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Miércoles, 29 de marzo de 2013

Como saben, llevo ya meses conversando como miembros de Consejos Comunales en Caracas, sobre todo de Petare, casi todos chavistas.

Pero, a pesar de ser chavistas, muchas veces se enzarzan en debates donde, inconscientemente, desnudan su verdadera tendencia ideológica en lo que a límites de las responsabilidades del gobierno se refiere.

Una tensión común en los CC es a quién ayudar. ¿A quién se incluye, por ejemplo, en una lista para recibir una ayuda con un apartamento?

La muchacha con cuatro hijos pequeños que vive en un rancho a orillas de un rio de aguas pútridas es una buena candidata. Pero luego sale el chavista más radical del CC a decir que la muchacha es una irresponsable que anda con un hombre distinto cada fin de semana dejándose llenar de hijos, y el CC no debe premiar esa irresponsabilidad. Pero ¿deben los hijos pagar por la irresponsabilidad de la madre?

Los comedores populares, donde se le ofrece almuerzo y cena gratis a los niños pobres, son una buena idea. Pero luego los padres de esos niños, liberados del lastre del gasto alimenticio, se gastan la quincena en ron y cerveza. A esos padres, me dice el chavista, deberían sacarlos de los comedores, así ello implique castigar a los hijos. “Esa la única manera de que aprendan.”

Hoy otro chavista fue más allá, diciéndome que el problema en los barrios es que la mitad son unos vagos y flojos (¿moochers?) acostumbrados a vivir de las limosnas del gobierno.

Estadísticas para cualquier gusto

Martes, 28 de mayo de 2013

¿Tiene la sociedad venezolana “anticuerpos” democráticos que, durante los últimos catorce años, le han cerrado el paso al proyecto totalitario del gobierno?

Algunos historiadores, como Germán Carrera Damas, le dan la vuelta a este argumento de Teodoro Petkoff, diciendo que no es fácil levantar una democracia en un país con una tradición autoritaria tan larga.

Aunque aplicado a México, Enrique Krauze ilustra este enfoque, común en los historiadores, cuya mirada suele ser larga:

To get a sense of the danger hovering over Mexican democracy, consider these numbers: In the 681 years between the founding of the Aztec empire in 1325 and the present day, Mexico has lived for 196 years under an indigenous theocracy, 289 years under the absolute monarchy of Spain, 106 years under personal or party dictatorships, 68 years embroiled in civil wars or revolutions, and only 22 years in democracy.

This modest democratic 3 percent of Mexico’s history is divided over three periods, far separated in time: 11 years in the second half of the 19th century, 11 months at the beginning of the 20th century, and the past 10 years. In the first two instances, the constitutional order was overturned by military coups.

Pero a veces los historiadores, en su afán de mirar hacia atrás, olvidan mirar hacia los lados:

 

Espejo defectuoso

Martes, 28 de mayo de 2013

Vicente Ulive
sobre la incapacidad (¿epistemológica?) del chavismo de asumir culpas:

Cuando se apunta al fracaso de los experimentos de planificación socialista en el siglo XX, el apólogo del marxismo se apura en explicar que lo que pasó era que “no había cuadros”, o lo que es igual, que el advenimiento del superhombre comunista no tuvo lugar porque la sociedad “no estaba preparada” para eliminar el dinero, por ejemplo. La utopía comunista, aquella en la cual entramos a un abasto y tomamos solamente lo que necesitamos y no más y salimos sin pagar, no descenderá del cielo a menos que los hombres estemos preparados para ello.

Ya lo he dicho antes. Si algo va bien (los recientes -y supuestos- avances reduciendo la tasa de homicidios, por ejemplo), el mérito es de la revolución. Si algo va mal (14 años de fracaso reduciendo la tasa de homicidio), la culpa es de los antivalores capitalistas que siguen corrompiendo a la población.

Si las cosas siguen mal después de diez, doce, quince años, la explicación es simple: la revolución, a pesar de sus titánicos esfuerzos, no ha podido terminar de liquidar estos antivalores o, como dice Vinz, la sociedad todavía “no está preparada” para los cambios que la revolución pretende impulsar.

En fin, el chavismo goza de la eternidad para triunfar, mientras que cinco años fueron suficientes para condenar al basurero de la historia a cada uno de los presidentes de Venezuela desde la caída de Pérez Jiménez. Y los que aspiran a gobernar no gozan siquiera de un solo día para probar si pueden o no pueden hacer un mejor trabajo que el actual gobierno, porque ellos representan a priori esos antivalores que, con tanto esfuerzo, la revolución está tratando de marginar.

