Tres reflexiones (actualizada)

Viernes, 12 de noviembre de 2010

1) Con relación a la anterior reflexión, varios lectores me han señalado que quizá Santos no tiene el poder de decisión sobre la extradición de Makled. Aunque tienen razón, Chávez ha dicho que Santos le dio su palabra de que el narcotraficante sería extraditado a Venezuela. A menos que Chávez mienta, o que Santos, si no tiene competencia sobre estos asuntos, ya esté informado sobre la decisión de las autoridades correspondientes, todo pareciera indicar que el presidente de Colombia sí tiene poder de decisión sobre el destino de Makled.

2) A la luz del espaldarazo que le dio anoche Chávez a Rangel Silva, valdría la pena preguntarse qué intención esconde este ambiguo coqueteo con la idea de que la Fuerza Armada podría no aceptar un gobierno de oposición elegido popularmente (un coqueteo que, a ratos, se transforma en explícita aprobación). ¿Por qué el gobierno decide soltar ahora esta bombita? ¿Será porque quiere desmoralizar a las fuerzas de la alternativa democrática? ¿Sugerir a medias la idea con el solo objetivo de promover la abstención y desmotivar a la oposición? Conociendo al gobierno, esta hipótesis es perfectamente factible. Si la oposición sale a votar en 2012, y gana las elecciones, Chávez confrontaría un escenario muy difícil. Mejor es tratar de desmoralizar al adversario para que no acuda a las urnas.

Visto de este modo, las declaraciones de Chávez y Rangel Silva pueden ser vistas como un reconocimiento a la peligrosidad de la estrategia opositora de voto, participación y reconquista de espacios institucionales. Si Chávez estuviera seguro de poder dar un golpe si pierde las elecciones, ¿por que no simplemente calla y hace? Esta advertencia busca algo y eso explica su calculada ambiguedad; esa ambiguedad claramente reflejada en las aclaraciones de Calixto Ortega y la afirmación de Chávez de que Rangel hablaba de “un escenario hipotético.”

3) Después de las elecciones legislativas del 26 de septiembre, más de un analista auguró que la Asamblea Nacional saliente cometería una serie de abusos para disminuir los poderes del parlamento entrante. Pero, apartando la Ley de Bancos y lo de la escogencia del Tribunal Supremo, la AN hasta ahora ha hecho muy poco, algo que, por el ruido de las expropiaciones, Makled, Rangel Silva y Ramos de la Rosa, ha pasado totalmente por desapercibido. Esta silencio confirma la hipótesis de Gustavo Tarre: quizá Chávez prepara una sorpresita de último momento.

El dilema de Santos

Miércoles, 10 de noviembre de 2010

Juan Manuel Santos

Colombia confronta un difícil dilema: adónde extraditar al narcotraficante y ex boliburgués William Makled. ¿A Estados Unidos o a Venezuela?

La primera opción tiene un argumento poderoso a su favor.

De ser extraditado a Estados Unidos, Makled probablemente revelará pruebas -según él incluso videos- de sus vínculos con funcionarios del gobierno de Venezuela a las autoridades estadounidenses. En un juicio esta evidencia saldría a la luz pública, ennegreciendo aún más la imagen del gobierno venezolano y contribuyendo en la lucha contra el narcotráfico. Ciertamente, el presidente Chávez podría sobrevivir este escándalo, como ha sobrevivido muchos otros. Pero es imprevisible el impacto que podrían tener las revelaciones (y videos) de Makled. Nadie nunca sospechó antes de que ocurriera que unos videos marcarían el fin de Fujimori en Perú.

Al mismo tiempo, hay una razón más moral que política para extraditar a Makled a Estados Unidos. Así asumamos que Makled es una escoria y merece un severo castigo, en Estados Unidos va a ser juzgado por un poder judicial independiente. En Venezuela va a ser juzgado por un poder judicial subordinado al presidente.

Makled, por lo demás, fue arrestado en Colombia en base a una acusación hecha en Estados Unidos. Si se detuvo al narcotraficante en base a esta acusación (y no en base a una acusación venezolana), lo lógico sería entregárselo a las autoridades estadounidenses.

