Acompañar y validar

Miércoles, 22 de agosto de 2012

Heather Berkman de Eurasia Group:

In the Dominican Republic, the loss of help from Venezuela would put the new Danilo Medina administration in a tough spot, particularly since Chávez’s patronage allowed the outgoing Leonel Fernandez administration to avoid painful belt-tightening, in particular, by bailing out the state-owned electricity company and keeping money flowing to privately owned generators who threatened to shut off the lights. If Chávez exits and Petrocaribe is cut off next year, Medina’s government will have to finally force consumers to pay for their electricity (or at least stop stealing it), and tap domestic financial markets or turn to international creditors to avoid leaving its people in the dark. Access to foreign financial markets can probably help the new government keep the lights on, but that will leave Medina’s government with less of the financial capital it needs to begin building its political capital.

Imaginen que Chávez decida no reconocer los resultados el 7 de octubre. ¿Piensa usted que República Dominicana se pondría del lado de la oposición?

No, ni tampoco lo harían el Alba ni Unasur. De hecho, el acuerdo del “acompañamiento electoral” del CNE con Unasur es una jugada maestra del oficialismo. Una misión de Unasur irá a Venezuela a validar lo que decida el gobierno, porque, incluso si Chávez no reconoce los resultados, esa misión no estará en la posición de detectar esto ni mucho menos denunciarlo. “Acompañar” es un simple eufemismo para “validar.”

¿Y qué hay de México y Estados Unidos?  Si Unasur no hace nada, México tampoco moverá un dedo. Estados Unidos seguramente se quejaría si el gobierno no reconoce, pero recuerden que ese día estarán a un mes de sus propias elecciones presidenciales, lidiando, todavía, con Siria y otros problemas internacionales más graves que Chávez. Y así fueran otras las circunstancias, no hay mucho que Estados Unidos pueda hacer, como lo demostraron las elecciones en Nicaragua el año pasado.

En fin, si el gobierno irrespeta los resultados, estamos solos, lo cual está bien. El golpe de Honduras y destitución de Lugo en Paraguay han demostrado de todos modos los límites de la presión internacional. El respeto de los resultados, si son positivos para la oposición, tienen que garantizarlo los propios venezolanos, esperemos que con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

La deshonestidad de Niall Ferguson

Martes, 21 de agosto de 2012

Cambiando radicalmente de tema, me gustaría comentar la controversia alrededor del artículo que publicó Newsweek de Niall Ferguson, titulado “Hit the road, Barack: Why we need a new president.”

El artículo es basura y ya muchos se han encargado de señalar su innumerables errores.

Pero a mí lo que más me impresionó más fue la patética respuesta de Ferguson a Paul Krugman, quien lo acusó de querer engañar a sus lectores con una tergiversación de un reporte del Congressional Budget Office.

Básicamente, Niall Ferguson respondió que sí, eso fue precisamente lo que hizo.

Y, si no lo ven con claridad, lean a Brad DeLong y Andrew Sullivan.

Ciertamente, a mí esto me parece más escandaloso que el plagio de Fareed Zakaria, que motivó una breve suspensión de CNN. Esto no es un descuido, sino una admisión cínica de deshonestidad intelectual.

Reducir la violencia

Martes, 21 de agosto de 2012

The Washington Post publicó un reportaje sobre la impresionante disminución en el número de homicidios en Ciudad Juarez, México:

La buena noticia es que la impresionante disminución ocurrió en apenas dos años. La mala es que la reducción quizá se debe  a que el cartel de Sinaloa, liderado por José “El Chapo” Guzmán, ganó el control del tráfico local de drogas y de las rutas del contrabando hacia el norte.

Sin embargo, pienso que incluso la mala noticia tiene su aspecto positivo, porque demuestra que parte de la violencia es menos estructural (o más fácil de reducir) de lo que algunos piensan.  Es decir, no es una sociedad podrida hasta el tuétano lo que estaba provocando este altísimo número de homicidios, sino un factor más circunstancial: la guerra entre carteles.

La violencia, claro, siempre tiene causas estructurales que no son fáciles de atacar. Pero, cuando las tasas de homicidios son tan inusualmente altas, sí hay políticas relativamente fáciles de implementar que pueden acarrear disminuciones considerables en el número de víctimas, en un tiempo relativamente corto.

Llegarle a los ricachones

Lunes, 20 de agosto de 2012

Esto es de Noticiero Digital:

“Chávez el 7 de octubre y más nada (…) ni gobernador ni alcalde, nada de eso. Vamos a centrarnos en la unidad dentro de la diversidad,” enfatizó el candidato a la reelección, al tiempo que insistió en que su proyecto también incluye “a los ricachones”…Asimismo, comentó que “tenemos que ir más allá del rojo rojito, hay que ir más allá a convencer.”

Y esto es de AVN, un día después:

 “Hay una orientación en la campaña de Capriles y un cambio en su discurso, él no va a buscar a los indecisos, él tiene que tocar votos del chavismo porque la brecha es muy grande,” aseveró [Aristóbulo Istúriz].

Hat Tip: Alfredo Tarre.

Cuando no escuchar es criminal

Lunes, 20 de agosto de 2012

Conversando sobre la masacre de Yare con el director de la ONG Una Ventana hacia la Libertad Carlos Nieto Palma, dos cosas me llamaron la atención.

En primer lugar, Nieto Palma no tiene una actitud de “yo lo dije” ante el hecho que él y varios otros advirtieron que era una pésima idea llevar a los presos de La Planta a Yare cuando cerraron La Planta. El traslado, advirtió Carlos, no sólo agravaría el problema del hacinamiento, también provocaría un cruento enfrentamiento entre los líderes de Yare y los trasladados.

Y, en efecto, eso fue exactamente lo que ocurrió el domingo. Pero Carlos habla como si no ser escuchado fuese normal. Yo fui el que tuve que enfatizar la importancia de sus advertencias. El detalle de que, si él y otros hubiesen sido escuchados, 25 personas estarían vivas.

En segundo lugar, sorprende que las llamadas “pernoctas,” la población visitante que pasa los fines de semana en la cárcel, no reciban mayor atención. En Yare esta población representa casi el 50 por ciento del número total de reclusos (que son un poco más de 3 mil).

¿Cómo lo sabemos?

Porque ahora hay en Yare 1200 visitantes que estaban allí el domingo cuando ocurrió la masacre y ahora se niegan a salir porque, comprensiblemente, no quieren dejar solos a sus familiares o amigos recluidos.

Imagínense el nivel de hacinamiento. Yare se construyó para 750 reclusos y ahora hay más de tres mil.

Y esto sin contar las “pernoctas.”

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