Jueves, 22 de diciembre de 2011
El retorcido sistema que ha ido emergiendo como resultado de la Ley de Costos y Precios Justos pareciera reafirmar con contundencia un hecho que a mí no me deja de sorprender. El gobierno está convencido de su propia ficción. Es decir, para ellos el origen de la inflación es la especulación capitalista.
Y cuando amenazan a Parlamat por presuntamente acaparar leche, o amenazan con multas a las empresas por no registrarse en el Sistema Automatizado de Administración de Precios (Sisap), no lo hacen para castigar a las personas que tratan de desvirtuar una fantasía que ellos inventan para engañar a la gente y sobrevivir.
Lo hacen para forzar al país a confabularse con una ficción en la que ellos mismos creen.
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