Gallinas cantando como gallos

Martes, 13 de marzo de 2012

Yon Goicoechea en El Universal:

Las cosas no deben estar tan mal cuando Banesco invitó a algunos archienemigos iberoamericanos de Chávez. Me sorprendió ver a Juan Carlos Escotet metido en política y, además, desde la oposición…

Chávez ha permanecido en el poder con la anuencia de muchos de los hombres más ricos del país, pero ahora varios de ellos empiezan a tomar posiciones contrarias a su gobierno. El evento de Banesco, la gran cobertura de Venevisión a las primarias opositoras, la conducta cada vez más neutral del BOD o la creciente crítica observada en diarios como Últimas Noticias, son algunos de los síntomas del debilitamiento del gobierno. Empresas que habían sido muy cautelosas en años anteriores, hoy se atreven a más. ¡Buena señal!

Coincido plenamente con Goicoechea. Las gallinas están cantando como gallos y eso es muy buena señal. Y, si gana la oposición el 7 de octubre, también brotarán por doquier los sarayas.

Romney y América Latina

Martes, 13 de marzo de 2012

Mitt Romney publicó un white paper sobre política exterior con un prólogo de Eliot Cohen.

Un hallazgo interesante ilustra la sutileza y complejidad de la visión del candidato republicano para América Latina:

La palabra “Cuba” tiene siete menciones en el documento.

“Venezuela” tiene cuatro.

“Bolivarian” tiene dos.

¿Y las palabras “Brazil” o “brazilian” o “Rouseff”?

Cero. Menos menciones que “Hugo Chávez” y “Zelaya.” Y, por supuesto, cuarenta y siete menos que Irán.

Perniciosa objetividad

Lunes, 12 de marzo de 2012

Sebastian Chaskel and Michael Bustamante, en un artículo sobre los éxitos de la política exterior Juan Manuel Santos publicado en el blog de Shannon O’Neil:

The first foreign policy priority for President Santos upon taking office was repairing relations with Colombia’s immediate neighbors. The preceding Álvaro Uribe administration repeatedly alleged Venezuelan and Ecuadorian government complicity in providing refuge to the Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) within their territory. As a result, on the day of Santos’s inauguration, Colombia’s ties with both governments remained severed. Eighteen months later, Colombia has restored formal relations with both countries. Trade and bilateral cooperation are on the rise.

Las implicaciones a lo largo del artículo son claras: la traba principal en las relaciones entre Colombia y Venezuela era Álvaro Uribe. Lo demuestra el hecho de que, con Uribe fuera del cuadro, las relaciones comenzaron a mejorar casi inmediatamente.

O quizá, si somos más generosos con los autores, podemos decir que la implicación del artículo no es que Uribe, con su personalidad polarizadora y poco conciliadora, fue el principal culpable del deterioro de la relación, pero sí que hubo cierta simetría en el grado de responsabilidad de ambos mandatarios en el rompimiento de los lazos bilaterales.

Y este argumento, hay que decir, se ha convertido en sabiduría convencional en algunos círculos.

Tomemos, sin embargo, una pequeña muestra de la realidad que choca con este argumento: noviembre de 2009. Este mes es un buen ejemplo porque representa uno de los puntos más álgidos en las relaciones bilaterales desde que Chávez ascendió al poder.

Un resumen:

El 2 de noviembre dos guardias nacionales venezolanos fueron asesinados en la frontera. En respuesta el gobierno de Venezuela -sin siquiera saber o investigar quiénes fueron los autores del crimen- cerró unilateralmente dos puentes entre los dos países, acción que constituye una clara violación de leyes internacionales.

El 4 de noviembre Venezuela anunció la movilización de 15 mil soldados a la frontera. También cerró varios pasos peatonales y amenazó con cerrar más.

El 9 de noviembre Chávez hizo un llamado público a la Fuerza Armada, a las milicias y al pueblo venezolano a “prepararse para la guerra,” llevando la crisis a un punto crítico. También ordenó la movilización de tropas que ya había anunciado cinco días antes. (Respuesta de Uribe: “Colombia no ha hecho ni hará ningún movimiento bélico contra la comunidad internacional, menos aún contra hermanas naciones latinoamericanas”).

El 19 de noviembre Venezuela voló dos puentes artesanales, cerca de Cúcuta. El argumento del presidente es que los puentes son usados por la guerrilla y el narcotráfico para entrar a Venezuela, pero el gobierno ni siquiera consultó con los colombianos antes de volarlos. (Respuesta de Colombia: “No caeremos en provocaciones y acudiremos a instancias internacionales.”)

El 1 de diciembre el presidente Chávez ordenó la expulsión de cientos de mineros colombianos que residen ilegalmente en Venezuela. Según el gobernador de Guainía, los mineros llegaron a Colombia muertos de hambre, después de haber caminado por las montañas dos o tres días, huyendo de la Guardia Nacional venezolana.

A todo esto se suma la orden de Venezuela de congelar las importaciones de Colombia, lo cual, según autoridades colombianas, resultó en la pérdida de 170 mil empleos en la frontera.

