Las dos herencias

Viernes, 24 de diciembre de 2010

Manuel Caballero

Las manifestaciones en Caracas el 14 de febrero de 1936 llevaron el entonces presidente, Eleazar López Contreras, a un cambio en su gobierno y a liberalizar su política.

Entre otras cosas, López Contreras tuvo que destituir al gobernador del Distrito Federal, restituir las garantías constitucionales suspendidas el 5 de enero y derogar un decreto de censura y control sobre los medios (periódicos y radio) emitido dos días antes de las manifestaciones.

Al recién fallecido historiador venezolano Manuel Caballero le gustaba resaltar la importancia de ese día. En su biografía de Betancourt dice que el 14 de febrero del 36 afloró la mentalidad democrática de la nación y que desde entonces Venezuela vive en democracia. La gente tomó la calle y no la abandonó más:

“Había un nuevo actor en escena: la calle. La calle y no sólo esa opinión pública que por boca de los viejos dirigentes civiles y militares se había expresado en 1908, sino la opinión activa y sin intermediarios. Hay que insistir no sólo en que eso se dio por primera vez desde 1830, sino que se hizo en forma mucho más clara y definitiva que el 19 de abril de 1810, cuando los jefes de la poblada eran también los jefes de la sociedad.”

Es posible que Caballero exagerara un poco la importancia de ese 14 de febrero. Después de todo, durante los períodos de López y Medina no se logró la reforma necesaria para la universalización del voto ni su instrumentación directa.

En términos formales fue el estatuto electoral de 1947 el que permitió las elecciones universales, directas y secretas para los diputados a la Asamblea Constituyente. Y fue la Constitución Nacional de 1947 la que consagró la representación proporcional de las minorías, concepto que Chávez ha pulverizado en años recientes.

A mi modo de ver, el 14 de febrero de 1936 fue la chispa inicial que marcó un proceso de democratización sin precedentes en la historia de Venezuela. La democracia quizá no afloró ese día pero sí comenzó a abrirse paso ante una tullida herencia autoritaria de varios siglos.

Es cierto que todavía quedan rezagos visibles de esa herencia autoritaria. Muchos venezolanos siguen guardando con respecto al poder, aunque sea democrático, una relación de subordinación que explica en parte el todavía significativo arrastre popular de Hugo Chávez.

Pero también es cierto que el espíritu del 14 de febrero sigue vivo, dispuesto a ganar el pulso que se libra hoy en Venezuela:

Sobre la corrupción

Martes, 21 de diciembre de 2010

En Venezuela la corrupción tiene miles de manifestaciones, desde el más pequeño trámite burocrático a la asignación de contratos millonarios sin proceso de licitación (a cambio de jugosas comisiones). Reconocer esta realidad es importante para entender que igualar todos los actos de corrupción es un error. Claramente, hay corruptos y corruptos. Algunos actos de corrupción son peores que otros.

Es posible, por ejemplo, imaginarse a un empresario relativamente honesto pagarle a un funcionario de Cadivi para que le entreguen los dólares que le corresponden, sin los cuales su negoció de importación no puede sobrevivir. Es también posible imaginárselo pagándole a un funcionario de la aduana por la sencilla razón de que, por la vía legal, su mercancía no sale del puerto. Entre este empresario y el empresario que se asocia con un funcionario para obtener sin proceso de licitación un contrato con sobreprecio hay una diferencia importante. En el primer caso es posible que el importador, de haber vivido en un país desarrollado, y con instituciones fuertes, jamás hubiese cometido un acto de corrupción.

El problema, sin embargo, es que quien decide, por razones de “supervivencia,” tolerar cierto grado de corrupción en las operaciones de su negocio se coloca en una pendiente resbaladiza, pues la frontera que separa éste de otros tipos más graves de corrupción es gaseosa. Lo que comienza cómo un simple mecanismo de supervivencia puede degenerar en faltas éticas mucho más graves. Una vez que se cruzan ciertos límites, las barreras que separan lo corrupto de lo más corrupto, lo malo de lo peor, son más difíciles de ver y reconocer, y, sobre todo, más fáciles de rebasar. La corrupción genera más corrupción. El empresario relativamente honesto puede terminar convirtiéndose en un cómplice de criminales.

En este sentido la corrupción en Venezuela tiene una dimensión trágica. El sistema corrompe. Hasta gente con nunca imaginamos capaz de robarse un medio termina implicada en grandes estafas.

