Explosión en la refinería Amuay y la falta de inversión

Lunes, 27 de agosto de 2012

Otro detalle que desempolvó El Nacional del ya famoso Memoria y Cuenta de PDVSA 2011 que, probablemente, tiene una correlación con la explosión en la refinería Amuay:

El reporte anual refiere que el año pasado la inversión dirigida al área de refinación se redujo 19% en relación con 2010. El monto desembolsado para esas actividades fue de 1,3 millardos de dólares, lo que implicó una reducción en números absolutos de 326 millones de dólares. Una de las razones de la disminución es que la prioridad de Pdvsa fue incrementar las actividades de exploración y producción.

Ah -y otra cosa. Últimas Noticias, cuya cobertura de lo ocurrido en Amuay ha sido de lejos la mejor, publicó una lista de tragedias de devastadores accidentes en refinerías de otras parte del mundo. La lista se remonta a 1997….¿y adivinen en cuál ha muerto más gente?

Más sobre este tema:

Explosión en la refinería Amuay

Domingo, 26 de agosto de 2012

Bajo la más reciente cuenta oficial la explosión en la refinería Amuay en Paraguaná dejó un saldo de 39 víctimas (incluyendo un niño de diez años) y 86 heridos, superando en mortandad la explosion del gasoducto en Las Tejerías en 1993, donde murieron 36 personas.

No sabemos todavía qué pasó y sería irresponsable ponerse a señalar culpables. Pero también lo sería no iluminar el telón de fondo de esta tragedia.

Dos rápidas observaciones.

1) Desde 2003 a 2011 Primero Justicia ha contabilizado 77 muertes, 267 lesionados y 303 accidentes graves en PDVSA por falta de mantenimiento y fallas en la capacitación del personal. (Aquí una lista de los accidentes).

Sólo en el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), conformado por las refinerías de Cardón, Bajo Grande  y Amuay, ha habido 79 accidentes graves, con 19 muertos y 67 heridos desde 2003.

Más aún, en su informe anual 2011, la misma PDVSA reconoció que sólo se llevaron a cabo dos mantenimientos de los nueve que estaban pautados (los otros fueron aplazados para 2012).

Claramente, esto no es un evento aislado sino un problema sistémico.

2) El gobierno ha tratado de calmar a la población por la amenaza de problemas de abastecimiento interno de gasolina a raíz de la tragedia. Rafael Ramírez ha asegurado que “el área productiva” de Amuay no fue afectada por la explosión y pidió a la población a que no realice compras nerviosas.

Pero retrocedamos un poco.

Antes de la explosión Venezuela tenía ya un problema de escasez gasolina. Esta situación había forzado al gobierno a importar combustible de Estados Unidos no sólo para consumo interno, también para cumplir con compromisos contractuales.

Según el Departamento de Energía de EEUU, Venezuela importó un millón de barriles de gasolina procesada sólo en diciembre de 2011. Si añadimos a esto las compras de crudos y derivados petroleros el total asciende a 2,21 millones de barriles.

¿Cómo se explica que estemos importando cuando tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo?

La situación se debe a una combinación de factores que van desde la caída de la producción petrolera y el aumento de la demanda (por el incremento en el número vehículos) al creciente y ya masivo contrabando de gasolina a Brasil, Guyana y Colombia.

Otro factor, claro, es el grave deterioro de la capacidad de refinación de Venezuela durante los últimos diez años, producto de la venta de refinerías en el extranjero y de una miríada de accidentes y problemas de mantenimiento en las principales refinerías del país.

De hecho, la política del chip en los estados Zulia y Táchira, que impone un límite a la cantidad de gasolina que cada persona puede comprar cada dos días, puede ser vista simultáneamente como una medida para combatir el contrabando y el inicio de una política de racionamiento.

Todavía no está claro cómo va a impactar la explosión de Amuay esta situación.

El CRP es el segundo centro refinador más grande del mundo. Sólo Amuay tiene una capacidad de refinación de 645 mil barriles por día, una parte importante de la cual, al parecer, está destinada al mercado interno.

Ramírez dice que en dos días reiniciarán operaciones en Amuay.

Ojalá sea así.