Así cualquiera gana.

Blogs y fiscalización

Viernes, 24 de mayo de 2013

Paul Krugman hace dos observaciones que he estado varias veces por hacer.

Michael Kinsley y Charles Lanes escribieron columnas defendiendo las políticas de austeridad que inmediatamente fueron desmenuzadas por otros comentadores, incluyendo Krugman, por su descuido y falta de rigor.

Sobre el incidente, Krugman dice:

Whence cometh this epidemic of sheer sloppiness?….I’m not really sure, but in these cases I suspect it has a lot to do with the famed TNR/Slate premium on being “counterintuitive”, which in practice meant skewering supposed liberal pieties. (Kinsley himself joked that TNR should be renamed “Even the liberal New Republic”). And I find it curious that my own position in the discourse has undergone a kind of quantum tunneling: I seem to have transitioned from unserious pariah, unbeliever in the church of SimpsonBowles, to authority figure whom one can burnish one’s counterintuitive credentials…

No me ensañaría con TNR y Slate por este “premium,” es decir, esta filosofía de muchos editores de premiar o darle puntos a los columnistas por desafiar la sabiduría convencional. Pero sí he notado este defecto en muchas publicaciones.

¿Por qué es un defecto? Porque el resultado de esta sobrevaloración de los argumentos ‘contracorriente’ resulta, a veces, en una frivolización de asuntos sumamente importantes. La originalidad se convierte en el valor supremo y la materia en sí se convierte en un pretexto para figurar o ser original. Algo mezquino y moralmente superficial cuando un debate tiene consecuencias reales y directas en la vida de millones de personas.

Krugman:

If you went back through all the clever counterintuitiveness of past years, you’d find that a lot of it was every bit as sloppy and ill-informed as what we’re seeing now. The difference is the existence now of a policy blogosphere (in economics, of course, but in a number of disciplines too), which makes bluffing harder. In the past grotesquely ill-informed articles on, say, the Clinton health plan could sit out there for years, with only a handful of specialists aware of just how bad they were; now the pundit emperor’s nakedness is all over the web within days if not hours.

Es decir, el sistema de fiscalización de ideas y argumentos funciona hoy mucho mejor gracias a los blogs. Si alguien dice algo estúpido, errado o inexacto, las posibilidades de ser descubierto y corregido son mayores. Aquí un ejemplo.

No todo es tecnología, sin embargo. Por ejemplo, la blogósfera económica de EEUU se caracteriza por un sistemático choque de ideas y argumentos, y un escepticismo y casi desprecio por la autoridad intelectual que a mí me parecen sanos.

Más que desprecio por la autoridad, yo diría encumbramiento de la razón sobre las credenciales, el prestigio, la reputación y el pasado de una persona en general.

¿Tenemos eso en América Latina y el mundo hispano?

No mucho. La autoridad intelectual está frecuentemente rodeada por un aura casi religiosa. Está ahí para ser admirada, respetada y cortejada, no cuestionada. La reputación blinda los argumentos y la gente confunde el choque de ideas con los malos modales. Todo esto empobrece el debate público.

El mito del G2

Miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Qué narrativa se resquebrajó tras la divulgación de la grabación de Mario Silva?

La que sufrió más fue la del todopoderoso G2 cubano. O la del poder de los cubanos en general. Si le creemos a Silva, Diosdado tiene una considerable influencia en la policía y en el aparato de inteligencia, además de la FANB, donde, por cierto, pareciera haber ahora mismo una pugna, a juzgar por la pregunta que inaugura esta reflexión:

Silva: Ahora, ¿dentro de la Fuerza Armada todo está perdido? No. Nosotros tenemos a este Alto Mando lógicamente en situación casi de retiro, tenemos una serie de Generales que son nuestros, pienso que muchos de ellos incluso están desarticulados, y tenemos los cuadros medios que desprecian, odian, la actitud de Diosdado ¿ve? Y por supuesto los clases, Sargentos, todo el batallón, que no se va a caer a coba cuando vea que alguno de estos quiere tirarse un golpe ¿verdad?

Silva da a entender que hay ringleras del Estado venezolano bajo el control de Diosdado, donde los cubanos quizá tienen influencia, pero no más que el capo. Hay que decir que, si la víbora de Cabello tiene dentro de él algo remotamente positivo, es el chutzpah con que se ha enfrentado a los Castro.