El misterioso “mercenario” (actualizado)

Martes, 14 de agosto de 2012

¿Estará pasando lo que me vengo sospechando desde hace unos días?

Frente al anuncio de Hugo Chávez de la captura de un “mercenario” estadounidense de “origen latino” que entró “ilegalmente” al país por la frontera con Colombia, Estados Unidos ha dicho ya varias veces que no ha sido notificado formalmente por el gobierno venezolano de la captura, y que si “de verdad” un ciudadano estadounidense ha sido detenido (ese “de verdad” o “in fact” revela que los gringos no son ingenuos), Venezuela está obligada a respetar la Convención de Viena y concederle a Estados Unidos acceso al preso.

Ahora bien, si esto es una olla, como muchos estamos seguros sospechamos que es, conceder acceso al detenido a Estados Unidos podría iluminar incoherencias en la historia, porque dudo, por ejemplo, que exista ese pasaporte estadounidense con los registros de viajes a Libia, Irak, Afganistán, etc. (¿Y será de verdad marine?).

No me extrañaría que el gobierno, con lo incompetente que es montando este tipo de tramoyas, no se le haya ocurrido que adscribirle una ciudadanía estadounidense al hasta-ahora-sin-nombre magnicida no era una buena idea.

Mejor hubiese sido que fuese de uno de los países de Alba, donde los gobiernos no se iban a poner con esas necedades de la Convención de Viena.

Claro, en ese caso no hubiesen podido culpar al imperio de esta nueva conspiración.

Update: Al parecer Venezuela sí le va a conceder acceso al detenido a Estados Unidos. Rara vez me ocurre esto, pero quizá subestimé la competencia del gobierno. Igual, me gustaría ver qué sale de esa reunión de los diplomáticos estadounidenses con el preso.

La espuela y la rémora

Lunes, 13 de agosto de 2012

Llevaba unas semanas con una idea vaga rondando mi mente que no lograba cristalizar en algo sólido. Y, leyendo esta mañana un artículo de Juan Nagel, por fin lo logré.

Refiriéndose a la controversia de la gorra tricolor de Capriles, Juan dice no debemos obsesionarnos con la arbitrariedad del CNE porque de esa manera caemos en la trampa del oficialismo, que es lograr implantar suficientes dudas entre los votantes opositores sobre la confiabilidad del sistema electoral como para que la mayor parte se quede en casa y no vaya a votar.

En vez de actuar como caja de resonancia de los abusos del CNE, y contribuir de esa manera a sembrar dudas, debemos más bien enfocarnos en los mensajes de la campaña, la inseguridad, el empleo, la educación, etcétera.

¿Tiene razón Juan?

En parte, sí. Creo que sería un error convertir las injusticias del CNE en el principal tema de la campaña.

Pero al mismo tiempo no podemos ignorar sus abusos porque, si lo hacemos, le facilitamos su labor de seguir desnivelando el terreno electoral.

Si no levantamos la voz frente a lo ocurrido en Miami, por ejemplo, el CNE podría seguir perpetrando atropellos similares porque el costo político de hacerlo es cero. Si no nos quejamos por sus estrategias para hacer creer a los electores que el voto no es secreto, también le abrimos el espacio para más y quizá más preocupantes arbitrariedades.

Capriles debe entonces encontrar un equilibrio entre no desmoralizar a los votantes con denuncias al CNE y denunciar y presionar al CNE lo suficiente para cerrarle el paso a sus incesantes tropelías -que siempre amenazan con convertir en un “no” la respuesta a esta pregunta.

Tanto la espuela (para animar a los votantes) como la rémora (para frenar al gobierno) son necesarias.

La Iglesia de la falsa objetividad

Viernes, 10 de agosto de 2012

Pongamos un caso extremo para ilustrar mi incomodidad con este estudio que, a mi modo de ver, dice sin decirlo que los medios privados están fuertemente parcializados a favor de Capriles.

Imagínense que un estudio trata de determinar cómo los medios privados retratan a dos personas, el asesino de Colorado y Nelson Mandela, a través de los adjetivos que dichos medios utilizan para describir a este par dispar.

Naturalmente, el estudio revelará que la amplia mayoría de los adjetivos asociados a Mandela son positivos y casi el cien por ciento de los adjetivos asociados al asesino son negativos.

Esto no quiere decir, sin embargo, que los medios están parcializados. Significa que Nelson Mandela es realmente una mejor persona que el asesino de Colorado y esa verdad es reflejada por el uso de adjetivos de los medios.

Ahora bien, Capriles no es Mandela y Chávez no es el asesino de Colorado, y es cierto que muchas veces los periodistas dejan de pensar y pasan a criticar irreflexivamente a los políticos que no comparten sus puntos de vista.

Pero, de igual modo, una verdad subyace debajo de la algarabía. Y el rol fundamental de los medios es llegar a esa verdad, así ello implique un uso poco “equilibrado” de adjetivos.

El regreso de Chávez Abarca

Viernes, 10 de agosto de 2012

Chávez Abarca

Algo faltaba en esta campaña. No sabía qué, pero llevaba días sintiendo que algo que se suponía que debía pasar no había pasado.

Alas, el plan de magnicidio que siempre surge, casualmente, dos o tres meses antes de unas elecciones. El sujeto sospechoso, usualmente vinculado a Colombia, los paramilitares, el exilio en Miami, Posada Carriles o el imperio, que llega al país con la intención de asesinar al presidente.

Esta vez, reveló ayer Chávez, se trata de un gringo “de origen latino” y “pinta de mercenario” que pretendía entrar al país “ilegalmente” por la frontera colombiana.

La vez pasada, en las elecciones parlamentarias de 2010, fue Chávez Abarca, el personajillo de opereta que supuestamente capturaron entrando a Venezuela (también) dos meses antes de las elecciones con la intención de matar a Chacumbele. El episodio difícilmente pudo ser más burdo y grotesco. A Chávez Abarca incluso ¡lo hicieron actuar! en un reportaje/documental venezolano-cubano planificando uno de sus atentados. Como comentó entonces mi hermano Alfredo, ¿se imaginan a la CIA capturando a Osama Bin Laden y luego haciéndolo actuar en un reportaje? ¿Paseando por los alrededores de la Torres Gemelas meses antes del ataque mientras, con expresión pensativa, elabora mentalmente su plan para el 11 de septiembre?

Y no olvidemos que el opositor, Alejando Peña Esclusa, estuvo preso por esta olla montada por el gobierno.

¿Qué nos tienen preparados esta vez? ¿Qué va a confesar este nuevo sujeto que supuestamente capturaron en la frontera? ¿Un plan siniestro fraguado por Ileana Ros-Lehtinen, Aznar, la NED y los Poleo para plantar una bomba en Miraflores? ¿Y quién será ahora el testigo estrella? ¿Resucitarán a Giovanny Vásquez? ¿Y qué opositor va a caer preso para tratar de cubrir con una pátina de credibilidad esta nueva comedia?

Si no fuera por esta última pregunta, el asunto sería sólo gracioso.

PD: Tal Cual informa que esta es la décima octava vez que Chávez denuncia un plan de magnicidio.

El éxito del silencio

Jueves, 9 de agosto de 2012

Me informa Brian Nelson que su libro sobre el golpe de abril de 2002, El Silencio y el Escorpión, es actualmente el más vendido en Venezuela y que la editorial Alfa ya está preparando una segunda edición.

Me alegra porque el libro es muy bueno y su éxito es totalmente merecido.

Así que vayan y cómprenlo, si todavía no lo han hecho.