Si Chávez gana

Viernes, 24 de agosto de 2012

Javier Corrales se leyó la propuesta (pdf) del “candidato de la patria” (Chávez, claro) y dos aspectos le parecieron particularmente preocupantes: la creciente militarización del Estado y los planes de demolición de la estructura descentralizada de autoridades locales y regionales ahora elegidas democráticamente.

Sobre lo primero Corrales observa:

The military is explicitly mentioned in at least 23 paragraphs. The military is called upon not only to safeguard the borders, but also to be present in “all the structures of the Venezuelan state” (emphasis added). Chávez wants not only to increase military spending (already one of the largest in the Americas), but also to “fortify and increase” the military’s intelligence and counterintelligence services.

In fact, the document is emphatic about strengthening intelligence. Chávez calls for the actual “massification” of efforts to “search for information that is useful to protect the country.” This can only mean one thing: turn ordinary citizens into informants for state security. Chávez also wants to increase the number of “patriots” joining the Bolivarian militia—a paramilitary force directly under Chávez’ command (rather than under the command of official generals). All of this is needed to produce a “point of no return” in the effort to “pulverize completely the bourgeois state.”

Se que esto hay que tomárselo con mucho seriedad, pero cuando leo esto lo primero que me pienso es si el gobierno tiene la capacidad organizativa para alcanzar estos objetivos. Así no la tengan, sin embargo, la posibilidad de que sólo logren parte de lo que se proponen es preocupante.

Sobre la descentralización Corrales escribe:

Chávez wants to do away with federalism. In its place, he wants to create 39,000 communal councils. This is an idea that Chávez has been toying with since 2006. It was part of his 2007 proposal to reform the constitution, but the electorate rejected it. Chávez is trying again. In fact, Chávez wants to see “68 percent of Venezuela’s population” live under the Communal Council systems by 2019.

Nothing is said about how these councils will be selected. There is no mention of democracy or elections in the more than 30 paragraphs dedicated to this topic. All that we are told is that these councils will be given the “administrative competencies” currently assigned to governors, mayors and municipal bodies. They will have “all control” over policy implementation.

Furthermore, the government plans to create a body of 4,500 “inspectors,” trained “socio-politically” (not just technically) to oversee these councils. To help these councils do their job, the government will also create 250 “Salas de Batalla Social.” The Proposal also calls for the creation of 43,029 “Prevention Committees” (or 6,174 yearly for the next six years), and all this organizational apparatus will be supervised by 3,000 government-appointed “Socialist Communes.” Strangely (and perhaps tellingly) the platform provides no details about the territorial distribution, selection methods or budget authorities of any of these parallel state entities.

En el corto plazo esto me preocupa más. Si Chávez gana, tendría más espacio para desmontar totalmente la estructura de alcaldes y gobernadores. Simplemente tiene que seguir esquilmando sus presupuestos hasta que no quede nada.

Otra razón para votar por Capriles el 7 de octubre.

El sentimiento antiestadounidese

Viernes, 24 de agosto de 2012

Fred Halliday

Tuve la suerte en Londres de asistir a algunas clases del reputado y ya fallecido experto en Medio Oriente (experto en todo, en realidad), Fred Halliday.

Halliday hacía una crítica demoledora al antiamericanismo, argumentando, entre otras cosas, que el discurso antiestadounidense casi siempre revelaba una profunda ignorancia sobre las dinámicas y el funcionamiento del sistema político norteamericano.

Y recordé a Halliday escuchando una reciente conferencia de prensa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, donde tocó la controversia de Assange.

En la conferencia se abordó la posible cancelación del ATPDEA, que consiste en un intercambio de preferencias arancelarias (ofrecidas por EEUU) por la colaboración en la lucha antinarcóticos. Un periodista le preguntó a Correa sobre las declaraciones de unos legisladores norteamericanos que amenazaron con la suspensión de este acuerdo como retaliación al asilo político que concedió Ecuador a Assange.

¿Y qué respondió Correa?

Que esta contradicción revela que EEUU está detrás de los esfuerzos para bloquear el asilo de Assange y extraditarlo a Suecia (con la intención final, claro, de llevarlo a una cárcel estadounidense). Por un lado Estados Unidos dice que no está conspirando contra Assange. Por el otro amenaza con cancelar el ATPDEA como castigo al asilo. Correa se pregunta: ¿No es entonces obvio que Estados Unidos está persiguiendo a Assange y presionando a medio mundo para impedir su salida a Ecuador?

