¿Tiene Chávez vocación social?

Viernes, 5 de octubre de 2012

En un par de artículos recientes Enrique Krauze se ha referido a la vocación social de Chávez, tema clave en las elecciones.

¿Tiene Chávez vocación social?

No me interesa aceptar o negar si Chávez tiene vocación social, sino plantear el asunto desde otro punto de vista.

Días después de las elecciones regionales de 2008, frente a la derrota de candidatos chavistas para la gobernación de Miranda y la alcaldía Sucre, el gobierno despojó a la Policía de Miranda de trescientas armas, limitando la capacidad de acción del cuerpo de seguridad de uno de los estados más violentos de América Latina. También despojó a la alcaldía de Sucre de dieciséis camiones de recolección de basura, y, peor aún, jubiló intempestivamente a seiscientos docentes de ese municipio, vaciando de profesores las escuelas porque no se dejaron sustitutos para estos cargos.

Las medidas, por supuesto, afectaron tanto a chavistas como opositores.

Poco después El Nacional informó que dos directoras de una escuela pública fueron removidas de sus cargos luego de recibir del alcalde opositor Antonio Ledezma una donación de útiles escolares. Según declaraciones del alcalde citadas por el diario, las educadoras “fueron despedidas por el pecado de distribuir los útiles [que doné] a más de 300 niños.”

Si somos generosos, y no asumimos de plano que el gobierno está conformado por gente mala, quizá encontramos una explicación medianamente racional a estas acciones. Chávez ve cualquier avance de la oposición, cualquier intento de ganar gente y votos, como una amenaza que debe ser rápidamente suprimida. Piensa que el saboteo gansteril de la labor social de la oposición quizá perjudica en el corto plazo a algunos sectores (incluyendo a su propia gente), pero en el largo plazo el beneficio social será mayor para todos. Porque si algún día la oposición vuelve al poder el país se hunde. Por eso cualquier estrategia vale con tal de evitar este escenario apocalíptico, signifique eso despojar a los alcaldes de oposición de camiones de basura, castigar a trabajadores sociales por aceptar ayuda del adversario o quitarle armas a las policías de los municipios y estados gobernados por opositores.

Ahora bien, todos sabemos que esta explicación es demasiado generosa. Todos sabemos que la explicación es más simple.

Cualquier percepción de amenaza a su poder, por más paranoica, injustificada o desalada que esta sea, es capaz de desplazar a un segundo, tercer o cuarto plano la vocación social del presidente. Y Chávez no sólo es capaz de desplazar a los márgenes su vocación social si percibe una ligera amenaza a su poder (es decir, por muy poco), también de convertirla en algo opuesto.

Para mí esta es la reflexión importante, más que las respuesta a la pregunta tiene Chávez vocación social.

Autobuses del retroceso

Jueves, 4 de octubre de 2012

No digo que Chávez no haya arrastrado gente al acto en Caracas, pero con la ayuda de todo el peso del Estado:

¿Provocado éxodo?

Jueves, 4 de octubre de 2012

Una idea que ronda por ahí desde hace tiempo es que Chávez no hace nada para combatir la inseguridad y quiere destrozar el aparato productivo con el objetivo forzar un éxodo voluntario de la clases media y alta, que tienden a votar contra él. La clase popular no tiene cómo emigrar, pero los ricos sí.

Hay dos problemas con este argumento.

El primero es que el apoyo que tiene la oposición en la clase popular supera el 40 por ciento, según la última encuesta de Consultores 21.

El segundo es que Chávez, además de haber hecho mucho para tratar de aumentar la producción, ha implementado veinte planes de seguridad.

Por eso Javier Corrales, de Amherst College, dice que son otras las causas del fracaso en la inseguridad:

The first is the government’s belief in the idea that that crime is the result of capitalism, and especially poverty. Because the government likes to claim that capitalism, and especially poverty, are in retreat in Venezuela, it thus cannot accept openly that the crime wave is potent and growing. Hence, the government’s efforts to combat crime have all been low energy.

