El sentimiento antiestadounidese

Viernes, 24 de agosto de 2012

Fred Halliday

Tuve la suerte en Londres de asistir a algunas clases del reputado y ya fallecido experto en Medio Oriente (experto en todo, en realidad), Fred Halliday.

Halliday hacía una crítica demoledora al antiamericanismo, argumentando, entre otras cosas, que el discurso antiestadounidense casi siempre revelaba una profunda ignorancia sobre las dinámicas y el funcionamiento del sistema político norteamericano.

Y recordé a Halliday escuchando una reciente conferencia de prensa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, donde tocó la controversia de Assange.

En la conferencia se abordó la posible cancelación del ATPDEA, que consiste en un intercambio de preferencias arancelarias (ofrecidas por EEUU) por la colaboración en la lucha antinarcóticos. Un periodista le preguntó a Correa sobre las declaraciones de unos legisladores norteamericanos que amenazaron con la suspensión de este acuerdo como retaliación al asilo político que concedió Ecuador a Assange.

¿Y qué respondió Correa?

Que esta contradicción revela que EEUU está detrás de los esfuerzos para bloquear el asilo de Assange y extraditarlo a Suecia (con la intención final, claro, de llevarlo a una cárcel estadounidense). Por un lado Estados Unidos dice que no está conspirando contra Assange. Por el otro amenaza con cancelar el ATPDEA como castigo al asilo. Correa se pregunta: ¿No es entonces obvio que Estados Unidos está persiguiendo a Assange y presionando a medio mundo para impedir su salida a Ecuador?

Para mí no lo es. Dejando a un lado el debate sobre si Estados Unidos está o no está presionando tras bastidores (nadie niega que esto es una posibilidad), las declaraciones de los legisladores no prueban nada. Según entiendo, fue la congresista republicana, Ileana Ros-Lehtinen, la que dio las declaraciones sobre el ATPDEA. Y pensar que estas declaraciones revelan las verdaderas intenciones de Estados Unidos es básicamente igualar lo que piensa la estridente Ros-Lehtinen con la política exterior de Barack Obama; fundir a Ileana Ros-Lehtinen con Hillary Clinton; a una congresista del partido Republicano con los Demócratas encargados de dirigir la política exterior de EEUU.

Bajo cualquier circunstancia esto sería cuestionable, pero con el actual clima de polarización entre ambos partidos esto es simplemente ridículo. No es una exageración decir que a Ros-Lehtinen no le gusta prácticamente nada de la política exterior de Obama.

Hay otros detalles. El ATPDEA expira en julio a menos que el Poder Legislativo decida renovarlo. Y, si es suspendido, como es posible, no sería sólo porque el asunto de Assange molesta a muchos congresistas. También por varios otros asuntos como la expulsión del embajador de Washington en Quito y la batalla de Chevron con el gobierno ecuatoriano, que ha irritado a muchos empresarios norteamericanos que, a su vez, han ejercido presión sobre el Congreso. En fin, la suspensión del ATPDEA podría ser el resultado de la hazaña de Correa de irritar (no siempre sin razón) a múltiples sectores en EEUU antagónicos entre sí, cuyos intereses propios se anteponen a los grupales, cuando los hay.

A declaraciones como las de Correa se refería Fred Halliday.

Acompañar y validar

Miércoles, 22 de agosto de 2012

Heather Berkman de Eurasia Group:

In the Dominican Republic, the loss of help from Venezuela would put the new Danilo Medina administration in a tough spot, particularly since Chávez’s patronage allowed the outgoing Leonel Fernandez administration to avoid painful belt-tightening, in particular, by bailing out the state-owned electricity company and keeping money flowing to privately owned generators who threatened to shut off the lights. If Chávez exits and Petrocaribe is cut off next year, Medina’s government will have to finally force consumers to pay for their electricity (or at least stop stealing it), and tap domestic financial markets or turn to international creditors to avoid leaving its people in the dark. Access to foreign financial markets can probably help the new government keep the lights on, but that will leave Medina’s government with less of the financial capital it needs to begin building its political capital.

Imaginen que Chávez decida no reconocer los resultados el 7 de octubre. ¿Piensa usted que República Dominicana se pondría del lado de la oposición?

