Apetitos con palabras

Lunes, 29 de abril de 2013

Alberto Barrera dice algo que ya he comentado, pero que quiero volver a comentar porque llevo tiempo sin tocar el tema.

[En el acto de proclamación] Maduro de pronto saluda a Zelaya: “¡El presidente Zelaya!”, dice. Y parece entonces recordar que en el recinto también se encuentra Lobo. Y de inmediato lo saluda: “¡El presidente Lobo!”, dice. Ambos, sentados a distancia, sonríen sin mirarse. Maduro trata de sortear el breve pero espeso silencio en la sala y todos los venezolanos miramos a Zelaya, a Lobo; a Lobo, a Zelaya, haciendo tiempo para que la memoria lentamente nos devuelva los días del golpe de Estado en Honduras, los días en que este Gobierno financió un intento de regreso de Zelaya a su país, el avioncito queriendo aterrizar, los juramentos de no reconocimiento a Lobo, los jueguitos de guerra a control remoto… Ahí estaban los dos, sonriendo. Nada importa. Ninguna palabra tiene valor.

Esto lo mismo que decía Ortega y Gasset sobre el “hombre masa.” En el discurso chavista las palabras no tienen el peso del significado o de la convicción. Las ideas no son ideas sino “apetitos con palabras.” Los insultos no son insultos sino estados de humor,  herramientas de manipulación o vehículos para ventilar frustraciones y desagravios personales.

Chávez era el arquetipo del hombre masa de Ortega. Una vez, por ejemplo, se contentó con Uribe y lo invitó a Caracas después de haberlo llamado “genocida,” “paramilitar,” “líder de una mafia,” “mentiroso” y “criminal.” El PCV decidió organizar una protesta contra la visita de Uribe. Chávez se puso fúrico. Dijo que él mismo había invitado a Uribe y recordó que los comunistas, por haberse aliado con el ex presidente Rafael Caldera, no habían protestado contra la visita a Venezuela que hizo Bill Clinton en los noventa.

En otras palabras, los insultos a Uribe no debían interpretarse con tanta seriedad. Como dice Barrera, Chávez simplemente jugaba a la guerra. Y, como las condenas a Lobo, sus palabras no tenían el peso del significado o de la convicción.

Para los comunistas, sin embargo, esos insultos no eran palabras vacías. Recibir a un genocida en Miraflores les parecía algo serio, digno de una protesta.

Cinismo innecesario

Viernes, 26 de abril de 2013

Juan Manuel Santos sobre el 14-A:

Una democracia tiene unas reglas de juego que en la elección pasada fueron exactamente las mismas reglas y se acataron, se respetaron. ¿Por qué no va a ser lo mismo ahora a pesar de que la diferencia es menor? Las diferencias pequeñas se han visto en muchos países: México con Calderón, inclusive Bush con Al Gore. Cuando una autoridad respetada por las dos partes da un veredicto, la obligación de todo el mundo es aceptarlo.

Santos tiene el derecho a sacar cuentas y decidir que a Colombia no le conviene un conflicto con Venezuela. Y no pelear con Venezuela significa nunca criticar al gobierno y callar ante los abusos. Dicho esto, la declaracion me recuerda a José Antonio Abreu diciendo:

Estamos en un país libre donde todo el mundo puede expresar su opinión….yo vivo en un país donde hace unos días la oposición a Chávez participó masivamente en unas elecciones pacíficas. Yo vivo en un país donde la democracia se siente en los procesos electorales y la contínua libertad. Nunca he sentido la más mínima presión política.

Está bien que Santos y Abreu decidan no pelear con el gobierno, pero ¿pierden algo no haciendo estas cínicas declaraciones? Francamente, yo creo que se pueden dar ese lujo sin poner nada en riesgo.

Por cierto, el cinismo de Santos es aún más evidente a la luz de lo que escribió en 2004:

En el fondo, Chávez habría preferido llegar al poder por la vía del golpe de estado y no por caminos democráticos, hacia cuyas instituciones siente desprecio porque, como a todo tirano, le significan una camisa de fuerza. No en vano ha ejercido el poder con un estilo típicamente autocrático y cada vez más alejado del estado de derecho. Nadie duda de que Chávez fue legítimo en el origen. Como lo fueron Hitler, Mussolini, Aristide, Fujimori… y tantos otros demagogos convertidos en tiranos.

Ustedes se robaron las elecciones

Jueves, 25 de abril de 2013

Capriles haciendo lo que tiene que hacer:

Ilusión de armonía

Miércoles, 24 de abril de 2013

Mucha gente ha asignado un peso considerable a las divisiones internas como factor de riesgo para el chavismo. Sin el liderazgo de Chávez, con su indudable poder aglutinador, el chavismo podría implosionar, sobre todo si se acentúa la crisis económica.

Pero ¿es esto cierto?

Le escuché al economista Francisco Rodríguez una teoría interesante al respecto.

Como todos sabemos, Chávez dejó una estructura de mando en la que el poder está totalmente centralizado en el presidente, tanto al nivel del Estado como el de partido.

Esto es algo sumamente poderoso en un país cuya única fuente externa de ingreso, el petróleo, es propiedad del gobierno.

¿Por qué? Porque quien esté al mando tiene un poder casi absoluto sobre la asignación de recursos. Y el acceso a la renta petrolera es un incentivo poderosísimo para no rebelarse contra la persona que tiene este poder de repartición.

Para Maduro, pues, es muy fácil comprar lealtades políticas y mantener contentos a quienes debe mantener contentos para permanecer en el poder. Si maneja la asignación de recursos de una manera políticamente efectiva, su partido y los militares se unirán detrás de él, incluso si su popularidad baja.

Ahora bien, Maduro ha dado muestras de incompetencia en todos los ámbitos. No me extrañaría que también falle creando una ilusión de armonía dentro del chavismo.

La exigencia de la oposición

Martes, 23 de abril de 2013

Joseph Poliszuk reunió una lista sobre las irregularidades del 14-A. Entre ellas:

  • El candidato Henrique Capriles denunció que, hasta con armas de fuego, los testigos de su opción fueron conminados a abandonar 286 centros de votación en los que hay un universo de 722.983 electores.
  • Esta semana aparecieron casos de colegios en los que hubo más votos que votantes. Carlos Ocariz, desde el Comando Simón Bolívar, dice que las auditorías del 14 de abril advierten que más de 20% de las actas no coinciden con los resultados de los escrutinos.
  • El candidato Henrique Capriles advirtió el martes que la violencia fue la regla en 397 colegios electorales que suman un universo de más de 1,2 millones de electores.
  • Henrique Capriles denunció que hubo un total de 535 máquinas dañadas que afectaron a un universo de 189.982 votantes.

Para mí está claro lo que debe exigir la oposición (y que Capriles ya asomó). Se debe repetir el proceso electoral. El número de votos afectados por estas irregularidades es superior a la diferencia entre ambos candidatos. Las irregularidades que se cometieron el día de las elecciones han podido cambiar el resultado. Ni hablar de las que se cometieron antes.

Lean aquí el resto del reportaje de Poliszuk.