La segunda opción -extraditarlo a Venezuela- también tiene un argumento poderoso a su favor.

Desde que asumió el poder, Santos ha trabajado fuertemente para restablecer las relaciones con Venezuela.

La decisión de Chávez de congelar las relaciones comerciales por sus riñas con Uribe ha afectado seriamente a Colombia (y a Venezuela, pero ese es otro tema). Entre enero y agosto el comercio bilateral estuvo alrededor de los 930 millones de dólares, una disminución del 72 por ciento en relación al mismo período en 2009.

El gobierno colombiano ha hecho un enorme esfuerzo diplomático para que Venezuela levante las restricciones administrativas, sin las cuales rápidamente se dinamizará otra vez el comercio bilateral. También ha logrado con mucho trabajo que Venezuela cancele parte de sus deudas a exportadores colombianos.

Pero la extradición de Makled podría arruinar esta delicada tarea diplomática.

Chávez se lo advirtió explícitamente a Colombia. En su columna del domingo, en clara referencia a Makled y las relaciones con Colombia, el presidente apuntó: “Todo lo que ya hemos alcanzado debemos cuidarlo con el mayor celo: no podemos dejarles flancos vulnerables a quienes pretenden que la discordia impere entre nosotros.”

Unos días antes, hablando sobre el mismo tema, Chávez informó que Santos le había prometido que Makled sería extraditado a Venezuela: “Estoy seguro que el presidente Santos lo va a cumplir…y esto será una forma de seguir abonando en la confianza en la confianza y transparencia para seguir construyendo un nuevo relacionamiento entre nuestras hermanas repúblicas.”

El mensaje o amenaza a Santos no puede ser más clara: “Si no extraditas a Makled, pones en riesgo las relaciones.”

¿Qué debe hacer Santos?

Santos tiene la opción de ceder, por el bien de las relaciones bilaterales y los miles de trabajadores y empresarios que se van a beneficiar con el restablecimiento de las relaciones.

El problema es que, muy probablemente, Chávez le exigirá en el futuro más sacrificios, algunos de ellos quizá inaceptables.

Y, si Santos no está dispuesto a bailar siempre al compás de la música que le dicta Chávez, este sacrificio de la extradición podría resultar ser, en retrospectiva, un error.

Si otro problema descarrila luego las relaciones comerciales, Santos habrá perdido una buena oportunidad de poner su granito de arena en la lucha para debilitar poco a poco el liderazgo Chávez: en el largo plazo, la mejor política para restablecer y blindar las relaciones comerciales.

Hugo Palin

Jueves, 4 de noviembre de 2010

Extrema polarización política, retórica ferozmente antiestablishment y lideres populistas que satanizan al sistema tradicional de partidos y explotan las frustraciones de una población abrumada por la crisis económica, ¿se está latinoamericanizando la política estadounidense?

En un interesante artículo publicado por Buenos Aires Herald, el académico chileno Patricio Navia explora este tema:

La crisis económica de 2008, con su legado de alto desempleo y decreciente poder adquisitivo de la clase media, ha dejado una herida profunda en la confianza que tiene el electorado estadounidense en su gobierno y su clase política. Aunque no totalmente articulado en estos términos, el movimiento Tea Party rechaza al establishment y a los dos partidos políticos que han dominado la política estadounidense durante un siglo. Las referencias del Tea Party a los “Founding Fathers” como precursores políticos son tan históricamente inexactas como las referencias a Simón Bolívar del presidente Hugo Chávez. Rechazando al sistema tradicional de partidos y promoviendo una restauración de una república fundacional (mítica), el Tea Party ha adoptado un discurso populista para abogar por una cura al estancamiento económico de Estados Unidos.

Si aún no está convencido sobre el paralelismo que hace Navia, lea esta columna de Richard Cohen sobre Sarah Palin.

Difícil leerla y no pensar en Esteban.

