¿Qué pasó con el mercenario?

Martes, 4 de septiembre de 2012

Reconozco que me equivoqué con el mercenario. Pero no sobre el fondo, sino las formas.

El gobierno no pareciera haberse buscado a un personajillo como Chávez Abarca o Giovanny Vásquez para montar una nueva olla. Lo que aparentemente ocurrió, y especulo en base a un reportaje de Gerardo Reyes y Casto Ocando, fue que a un narcotraficante de baja monta que se fugó de una cárcel en Colombia, Eduardo Acosta Mejía, lo capturaron en Táchira con un pasaporte norteamericano que no tenía sellos de ingreso al país.

Sujeto dominicano estadounidense capturado en Táchira con un pasaporte norteamericano sin sellos de ingreso al país en época electoral, ¿no esto un regalo de Dios?

Gerardo Reyes:

Acosta viajaba hacia el interior del país en un autobús de línea que fue sometido a una inspección de rutina en el Punto de Control del Destacamento de Fronteras Nº 12 de la población de La Pedrera.

El caso hubiera pasado como un incidente migratorio más sino es porque el presidente Chávez lo convirtió la semana pasada en un tema de campaña presidencial, y en una nueva fuente de tensión con Estados Unidos.

Ahora bien, ¿por qué Chávez y el oficialismo no han mencionado más al mercenario?

Sospecho que la razón es que demasiados detalles sobre el pasado Acosta Mejía comenzaron a emerger, robándole la oportunidad al gobierno de inventar una teoría de conspiración.

Y por eso llevamos varias semanas sin saber de él.

Amuay y las elecciones

Lunes, 27 de enero de 2012

He visto por ahí comentarios sobre no arrimar a las aguas de la política la explosión de la refinería Amuay, por respeto a las víctimas y a sus familiares.

No es el momento, dicen. Aún estamos demasiado próximos a lo ocurrido para llevar la tragedia al contexto electoral.

Yo pienso lo contrario.

Si hay algún momento para llevar esto al escenario electoral es ahora, porque los electores, precisamente por respeto a las víctimas, deben y están en la obligación de tomar en cuenta el telón de fondo de la explosión a la hora de determinar su voto.

Pues, si esperamos hasta después de las elecciones, y Hugo Chávez gana, lo más probable es que nada cambie en PDVSA. La falta de mantenimiento e inversión, así como las fallas en la capacitación de personal, seguirán provocando accidentes como los cientos que han ocurrido durante la última década, ante un gobierno entumecido e insensible al dolor ajeno.

En este momento, la manera más efectiva de que Amuay no vuelva a ocurrir es deshaciéndonos de este gobierno a través del voto.

Entiendo perfectamente que Henrique Capriles no quiera desenfocar su mensaje levantando esta bandera, pero no veo razón por la cual el resto de nosotros no deba insistir empecinadamente en la negligencia e irresponsabilidad criminal que está detrás de este tipo de accidentes.