Planeta Durán

Miércoles, 15 de septiembre de 2010

Armando Durán

Por casualidad me tropecé con una columna de Armando Durán, a quien, en razón de su arrogancia, necedad y falta casi absoluta de criterio, llevaba tiempo sin leer.

Después de leer los primeros dos párrafos, me di cuenta no me he perdido de nada. Durán sigue en lo mismo: pensando que es la única mente brillante de Venezuela, capaz de advertir realidades para él obvias, pero que, por alguna misteriosa razón, nadie más capta.

En el planeta Durán la mayoría de los venezolanos que conforman el universo opositor son un grupo de ingenuos que piensan que en Venezuela existe una plena democracia. Y los pocos que saben que en el país la democracia está amenazada no hacen ni dicen nada, lo cual explica que en la mayor parte del mundo se crea que Venezuela es una “democracia casi perfecta.”

¿Exagero?

Aquí los dejo con los primeros dos párrafos de su columna del 30 de agosto en El Nacional:

Al adentrarnos en este decisivo mes de septiembre, la percepción que se tiene de Venezuela en el exterior, en parte gracias al interés comercial de muchos gobiernos, en parte gracias al silencio opositor, es que aquí vivimos en una democracia casi perfecta.

Sin duda matizada por las extravagancias personales de su líder y la amenaza constante de una clara tendencia autoritaria, pero democracia al fin y al cabo. Tal como lo ponen de manifiesto las elecciones en las que se mide el Gobierno a cada rato sin que nadie denuncie la falta de transparencia de los procesos ni sus resultados, y una relativa libertad de prensa, a veces escabrosa, ¿dónde no?, pero más que aceptable.

No sé ustedes, pero yo no he conocido a un solo opositor (menos un líder político o de opinión) que -dentro o fuera de Venezuela- se abstenga de criticar o denunciar en voz alta las tendencias autócratas y autoritarias del gobierno, o que piense que en Venezuela se goza de un nivel relativamente “aceptable” de democracia. Tampoco he notado que Chávez tenga fama de demócrata en el mundo, ni he visto esa realidad reflejada en encuestas regionales como el Latinobarómetro o el Iberobarómetro.

Sí es cierto que varios presidentes latinoamericanos han sido demasiados generosos con Chávez, pero no creo que quede un solo diario o medio de comunicación de relevancia internacional que apoye al gobierno. Y no creo, tampoco, que haya una sola reputada ONG defensora de derechos humanos que no haya denunciado la falta de libertades en Venezuela.

No sé que está fumando Armando Durán, que lo transporta a otro planeta donde la nubes son sapos y el azul es rojo. Sea lo que sea, yo quiero un poco de eso.

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