¿Qué hacer frente a las expropiaciones? (actualizada)

Miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Cuál es la estrategia de la MUD frente a la ola de expropiaciones? ¿Qué va a hacer si, como pareciera ser, la aplanadora chavista no se detiene hasta destruir totalmente el sector privado? ¿Cuál es la estrategia de los empresarios? ¿Cuál es la estrategia de Polar, víctima indirecta de las expropiaciones de Agroisleña y Owens? ¿Qué pueden hacer los sindicatos?

Uno de los deportes favoritos de la comentocracia opositora en Venezuela es criticar a la MUD. Pero lo cierto es que las ausencia de debate en torno a estas preguntas no sólo es culpa de la MUD, también de nosotros, los escritores y periodista de profesión, que no hemos aportado ideas.

¿Qué hacer, entonces, frente a las expropiaciones?

Ejercer presión sobre las instituciones judiciales nunca está de más, pero esta presión no es suficiente en un país como Venezuela, donde no hay separación de poderes.

Por eso hay que explorar también otras opciones.

I. Marchar.

Últimamente, se ha abandonado el uso de las marchas como mecanismo de resistencia democrática y presión al gobierno. Las universidades marcharon hace unas semanas (y algo lograron), pero no se ha convocado aún una gran movilización en contra de la ola de expropiaciones. Los sindicatos, los partidos y los empresarios deberían colaborar para convocar pronto una marcha. (En Honduras, por mucho menos, se convocó ayer un paro cívico nacional).

II. Campaña permanente.

Durante la pasada campaña electoral, los diferentes partidos y movimientos de oposición hicieron un estupendo trabajo denunciando la corrupción de Pudreval. No pasaba día sin que algún dirigente opositor recordara a los venezolanos el escándalo de los alimentos descompuestos. Las expropiaciones, rechazadas por el 75 por ciento del país, podrían ser el nuevo Pudreval. La MUD debería agarrar este tema y no soltarlo.

III. ¿Referendo?

Por ahí alguien asomó la idea de proponer un referendo para que los venezolanos decidamos sobre las expropiaciones. No estoy seguro si me gusta la propuesta, pero no se pierde nada considerándola.

IV. Un frente de empresarios y sindicatos.

Crear un frente de empresarios y trabajadores que reaccionen a cualquier expropiación como si las víctimas fueron ellos mismos no estaría nada mal. No sólo por solidaridad, sino por cuestión de supervivencia personal.

Última hora:

Al parecer ya la MUD se está movilizando para convocar una gran movilización.


Chapucería y autoritarismo

Viernes, 29 de octubre de 2010

El lunes el presidente Chávez anunció la expropiación de la fabricante de vidrios, Owens Illinois. ¿El motivo? Chávez dijo que la empresa explotaba a los trabajadores, destrozaba el medio ambiente y se llevaba el dinero de los venezolanos.

Si no creen que estos fueron los tres argumentos, vean ustedes mismos el video:

Pero un día después, cuando se oficializó la expropiación, ninguno de los argumentos de Chávez  fueron mencionados en el decreto publicado en Gaceta Oficial.

Si no lo creen, vean ustedes mismos la Gaceta. No hay mención alguna al ambiente, la explotación de los trabajadores y al saqueo de recursos de la patria, sino sólo a los asuntos de las prácticas monopólicas, las violaciones del ejercicio de libre competencia, etc.

Dejemos a un lado que la expropiación de Owens es un atropello más del gobierno y que en ésta se ignoraron todos los procedimientos establecidos por la ley. Dejemos a un lado, también, que la clara intención del presidente es, en el largo plazo, seguir asfixiando al sector privado, y en el corto, cercar a Polar. Y dejemos a un lado que, de ser verdad lo de la destrucción del medio ambiente y la explotación de los trabajadores, así como lo de las prácticas monopólicas, el gobierno no tiene manera de justificar su inacción durante 12 años.

Dejemos todo esto a un lado para hacernos la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que Chávez y sus ministros hayan sido incapaces de coordinar bien el pretexto que darían para la expropiación? ¿No era esa una tarea relativamente fácil?

Viendo esto, uno se pregunta si lo que está detrás de este tipo de episodios es chapucería o descaro; incompetencia o desfachatez autocrática.

Probablemente, una combinación de las dos.