¿Crimen no quita votos? (actualizado)

Lunes, 6 de febrero de 2012

¿Por qué la inseguridad no parece tener un costo electoral?

Desde hace tiempo el problema de la inseguridad es el que más preocupa a los venezolanos. La última encuesta regional Latinobarómetro indica que más del 60 por ciento de la población considera la inseguridad el principal problema del país.

En ningún otro país de América Latina -ni siquiera Honduras y El Salvador- este porcentaje es tan alto.

Una crisis que empeora cada año y que además es el problema que más preocupa a los venezolanos….¿no debería representar la inseguridad un costo electoral para el gobierno y una ganancia en votos para la oposición?

Esto fue lo que pensó Leopoldo López. En los meses antes de retirarse no habló de casi más nada que la inseguridad.

Pero, ¿funciona esta estrategia?

Por supuesto, no podemos tomar el tercer lugar de López en los sondeos como una prueba de que el tema de la inseguridad no se traduce en votos. Hay demasiados factores en juego y es difícil atribuir un peso específico a cada factor.

Dicho esto, es obvio que la inseguridad no ha representado un significativo costo político y electoral para Chávez. En 2006, cuando Chávez fue cómodamente reelecto, ya la inseguridad era la principal preocupación de los venezolanos. Su popularidad actual, todavía alta, no parece afectada por el número de homicidios, este año mayor al de todos los países europeos juntos.

¿Qué pasa entonces?

Que un venezolano diga que la inseguridad es el problema que más lo preocupa no significa que el crimen va a ser un factor fundamental para determinar su voto. Eso es obvio.

Pero ¿por qué pasa esto?

Una posibilidad es el factor adaptación. La gente se adapta a todo, incluyendo al crimen. Si el crimen se vuelve parte de nuestra normalidad, somos menos propensos a ver este problema como un fracaso en el diseño de la políticas públicas. La inseguridad se convierte en el orden natural de las cosas y por eso otros factores influyen más en el voto.

De hecho, Kevin Casas-Zamora de Brookings dice que Venezuela no es el único país donde la inseguridad no determina las preferencias electorales.

A esto hay que sumar otro factor. Buena parte de los venezolanos (alrededor del 50%, según C21) no culpa a Chávez, sino a su entorno u otros factores, de los problemas del país. El presidente hace todo lo que puede pero la nación y sus ministros no están a su altura.

Cualquiera que sea la explicación, lo más probable es que ésta esté ligada a la manera cómo Chávez ha ofuscado hábilmente el vínculo que lo une con el desastre nacional.

PD: A través de Twitter Álvaro Partidas me informa que, según C21, la mayoría de los venezolanos no citan la inseguridad como el primer problema que resolverían si estuvieran al mando del país. La mayoría dice empleo. Este dato refuerza lo ya dicho. Álvaro dice que quizá buena parte de la población ve el problema como demasiado difícil de resolver.

Todos adentro

Domingo, 5 de febrero de 2012

Un pasquín o “semanario cultural” distribuido por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura publicó un artículo sobre la presunta responsabilidad de Joaquín Villalobos en el asesinato del poeta Roque Dalton.

Al final del escrito la autora me involucra en su desternillante teoría de conspiración:

El “ideólogo” de la oposición, Alejandro Tarre, sostiene en un documento titulado “Ideas para la MUD”, que es imprescindible su ayuda [la de Joaquín Villalobos] para diseñar el plan de desestabilización necesario para salir de Chávez. Ellos entienden el lenguaje del homicida….

Por supuesto, yo jamás dije eso. Ni dije que la ayuda era imprescindible ni que Villalobos podía ayudar a desestabilizar el gobierno.

Simplemente dije que Villalobos podía ser uno entre muchos firmantes de una carta para presionar al gobierno por la habilitante de 2010.

¿Y qué sobre el título de “ideólogo de la oposición” que me confiere la reportera?

Si el artículo y el pasquín en general fuera periodismo en vez de ciencia ficción, creo que me sonrojaría.

(Un monumental H/T al lector Ricardo Sánchez).

Efecto Naím y la clase media

Viernes, 3 de febrero de 2012

Si el importante tema de las implicaciones del ascenso mundial de la clase media se ha infiltrado en este blog, la culpa la tiene Moisés Naím. En los últimos meses he colaborado en varios reportajes sobre la clase media que ya han sido o serán transmitidos en Efecto Naím, su original e innovador programa de televisión.

Este domingo buena parte del programa será dedicado a este tema.

No se lo pierdan porque de verdad vale la pena.

Pueden verlo a las 8pm EST en NTN 24.

El ojo de Vasco

Jueves, 2 de febrero de 2012

Magnífica (y espeluznante) fotografía del talentoso Vasco Szinetar:

Líneas divisorias

Jueves, 2 de febrero de 2012

En la discusión sobre cuál es el mejor entre los precandidatos de la oposición han surgido varias líneas divisorias que cada quien utiliza para iluminar un contraste que le favorece y promover su opción favorita.

Teodoro Petkoff y Fernando Rodríguez, por ejemplo, dicen que Pablo Pérez representa la única opción genuina de izquierda frente a la derecha de Capriles y López. Y elegir a candidato de izquierda el 12 de febrero aumenta las posibilidades de derrotar a Chávez.

Otros dicen que la frontera importante es entre la nueva generación y los partidos tradicionales. Capriles encarnaría la renovación, mientras que Pablo Pérez la vieja política por su asociación con UNT, AD y Copei.

Y algunos han señalado las diferencias entre el discurso de Capriles y María Corina, contrastando el estilo elíptico de Capriles con el más directo de MCM.

¿Cuál de estos contrastes es el más importante electoralmente?

Aunque obviamente hay unos más importantes que otros, se ha dejado por fuera una línea divisoria que es quizá la más relevante: la que separa el abandono del trabajo de base. Donde la oposición tiene presencia y ha hecho trabajo de campo estas líneas que dividen a Primero Justicia de UNT, AD y Copei, o a la izquierda de la derecha, se diluyen en la irrelevancia. Y también se evapora esa razonable preocupación que tienen muchos de espantar a los indecisos y chavistas moderados con un discurso que confronta a Chávez y sus ideas.

En el Zulia o Táchira a pocos les importa que Pablo Pérez o César Pérez Vivas estén asociados a UNT, AD y Copei. En Petare la gente apoya a Ocariz por su gestión, no porque es de izquierda o de derecha. Donde el gobierno ha paliado un poco el sufrimiento de la gente el discurso polarizador y agresivo de Chávez no determina su nivel de apoyo.

Entender la importancia y valor de esta línea divisoria es quizá el mejor argumento que se puede esgrimir a favor de la unidad después del 12 de febrero. El trabajo de base que han hecho todos los partidos de la MUD en las diferentes ciudades y regiones del país debe ser justamente valorado.

Y también aprovechado y agradecido.