Para mí no lo es. Dejando a un lado el debate sobre si Estados Unidos está o no está presionando tras bastidores (nadie niega que esto es una posibilidad), las declaraciones de los legisladores no prueban nada. Según entiendo, fue la congresista republicana, Ileana Ros-Lehtinen, la que dio las declaraciones sobre el ATPDEA. Y pensar que estas declaraciones revelan las verdaderas intenciones de Estados Unidos es básicamente igualar lo que piensa la estridente Ros-Lehtinen con la política exterior de Barack Obama; fundir a Ileana Ros-Lehtinen con Hillary Clinton; a una congresista del partido Republicano con los Demócratas encargados de dirigir la política exterior de EEUU.

Bajo cualquier circunstancia esto sería cuestionable, pero con el actual clima de polarización entre ambos partidos esto es simplemente ridículo. No es una exageración decir que a Ros-Lehtinen no le gusta prácticamente nada de la política exterior de Obama.

Hay otros detalles. El ATPDEA expira en julio a menos que el Poder Legislativo decida renovarlo. Y, si es suspendido, como es posible, no sería sólo porque el asunto de Assange molesta a muchos congresistas. También por varios otros asuntos como la expulsión del embajador de Washington en Quito y la batalla de Chevron con el gobierno ecuatoriano, que ha irritado a muchos empresarios norteamericanos que, a su vez, han ejercido presión sobre el Congreso. En fin, la suspensión del ATPDEA podría ser el resultado de la hazaña de Correa de irritar (no siempre sin razón) a múltiples sectores en EEUU antagónicos entre sí, cuyos intereses propios se anteponen a los grupales, cuando los hay.

A declaraciones como las de Correa se refería Fred Halliday.

Acompañar y validar

Miércoles, 22 de agosto de 2012

Heather Berkman de Eurasia Group:

In the Dominican Republic, the loss of help from Venezuela would put the new Danilo Medina administration in a tough spot, particularly since Chávez’s patronage allowed the outgoing Leonel Fernandez administration to avoid painful belt-tightening, in particular, by bailing out the state-owned electricity company and keeping money flowing to privately owned generators who threatened to shut off the lights. If Chávez exits and Petrocaribe is cut off next year, Medina’s government will have to finally force consumers to pay for their electricity (or at least stop stealing it), and tap domestic financial markets or turn to international creditors to avoid leaving its people in the dark. Access to foreign financial markets can probably help the new government keep the lights on, but that will leave Medina’s government with less of the financial capital it needs to begin building its political capital.

Imaginen que Chávez decida no reconocer los resultados el 7 de octubre. ¿Piensa usted que República Dominicana se pondría del lado de la oposición?

No, ni tampoco lo harían el Alba ni Unasur. De hecho, el acuerdo del “acompañamiento electoral” del CNE con Unasur es una jugada maestra del oficialismo. Una misión de Unasur irá a Venezuela a validar lo que decida el gobierno, porque, incluso si Chávez no reconoce los resultados, esa misión no estará en la posición de detectar esto ni mucho menos denunciarlo. “Acompañar” es un simple eufemismo para “validar.”

¿Y qué hay de México y Estados Unidos?  Si Unasur no hace nada, México tampoco moverá un dedo. Estados Unidos seguramente se quejaría si el gobierno no reconoce, pero recuerden que ese día estarán a un mes de sus propias elecciones presidenciales, lidiando, todavía, con Siria y otros problemas internacionales más graves que Chávez. Y así fueran otras las circunstancias, no hay mucho que Estados Unidos pueda hacer, como lo demostraron las elecciones en Nicaragua el año pasado.

En fin, si el gobierno irrespeta los resultados, estamos solos, lo cual está bien. El golpe de Honduras y destitución de Lugo en Paraguay han demostrado de todos modos los límites de la presión internacional. El respeto de los resultados, si son positivos para la oposición, tienen que garantizarlo los propios venezolanos, esperemos que con el apoyo de las Fuerzas Armadas.