Frustración mal canalizada

Viernes, 17 de diciembre de 2010

Después de proponer ayer algunas líneas de acción para la MUD, varias personas me respondieron diciéndome que la oposición no hacía nunca nada, que era “sinónimo de inacción,” “incompetente,” “egoísta,” “sólo pendiente de sus propios intereses.” Y para más asumiendo que, por haber garabateado esas sugerencias, yo compartía esa opinión de la MUD.

Estas reacciones son comunes. En buena medida expresan la frustración de muchos por la limitada capacidad de respuesta que tienen los venezolanos frente a los atropellos del gobierno. Es quizá una manera inconsciente de ventilar esta impotencia, de rebelarse contra la dura realidad de que Chávez tiene el poder de perpetrar graves abusos sin mayores consecuencias.

Sea cual sea la razón, estas descalificaciones son injustas y, más grave aún, contraproducentes. Es cierto que la oposición quizá no ha hecho en estos últimos días todo lo que ha podido hacer. Pero es falso que “no haya aparecido” o que sea “sinónimo de inacción.”

Un recuento de los últimos dos días:

1) 25 diputados de la MUD se trasladaron a la sede en Caracas de la OEA y pidieron una audiencia con el secretario general.

2) La MUD anunció en conferencia de prensa la creación de una Junta de Coordinación Nacional contra el paquete de leyes.

3) 65 diputados opositores se trasladaron a las puertas de Globovisión para condenar las reformas de las leyes Resorte y Telecomunicaciones.

4) La Asociación de Alcaldes del Pueblo se pronunció en TV contra el grupo de leyes del poder popular. Varios alcaldes también fueron a Globovisión para criticar las reforma de las dos leyes de medios.

5) Pérez Vivas, Capriles, Ledezma, Pablo Pérez, Henri Falcón -todos se pronunciaron públicamente contra la ley habilitante, a pesar de que algunos de ellos siguen lidiando día y noche con la tragedia de los damnificados.

Y, según he escuchado, ya vienen anuncios de otras medidas más importantes que tomará la MUD.

La sociedad civil también ha reaccionado. 126 profesores de Derecho Público de las universidades nacionales emitieron un comunicado. Estudiantes ucabistas protestaron enfrente de la Asamblea Nacional. Y la Alianza por la Libertad, que agrupa a diferentes sindicatos de periodistas, centros de investigación, federaciones y ONG, solicitó un derecho de palabra en el parlamento (donde Carlos Correa, el corajudo director de Espacio Público, fue agredido).

La oposición, pues, está haciendo algo más que quejarse por Twitter de la incompetencia de los demás.

Ideas para la MUD

Jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Cómo reaccionar ante esta emboscada totalitaria que Hugo Chávez, siempre inmoral pero también siempre sagaz, preparó justo para las navidades, cuando la oposición organizada tiene, por razones obvias, menos capacidad de movilizar a su gente?

No habiendo Estado de Derecho en Venezuela, la MUD sólo tiene un camino: llevar a cabo acciones para ejercer presión sobre el gobierno.

¿Que el gobierno igual no va a retroceder?

La pregunta importante no es esta. La pregunta importante es ¿qué otra opción tenemos para combatir esta última emboscada? Entre tomar las armas y quedarse quietos, yo creo que la mejor opción es buscar mecanismos originales de presión.

Algunas ideas:

1) Manifestaciones simultáneas. Elegir un día para realizar manifestaciones simultáneas en varios estados del país, al menos los que están gobernados por la oposición. La de Caracas, por supuesto, es importante, porque ya sabemos que la cercanía física a la adversidad es lo que más asusta a Chávez. De lo contrario, no hubiese priorizado a Caracas por encima del resto del país cuando los apagones; o dejaría que la gente marchara cerca de Miraflores.

La simultaneidad de las protestas tiene un valor simbólico importante, pues quizá resonaría más en la prensa mundial, lo cual podría provocar pronunciamientos más fuertes y seguidos por parte de otros gobiernos y mayor consciencia de lo que ocurre entre activistas defensores de los derechos humanos.

La empresas privadas, por cierto, deberían contribuir a financiar estas marchas. El riesgo que corren financiando a la oposición no es mayor al que corren dejando que Chávez siga demoliendo las estructuras democráticas del país.

