Ilusión de armonía

Miércoles, 24 de abril de 2013

Mucha gente ha asignado un peso considerable a las divisiones internas como factor de riesgo para el chavismo. Sin el liderazgo de Chávez, con su indudable poder aglutinador, el chavismo podría implosionar, sobre todo si se acentúa la crisis económica.

Pero ¿es esto cierto?

Le escuché al economista Francisco Rodríguez una teoría interesante al respecto.

Como todos sabemos, Chávez dejó una estructura de mando en la que el poder está totalmente centralizado en el presidente, tanto al nivel del Estado como el de partido.

Esto es algo sumamente poderoso en un país cuya única fuente externa de ingreso, el petróleo, es propiedad del gobierno.

¿Por qué? Porque quien esté al mando tiene un poder casi absoluto sobre la asignación de recursos. Y el acceso a la renta petrolera es un incentivo poderosísimo para no rebelarse contra la persona que tiene este poder de repartición.

Para Maduro, pues, es muy fácil comprar lealtades políticas y mantener contentos a quienes debe mantener contentos para permanecer en el poder. Si maneja la asignación de recursos de una manera políticamente efectiva, su partido y los militares se unirán detrás de él, incluso si su popularidad baja.

Ahora bien, Maduro ha dado muestras de incompetencia en todos los ámbitos. No me extrañaría que también falle creando una ilusión de armonía dentro del chavismo.

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