Indignados latinoamericanos

Martes, 27 de diciembre de 2011

Gráfico del Barómetro de las Américas 2010 (LAPOP):

La sorpresa es que Chile esté tan abajo en la lista de países. Obviamente, no hay una fuerte correlación entre el volumen y la efectividad de los manifestantes y el porcentaje de la población que sale a las calles a protestar.

Corrección: Setty/Steven me saca de mi sopor navideño señalando lo obvio. Chile probablemente está tan abajo porque el año del gráfico es 2010, no 2011.

“Semana” defiende a Santos

Viernes, 23 de diciembre de 2011

Me cuenta un colega colombiano que Felipe López, presidente de la revista Semana, es muy cercano a Juan Manuel Santos.

No sé si eso es verdad, pero pareciera serlo, a juzgar por esta pequeña nota de Semana explicando porqué Santos no dijo nada cuando el presidente de Ecuador, Rafael Correa, sugirió que Uribe tenía vínculos con narcotraficantes:

Un hecho de la rueda de prensa conjunta que ofrecieron Juan Manuel Santos y Rafael Correa llamó la atención. Cuando el presidente ecuatoriano retó al expresidente Uribe a una prueba de polígrafo para establecer si él tenía vínculo con las Farc o Uribe con los paras, el presidente Santos no salió a defender a su antecesor. En sus anteriores reuniones con Chávez, Santos había dejado saber que no permitiría referencias desobligantes sobre Uribe. Lo que pasó en esta ocasión es que Correa estaba respondiendo a una pregunta del periodista colombiano Antonio José Caballero sobre qué opinaba de los trinos de Uribe en que lo acusa de nexos con las Farc. Como se trataba de un intercambio de palabras entre el periodista de RCN y Correa, Santos sintió que no tenía velas en ese entierro.

Esto es patético.

Lo que Semana no dice es que burlándose de Uribe públicamente junto a los miembros del ALBA, refiriéndose a él como  “nuestro enemigo” en conversaciones con Chávez,  Santos le está abriendo el espacio a Chávez, a Correa y cualquier otro miembro del ALBA a soltar comentarios como el que hizo Correa.

 

Debris

Viernes, 23 de diciembre de 2011

Extracto de La Montaña Mágica de Thoman Mann:

Leaving the building by this exit, you did not approach the garden, but came out facing directly onto an open slope of mountains meadows, dotted with a few tallish firs and several low mountains that hugged the ground. The path they took -actually it was the only one available other than the main road that descended to the valley- led them gently up the rise to their left, past the rear of the sanatorium, where the kitchens and offices were located and steel garbage cans lined the railing beside the cellar stairs, and held to that direction for a good distance, then made a sharp hairpin to the right and began a steeper ascent up to the sparsely wooded hill.

Mann es el creador de Muerte en Venecia, obra maestra que he releído varias veces, cada vez con mayor admiración.

Por eso sorprende que en La Montaña Mágica, una y otra vez, incurra en el mismo error: desviar la narrativas hacia descripciones tan tediosas como innecesarias. (Y digo esto sin querer desvirtuar las virtudes de la novela).

El párrafo citado no ilumina nada sobre la trama, ni tiene ningún otra función aparte de la descripción misma. Reducir el párrafo a dos oraciones no afectaría para nada el engranaje de la novela. Y, sin embargo, la descripción es tediosa, redundante y hasta marea. Está llena de información gris e inútil que además es difícil de procesar y retener. Nos recuerda al amigo que trata de explicarnos con lujo de detalles dónde queda un lugar insignificante en una cuidad que no conocemos.

Inconscientemente, dejamos de prestarle atención porque no tenemos la capacidad de seguir el hilo de lo que dice, ni -peor aún- el interés.

La locura de la Ley de Costos

Jueves, 22 de diciembre de 2011

El retorcido sistema que ha ido emergiendo como resultado de la Ley de Costos y Precios Justos pareciera reafirmar con contundencia un hecho que a mí no me deja de sorprender. El gobierno está convencido de su propia ficción. Es decir, para ellos el origen de la inflación es la especulación capitalista.

Y cuando amenazan a Parlamat por presuntamente acaparar leche, o amenazan con multas a las empresas por no registrarse en el Sistema Automatizado de Administración de Precios (Sisap), no lo hacen para castigar a las personas que tratan de desvirtuar una fantasía que ellos inventan para engañar a la gente y sobrevivir.

Lo hacen para forzar al país a confabularse con una ficción en la que ellos mismos creen.

Navidad en libertad

Miércoles, 21 de diciembre de 2011

Theresly Malavé

Abogar por la libertad de los presos políticos en Venezuela no es una tarea fácil, porque el éxito no lo determina la fuerza de los argumentos.

El gobierno o los jueces (casi lo mismo en Venezuela) no sueltan a un preso porque el preso político o sus abogados tienen la razón o porque siguen procedimientos legales. Lo sueltan por cálculo político (liberar la presión de una olla para que no estalle), presión internacional (Álvarez Paz) o raros brotes de compasión (Lázaro Forero).

Por eso a los activistas no les queda sino pujar y pujar para ver si, por una combinación de constante presión y suerte, logran filtrar pequeñas dosis de justicia a través de un aparato judicial totalmente politizado.

Hoy un grupo de activistas, liderados por Theresly Malavé, logró que liberaran Henry Vivas.

Silenciosamente, sin afán de protagonismo, reafirmaron una vez más que los gobiernos autoritarios no son inmunes a la presión pacífica de la sociedad civil.