2) Enmarcar la controversia de la habilitante en términos que reflejen la realidad. Para mucha gente (fuera y dentro de Venezuela) la habilitante es algo muy abstracto, que no expresa el grado de abuso de la medida del gobierno. Se debe comenzar a hablar de un desconocimiento de la voluntad popular, o de una disolución del nuevo Congreso.

3) No soltar el tema. Así como la oposición no soltó el tema de Pudreval y el crimen durante la pasada campaña electoral, todos los días ideando una manera de mantener estos asuntos en la palestra pública, la oposición se debe enfocar en este tema obsesivamente, durante las próximas semanas.

4) Presión internacional.  Ya la MUD está solicitando una reunión con Insulza. Y ya la CIDH emitió un comunicado protestando las medidas de Chávez. Pero se puede hacer más. Hay varias organizaciones que han sido muy solidarias con Venezuela, algunas de las cuales ya se han pronunciado, que no apoyan las nuevas medidas del gobierno. La SIP, el CPJ, AIR, Reporteros sin Fronteras -estas y otras organizaciones deberían formar un frente común para protestar las medidas contra los medios. La MUD debería proponer la idea de un comunicado conjunto de todas las organizaciones que ya se han pronunciado.

Por otra parte, las ONG locales deben presionar a las dos grandes, Human Rights Watch y Amnistía Internacional, a que se pronuncien (ya que muchas ONG locales tienen contactos con ambas). Quizá me equivoco, pero sospecho que si estos abusos provinieran de Álvaro Uribe, José Vivanco ya hubiese reaccionado.

Otra cosa que se puede hacer es pedir ayuda a quienes ya han ayudado a la oposición venezolana a dar la batalla de las ideas. No estaría mal pujar la idea de una carta conjunta de reputados intelectuales y ex líderes políticos de izquierda y derecha.

Carlos Fuentes, Felipe González, Ricardo Lagos, Joaquín Villalobos, Jorge Castañeda, José María Aznar, Genaro Arriagada, Alejandro Toledo, Vicente Fox, Fernando Henrique Cardoso, Lech Walesa,  Fernando Savater, Enrique Krauze, Carlos Alberto Montaner, Sergio Ramírez, Guillermo Cochez, Yoani Sánchez, Václav Havel.

No estaría mal, además, pedirle un pronunciamiento al nuevo premio Nobel, Mario Vargas Llosa.

Quizá pujar la idea de la carta no es tan fácil, pero llamar a Vargas Llosa, que siempre ha sido tan solidario con Globovisión y con la oposición venezolana, no es difícil. Con el premio Nobel, el alcance de su voz se ha expandido considerablemente.

José Miguel Insulza o Lula no se van a pronunciar por sí solos. Pero si la MUD logra convertir estas medidas en un issue internacional guardar silencio no va a ser tan fácil.

¿Fujimorazo?

Lunes, 13 de diciembre de 2010

La reacción hoy contra las reformas a la Ley Resorte y la Ley de Telecomunicaciones fue admirable, tanto en el ámbito nacional como internacional. Creo que desde el arresto de Alvarez Paz no había visto una reacción tan fuerte (aunque la presión debe continuar y ahora manifestarse en la calle).

Pero la reacción al nuevo anuncio de Chávez, de pedir una habilitante por un período entre 6 y 18 meses, debe ser todavía más fuerte. No sólo por parte de los venezolanos, que estamos obligados a alzar la voz y protestar frente a este brutal atropello. También por parte de la comunidad internacional. Brasil, cuyo poder de influencia sobre las decisiones de Chávez sólo es superado por el de Cuba, debe tratar de interceder. José Miguel Insulza debe pronunciarse en contra de la medida. Estados Unidos, Canada y Europa deben jugar duro en términos de presión diplomática para combatir esta ley habilitante y las reformas a las leyes de medios.

Quizá esto es mucho pedir, pero sólo con presion interna y externa Chávez puede ser forzado a retroceder.

Debe recordarse que el famoso “fujimorazo” fue perpetrado en Perú cuando el Congreso le negó a Alberto Fujimori poderes especiales para legislar. Frente a esta negativa Fujimori decidió disolver el Congreso.

Chávez pretende recibir poderes especiales para bypassear la nueva AN hasta casi las elecciones presidenciales de 2012. Considerando que ya de por sí hay un desfase entre la composición de la nueva AN y las preferencias políticas de los venezolanos, lo que separa este abuso del fujimorazo es muy poco.