Descifrando a los Nini

Viernes, 3 de agosto de 2012

Juan Nagel publicó un artículo en FP abordando el tema del inusualmente alto número de indecisos que muestran los estudios de Datanálisis, como 15 puntos por encima del porcentaje de indecisos que muestran los estudios de Consultores 21.

Juan es cauteloso en sus conclusiones, pero sugiere que la explicación quizá está en la misma encuestadora, hipótesis que suscribo. Es decir, el número de indecisos no es tan increíblemente alto (ni impermeable) y Datanálisis, por x razón, no está capturando esta realidad.

En la sección de comentarios Francisco Toro, la otra parte del tándem del blog Caracas Chronicles, tiene otra teoría. Para él lo indecisos son….

People who don’t trust Chávez, know he’s a fraud, but do buy a single aspect of the government’s propaganda: its characterization of the other side. People who look at the opposition and see a bunch of out-of-touch plutocrats bitching endlessly without any hint of insight about their own privilege….People who have exactly as little hope for a better future under the opposition as they do under Chávez, and so tune out politics, fail to seek information, and concentrate on family, on work, on baseball, on beer, on anything but the circus they’ve come to hate – or perhaps hated all along.

Lo que no me convence del argumento de Toro es que si los Nini son como él los describe, y sienten que confrontan un panorama de opciones totalmente desolador, donde una opción es un “fraude” y la otra es un “plutócrata” sin la más mínima consciencia de sus propios privilegios, ¿no sería natural que no votaran? ¿Para qué votar si una opción es tan desoladora como la otra? ¿Para qué “desconectarse de la política” y “no preocuparse por informarse” y concentrarse en vez “en la familia, el beisbol y la cerveza” para luego, el día de las elecciones, salir corriendo a participar en “ese circo que han llegado detestar”?

Si en la encuesta de Datanálisis el alto porcentaje de Nini fuese en la población general, y no en los que tienen intención de votar, esta teoría fuese más convincente.

Pero no es así.

Los matices correctos

Jueves, 2 de agosto de 2012

Leopoldo López da hoy unas calibradas declaraciones a El Universal en las que dice cosas esperanzadoras y pulsa las teclas correctas:

López aseguró que nunca como en esta oportunidad, es decir, para los comicios presidenciales del próximo 7 de octubre, “ha habido un abordaje con tanta precisión y gerencia como en este momento” para la protección del voto de los electores.

“Son 13.810 centros de votación, 40 mil mesas, requerimos 120 mil testigos, hay 5.300 centros de votación que hemos calificado como claves, la mayoría de los centros tienen 3 mesas en promedio y 1 ó 2 los centros pequeños. Sabemos con qué y quiénes contamos, en este momento estamos mejor preparados que nunca.”

Y luego dice algo que a mí me parece importante y he tratado de resaltar varias veces:

Explicó que la oposición con estas mismas y hasta peores condiciones electorales que las actuales ha conquistado espacios importantes como gobernaciones y diputaciones por lo que reiteró que la atención debe estar en conseguir los votos y luego defenderlos.

Y para los que padecen del síndrome Durán, y los desconcierta que el Comando Venezuela no entienda que el CNE no es independiente (sólo mentes del calibre de las de Durán o Goicoechea son capaces de ver estas cosas), López aclara que esto no significa que “estén viendo un CNE como una institución totalmente aséptica o autónoma” y también denuncia “la gran hipocresía” del organismo electoral.

Definición de straw man

Jueves, 2 de agosto de 2012

Andrés Oppenheimer:

Conventional wisdom is that Venezuela was the big winner at this week’s Mercosur summit when the country officially joined South America’s trade bloc. But for me, the big winner was Brazil.

No se si Oppenheimer lee todos los diarios que yo no leo o si su dieta es más rica que la mía en sus raciones de medios oficialistas venezolanos. Pero, de los comentarios que he leído sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur, el 99,9% dice lo mismo que él. Es decir, el ingreso beneficia a Brasil mil veces más que a Venezuela.

El fondo del debate

Miércoles, 1 de agosto de 2012

Leyendo comentarios sobre el CNE me he dado cuenta que mucha gente ha olvidado porqué estamos participando en las elecciones.

Y creo que se reduce a esta pregunta.

Tomando en cuenta las condiciones electorales injustas y como el terreno electoral ha sido desnivelado de múltiples maneras para favorecer al gobierno, ¿tiene la oposición un espacio suficientemente grande para que sea real la posibilidad de ganar el voto popular y poder, luego, comprobarlo a través de las actas y los testigos de mesa, como ocurrió en el referendo de 2007, con varias gobernaciones importantes en 2008 y el voto popular de las elecciones parlamentarias en 2010? Más aún, si existe esta posibilidad, ¿no es mejor apostar a ella que tomar el camino de la abstención o de la lucha armada, las otras dos únicas alternativas a la participación?

Yo pienso que la respuesta es positiva.