The second ideological problem is the government’s strong belief in the indispensability and unassailability of the military. The belief in the indispensability of the military means that the government’s only response to crime consists of deploying the coercive side of the state, mostly the national guard, instead of experimenting with a variety of supplementary tools, such as working with neighbors, revamping the court system, collaborating with the private sector, etc

Es decir, el problema no es que Chávez quiere destruir al país para deshacerse de gente que no lo apoya. El problema es que Chávez quiere solucionar los problema pero no sabe o no encuentra cómo hacerlo sin modificar viejas creencias o sin sentir que está poniendo en riesgo su permanencia el poder.

Otra razón para votar por Henrique Capriles el próximo domingo.

Ahora o dentro de poco

Jueves, 4 de octubre de 2012

Andrés Oppenheimer publicó una buena columna sobre los escenarios electorales en Venezuela.

Básicamente dice algo que ya he comentado un par de veces durante las últimas semanas. Pase lo que pase el domingo, la oposición podría estar muy cerca de la victoria porque 1) Si Capriles pierde probablemente sea por poco. 2) Chávez está muy enfermo y en poco tiempo podrían haber otras elecciones en Venezuela, para la cuales Capriles estaría muy bien posicionado.

Sin embargo, Oppenheimer presenta también el argumento de los escépticos de este argumento:

El escenario de “Capriles ahora, o dentro de poco” es ilusorio, porque Capriles ha generado tanto entusiasmo que una derrota el domingo desmoralizaría, paralizaría y dividiría a la oposición. Millones de opositores concluirían que hubo fraude, y dejarían de votar en futuras elecciones, según esta línea de argumentación.

Bien, yo estoy cautelosamente optimista con estas elecciones. Capriles tiene una oportunidad real de ganar, pero las elecciones están cerradas y nadie sabe con certeza qué va a pasar.

Creo que mi cauteloso optimismo es la actitud más responsable porque está respaldado por la información disponible y porque el excesivo triunfalismo aumenta las probabilidades de que, si Chávez gana, ocurra lo que describen los escépticos citados por Oppenheimer. En vez de “ganar perdiendo” y aumentar de esa manera las posibilidades de una transición en el futuro próximo, la oposición podría dividirse y desmoralizarse, lo cual podría llevarla a un descalabro en los comicios de diciembre similar al que ocurrió en las elecciones regionales después del Referendo Revocatorio de 2004. Es decir, podríamos cometer el mismo error dos veces.

Cualquier que sea el resultado el 7 de octubre, gane o pierda Capriles, la oposición debe permanecer unida y combativa para navegar la aguas turbulentas que se avecinan. O, para decirlo de otro modo, la oposición debe asumir una actitud de que está ganando (en vez de que ya ganó o perdió) independientemente del resultado del domingo.

En esto Capriles debe jugar un papel fundamental como líder de la oposición.

Desperdicio criminal

Jueves, 4 de octubre de 2012

Entre 2003 y 2006 Estados Unidos gastó 28,9 mil millones de dólares en la reconstrucción de Irak, un país con una población muy similar a la de Venezuela. De esa cantidad casi 11 mil millones fueron invertidos en reforzar la seguridad para lidiar con el desastre de 2003-2005.

¿El resultado? En sus picos de violencia después de la invasión Irak llegó a tener una tasa de alrededor de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes. En 2011 la tasa fue 14, cuatro o cinco veces menor que la venezolana. La disminución de la violencia no ocurrió lo suficientemente rápido, pero al menos ocurrió.

Este dato es revelador, considerando que durante el gobierno de Chávez han ingresado a las arcas de PDVSA 700 mil millones de dólares. Sólo a Fonden, desde 2005, se han transferido 100 mil millones.

Obviamente, las ventajas de esta bonanza, de estos recursos que han podido ser invertidos en reforzar, reformar, ampliar y mejorar nuestra seguridad, no han sido aprovechados: