado su jubilación. Entre los siete magistrados separados de sus cargos se encuentran los más veteranos e independientes de la Corte. Al purgarlos, el Gobierno se aseguró que no habrá sorpresas en las consideraciones sobre la asunción del comandante Chávez.

¿Sorpresas? Creo que desde hace ocho años el TSJ tiene un historial impecable de no dar sorpresas cuando el caso conscierne directamente los intereses políticos del gobierno.

Lo que más bien demuestra esta movida es 1) el presidente sí parece estar mal; y 2) la paranoia que impera en Cubazuela.

Manoteos por la escasez

Martes, 8 de enero de 2012

El Nacional:

“Medidas como la devaluación, que es el ajuste más importante, se tienen que dar tarde o temprano”, señala el economista Francisco Ibarra, socio de Econométrica. La firma calcula que el tipo de cambio aumentará entre 40% y 50%, lo que frenará la tendencia creciente que tiene el PIB desde 2010 y presionará la inflación hacia arriba.

Ibarra agrega que mantener la paridad cambiaria anclada en 4,3 bolívares por dólar no es una opción. “Evadir el ajuste creará un problema de caja: no hay divisas para seguir importando al ritmo actual….La consecuencia será el desabastecimiento.”

Pero, como sabemos, Maduro no se atreverá a cargar con el costo político de la devaluación, menos con Chávez muriéndose.

Entonces tenemos por un lado la crisis de escasez y la necesidad de devaluar, y por el otro la comprensible renuencia de Maduro a implementar ajustes.

¿El resultado?

Manoteos de bestia herida. La Guardia Nacional y la milicia instalándose en centrales azucareros para garantizar los despachos y Maduro diciendo que los acaparadores irán presosBusiness as usual.

Evita y Chávez

Lunes, 7 de enero de 2012

Cristina Marcano en El País:

Su figura maciza se alza como levitando, a cámara lenta, entre niños que sonríen como ángeles. Besa manos que se le ofrecen, levanta delicadamente a un bebé en el aire, abraza con ternura a una anciana. “Exijo lealtad absoluta porque yo no soy yo, ¡yo soy un pueblo, carajo!”, truena la voz de Hugo Chávez sobre un clímax musical…

El vídeo al que se refiere Marcano se titula #YoSoyChávez y se transmite a cada rato por VTV. Pero si se cambia el nombre de Chávez el párrafo citado podría ser sacado de la estupenda novela de Tomás Eloy Martínez, Santa Evita. De hecho, el video también:

Un momento oportuno para leer o releer esta novela.