El pragmatismo de Falcón

Miércoles, 6 de octubre de 2010

Henri Falcón

Henri Falcón en una entrevista a Unión Radio:

“Si ponemos de verdad los pies sobre la tierra…nosotros habíamos estado en la concepción de una opción distinta, un poco tirarle al centro, etcétera…Pero lamentablemente la polarización en este país se afianzó con este proceso electoral. Entonces hay dos caminos, no podemos escoger otro. Hay un camino de la arbitrariedad, del autoritarismo, y por el otro lado tenemos el camino del consenso, del diálogo, del desarrollo, del respeto, la tolerancia y la democracia. Entonces nosotros, con todas nuestras diferencias, tenemos que elevarnos sobre nuestros intereses particulares, y coincidir con la democracia, coincidir con el país, y tratar de dejar de lado los intereses subalternos, para poder enmarcarnos dentro de una visión que permita rencontrarnos a todos como venezolanos.”

En otras palabras, Henri Falcón está diciendo que, si tiene que escoger entre oposición y gobierno, él escoge a la oposición. También abre la puerta a una posible integración del PPT a la MUD, lo cual no sorprende. Falcón es un líder moderno y pragmático, capaz de captar rápidamente que, después de los resultados del 26, en los que el PPT fue casi anulado por la polarización del voto, la tercera vía propuesta por su partido es una quimera.

Falcón, creo, ve el panorama con meridiana claridad. Su objetivo principal, del que acaso depende su supervivencia personal, es, antes que construir una tercera vía, impedir que Chávez se perpetúe en el poder. La pregunta clave entonces es qué debe hacer el PPT para alcanzar este objetivo; dónde puede ser más útil para combatir el proyecto autoritario de Chávez. ¿En ese reducido espacio electoral que existe entre la oposición y el gobierno -que hizo al PPT perder varios diputados en Lara- o sentado en la Mesa de la Unidad Democrática?

Si no me equivoco, Falcón ya se dio cuenta que, sin el PPT, la MUD tiene menos fuerza y recursos para frenar al gobierno. Y sin la MUD, el PPT no tiene poder alguno frente a Chávez ni mayor posibilidad de sobrevivir las fauces autoritarias del régimen.

La unión es simplemente el mejor camino.

Premio de consolación

Martes, 5 de octubre de 2010

Jacqueline Farías

¿Se acuerdan del plan de Chávez de superponer “vicepresidentes regionales” escogidos por él sobre la estructura de gobernadores y alcaldes electos por el pueblo?

Chávez asomó la idea a mediados de 2007 como parte de su propuesta de reforma constitucional. Y la propuesta fue rechazada en diciembre, en lo que marcó su primera derrota desde que ascendió al poder en 1998.

Luego, un año después, la oposición ganó varias de las gobernaciones más importantes del país, además de la alcaldía Metropolitana.

Es cierto que Chávez luego despojaría de recursos y poderes a algunas de estas gobernaciones y alcaldías, y haría aprobar leyes para eliminar el FIDES y la ley de asignaciones económicas especiales.

Pero también es cierto que, rechazando a través del voto la reforma, y luego llenando espacios (también a través del voto) en esa estructura federal del país que el gobierno no ha logrado demoler, la oposición le ha complicado la vida al presidente.

Y esta presencia importante en estas estructuras democráticas -que son el gran legado de la Cuarta República- ha sido consolidada en las elecciones legislativas, al punto que ahora será mucho más difícil demoler estas estructuras porque hay demasiada gente adentro protegiéndolas.

Un perfecto ejemplo es la gobernación del Táchira. Cuando Pérez Vivas ganó las elecciones en 2008 la oposición fue mayoría en apenas 6 de los 29 municipios del estado. En las elecciones legislativas 19 de los 29 ayuntamientos sufragaron mayoritariamente por la MUD.

La oposición todavía confronta grandes retos y está lejos de lograr su principal objetivo.

Pero en el pulso que libra con el gobierno no se ha dejado doblegar.

¿Y qué decir sobre plan de Chávez de imponer vicepresidencias regionales? Pues que lleva más de tres años de retraso, casi haciendo parecer a Jacqueline Farías como un premio de consolación.