No, ni tampoco lo harían el Alba ni Unasur. De hecho, el acuerdo del “acompañamiento electoral” del CNE con Unasur es una jugada maestra del oficialismo. Una misión de Unasur irá a Venezuela a validar lo que decida el gobierno, porque, incluso si Chávez no reconoce los resultados, esa misión no estará en la posición de detectar esto ni mucho menos denunciarlo. “Acompañar” es un simple eufemismo para “validar.”

¿Y qué hay de México y Estados Unidos?  Si Unasur no hace nada, México tampoco moverá un dedo. Estados Unidos seguramente se quejaría si el gobierno no reconoce, pero recuerden que ese día estarán a un mes de sus propias elecciones presidenciales, lidiando, todavía, con Siria y otros problemas internacionales más graves que Chávez. Y así fueran otras las circunstancias, no hay mucho que Estados Unidos pueda hacer, como lo demostraron las elecciones en Nicaragua el año pasado.

En fin, si el gobierno irrespeta los resultados, estamos solos, lo cual está bien. El golpe de Honduras y destitución de Lugo en Paraguay han demostrado de todos modos los límites de la presión internacional. El respeto de los resultados, si son positivos para la oposición, tienen que garantizarlo los propios venezolanos, esperemos que con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

La deshonestidad de Niall Ferguson

Martes, 21 de agosto de 2012

Cambiando radicalmente de tema, me gustaría comentar la controversia alrededor del artículo que publicó Newsweek de Niall Ferguson, titulado “Hit the road, Barack: Why we need a new president.”

El artículo es basura y ya muchos se han encargado de señalar su innumerables errores.

Pero a mí lo que más me impresionó más fue la patética respuesta de Ferguson a Paul Krugman, quien lo acusó de querer engañar a sus lectores con una tergiversación de un reporte del Congressional Budget Office.

Básicamente, Niall Ferguson respondió que sí, eso fue precisamente lo que hizo.

Y, si no lo ven con claridad, lean a Brad DeLong y Andrew Sullivan.

Ciertamente, a mí esto me parece más escandaloso que el plagio de Fareed Zakaria, que motivó una breve suspensión de CNN. Esto no es un descuido, sino una admisión cínica de deshonestidad intelectual.

Reducir la violencia

Martes, 21 de agosto de 2012

The Washington Post publicó un reportaje sobre la impresionante disminución en el número de homicidios en Ciudad Juarez, México:

La buena noticia es que la impresionante disminución ocurrió en apenas dos años. La mala es que la reducción quizá se debe  a que el cartel de Sinaloa, liderado por José “El Chapo” Guzmán, ganó el control del tráfico local de drogas y de las rutas del contrabando hacia el norte.

Sin embargo, pienso que incluso la mala noticia tiene su aspecto positivo, porque demuestra que parte de la violencia es menos estructural (o más fácil de reducir) de lo que algunos piensan.  Es decir, no es una sociedad podrida hasta el tuétano lo que estaba provocando este altísimo número de homicidios, sino un factor más circunstancial: la guerra entre carteles.

La violencia, claro, siempre tiene causas estructurales que no son fáciles de atacar. Pero, cuando las tasas de homicidios son tan inusualmente altas, sí hay políticas relativamente fáciles de implementar que pueden acarrear disminuciones considerables en el número de víctimas, en un tiempo relativamente corto.

Llegarle a los ricachones

Lunes, 20 de agosto de 2012

Esto es de Noticiero Digital:

“Chávez el 7 de octubre y más nada (…) ni gobernador ni alcalde, nada de eso. Vamos a centrarnos en la unidad dentro de la diversidad,” enfatizó el candidato a la reelección, al tiempo que insistió en que su proyecto también incluye “a los ricachones”…Asimismo, comentó que “tenemos que ir más allá del rojo rojito, hay que ir más allá a convencer.”

Y esto es de AVN, un día después:

 “Hay una orientación en la campaña de Capriles y un cambio en su discurso, él no va a buscar a los indecisos, él tiene que tocar votos del chavismo porque la brecha es muy grande,” aseveró [Aristóbulo Istúriz].

Hat Tip: Alfredo Tarre.