Revolución en Hollywood

Miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hay quienes piensan que Estados Unidos impone su cultura al resto del mundo a través de Hollywood. Pero la historia es al revés. El  resto del mundo es el que está transformando la industria del cine en Estados Unidos. Vea la explicación en mi más reciente reportaje para el programa de TV de Moisés Naím (1,11):

 

Voto mal repartido

Martes, 18 de diciembre de 2012

Olvidé incluir esta reflexión, pero Teodoro, que pensó lo mismo que yo cuando vio el resultado final, me lo recordó:

Los resultados de la elección presidencial del 7-0, 55% a 45% a favor de Chávez, se repitieron el 16-D: nuevamente 56% a favor del chavismo y 44% para la oposición, es decir, no arroparon. En las cuatro elecciones anteriores (2007, 2008, 2009 y 2010), la distribución había sido prácticamente mitad y mitad, con dos victorias por lado en términos de votos. En la práctica, pues, continuamos divididos en dos mitades, con una polarización que ha venido cediendo lentamente, haciéndose menos intensa.

Es decir, en términos de nuestros prospectos presidenciales, los resultados de los regionales nos pintan peor de lo que somos (repito, desde el punto de vista presidencial). Si uno le dice a alguien “salimos más o menos igual que en las elecciones del 7/O,” la impresión no es tan mala como decir “perdimos en 20 de los 23 estados.”

No estoy tratando de dorar la pildora. Lo del domingo fue una paliza. Pero nuestro porcentaje del voto casi no disminuyó.

Improbable optimismo

Martes, 18 de diciembre de 2012

Unos breves comentarios sobre el resultado del domingo.

El gobierno amplía y profundiza su red clientelar. Fernando Mires dice que prefiere una victoria de Capriles en Miranda y una derrota en todos los demás estados que viceversa. A mí esto me parece extremo. Donde la oposición es gobierno tiene más organización y maquinaria. Esto no asegura la victoria, pero tampoco perjudica. Ganar una gobernación, además, priva al gobierno de una infraestructura para implementar y expandir sus políticas clientelares y populistas, una de los motivos fundamentales detrás de sus victorias. Creo que en esto Chris Sabatini da en el clavo: “While Capriles’ win in Miranda reinforces his leadership of the opposition, this was clearly a victory at the state level for the chavista PSUV party—expanding their control over patronage and state offices which may come in handy if the country has to hold new presidential elections.”

La unidad sigue siendo indispensable. Primero Justicia se consolidó como el primer partido opositor, pero comparado con el PSUV sigue siendo un partiducho. Y la votación que obtuvieron las tarjetas de UNT y AD sumados sigue siendo mayor que la de PJ. Y esto sin contar Copei y Proyecto Venezuela. Si no va junta, la oposición está muerta. La oposición sólo es fuerte si está unida.

La luz al final del túnel sigue ahí. El plan de Chávez funcionó. Siempre supimos que era posible un descalabro como éste si el presidente ganaba la reelección. Estas dinámicas son normales incluso en países donde la desventaja estructural no es tan amplia e injusta.

La sorpresa es que hoy hay razones reales para mantener la esperanza. El año que viene podrían venir unos ajustes económicos fuertes y una recesión. Y es posible que Chávez sobreviva hasta la crisis. Si esto ocurre, las posibilidades de una victoria opositora aumentan considerablemente. Si hace tres años me preguntaban qué pasaría en Venezuela si Chávez ganaba en 2012 y luego obtenía 19 o 20 de las 23 gobernaciones, hubiera dicho que el país estaba perdido. Pero lo cierto es que hoy, a pesar de la derrota, existe la posibilidad de que en relativamente poco tiempo hayan cambios positivos en el país. En eso le doy la razón a Capriles: hay que comportarse como si el cambio “estuviese a la vuelta de la esquina.” Porque lo puede estar.

El todo por el todo en Miranda

Viernes, 14 de diciembre de 2012

La campaña de Jaua regalando electrodomésticos en Miranda a pocos días de las elecciones. Cortesía de la campaña de Capriles:

Retórica y realidad

Viernes, 14 de diciembre de 2012

Moisés Naím nos lleva a este artículo poco comentado en el Financial Times:

The US dependence of Venezuelan net crude and oil products exports (including the US Virgin Islands, which largely refined Venezuelan crude to export into the US) has dropped to levels last seen nearly 30 years ago.

The sharp drop is due to three factors. Overall US oil imports are down on the back of the shale boom. In addition, the closure of a large refinery in the US Virgin Islands co-owned by Petróleos de Venezuela (Pdvsa) has further reduced imports of Venezuelan-origin oil products. And more recently, Venezuela has started to import large amounts of US-made gasoline to offset a local shortage.

The reduction in US imports of Venezuelan-origin crude and oil products has been going on for the last five years. The new factor is the surge in US exports of oil products into Venezuela. In September, US refiners shipped a record of 196,000 b/d of gasoline and other oil products to Caracas.

Este último aumento, por cierto, está relacionado a la explosión de Amuay.

Para finalizar el FT dice que Chávez podría en el futuro amenazar a EEUU por un embargo petrolero, pero que ahora esta “amenaza ya no preocupará a Washington.”

Para ser sincero, yo creo que esta amenaza jamás le ha quitado el sueño a Obama.