¿Quién, entonces, es el principal responsable de esta crisis? ¿Sobre quién debe recaer la mayor responsabilidad? ¿Cómo ha debido reaccionar Uribe para aplacar a sus críticos? ¿Aplaudiendo la voladura de los puentes?

Es cierto que Santos (o quizá Holguín) ha sabido manejar mejor a Chávez que Uribe. Hasta ahora ha logrado hábilmente que Chávez no ventile sus cuantiosas reservas de conflictividad con Colombia. Santos es como el padre que, valiéndose de una variedad de incentivos y herramientas psicológicas, logra que su hijo de cinco años no llore ni tire la comida al suelo durante una cena formal.

Pero los éxitos de Santos no significan que Uribe era antes la traba en la relación. Chávez siempre ha sido el problema fundamental. Sin Chávez en el cuadro no es difícil imaginar unas relaciones perfectamente normales entre ambos países (Y esto lo dice alguien que está plenamente consciente de los defectos de Uribe y no los considera nimios).

¿Qué lleva a Chaskel y a Bustamante ignorar esta realidad? Creo que el fetichismo por el centro; ese afán de muchos de mostrarse como mentes templadas y objetivas así ello implique sacrificar la verdad.

Réplica a la réplica

Sábado, 10 de marzo de 2012

Bien, no he podido ver el video que me envió la gente de Hinterlaces, donde según ellos Schemel no dijo exactamente que la contienda estaba polarizada entre Capriles y María Corina. Por restricciones legales no puedo ver el video de Venevisión desde donde resido.

Y, al parecer, Hinterlaces sí hizo un estudio entre el 7 y el 9 de febrero (aunque las láminas también tienen fecha de enero) que luego publicó el día después de las elecciones y cuyas mediciones se asemejan a los resultados de las primarias. Este es el mismo estudio que el 13 de febrero Venevisión decidió resaltar, a pesar de que fue divulgado por Hinterlaces después de las elecciones. (Yo personalmente preferiría premiar a los que divulgaron sus estudios antes de las primarias y acertaron).

Aceptemos entonces el argumento de Hinterlaces: Schemel matizó la “posible” polarización con varias condiciones que ACN incorrectamente eliminó, dejando en ridículo al encuestador.

El problema es que, así aceptemos esa corrección, Schemel sigue viéndose mal. Después de todo, asomar una potencial polarización entre Capriles y MCM por la “tendencia ascendente” de Machado es una torpeza que me recuerda a otras del reputado analista. Y subrayo ese “tendencia ascendente” porque en la réplica que me envió Hinterlaces le dan peso a ese salto de nada menos que dos puntos porcentuales, del 4 al 6 por ciento. ¡Cincuenta por ciento de lo que ya tenía!

A nuestros amigos de Hinterlaces les digo que a nadie, en ningún país del mundo, le impresiona una subida del uno al dos por ciento a pesar de que esta subida es aún más impresionante. Es decir, no del cincuenta, sino del cien por ciento. La verdadera noticia de la encuesta de Schemel no era el salto ni la tendencia ascendente de María Corina. Era el hecho de que su confrontación con Chávez en el Congreso la hubiese beneficiado tan poco, si es que la benefició.

Así que acepto la explicación de Hinterlaces. ACN eliminó matices, llevándome a exagerar. Reconozco el error y me disculpo por él.

Pero mi opinión de Schemel como analista no ha cambiado.

Cómo venderse bien

Viernes, 9 de marzo de 2012

De una nota de ayer del Financial Times (suscripción):

Over the past five years, Bogotá has had as much new crude oil production as Brasilia has done, contributing to increased non-Opec supplies. Oil output in Colombia increased nearly 450,000 barrels a day between January 2007 and December 2011, compared with 500,000 b/d in Brazil over the same period, according to estimates by the US Department of Energy.

Esto impresiona si uno considera que Colombia ya está llegando a su techo de producción mientras que Brasil todavía tiene un amplísimo espacio para crecer (cursivas y negritas mías):

Petrobras, the partly state-owned Brazilian company, plans to boost the country’s oil production from 2.1m b/d in 2011 to 3.1m b/d by 2015, and a hefty 4.9m b/d by 2020. The expansion plan will cost at least $120bn – and probably more – and will develop the so-called offshore pre-salt oilfields, which would account for 40 per cent of the country’s production by the end of the decade, up from less than 2 per cent at the moment. Yet Brazil has struggled with its 2011-15 business plan and over the past three years has been able to add only 150,000 b/d in supply, less than Colombia.

Este reporte me recordó un artículo reciente de Jorge Castañeda publicado por El País, contrastando a Brasil con México y preguntándose porqué en Estados Unidos y Europa “Brasil es un cuento de hadas y México uno de terror.”

¿Su conclusión?

Además de tener buenos futbolistas, Brasil sabe cómo venderse.

Próximo:

  • Mi opinión de Schemel después de la réplica.