Vivos y bobos

Lunes, 17 de enero de 2010

Sebastián Uribe Riley en La voz interior de Darío Jaramillo Agudelo:

Hemos elevado el avvivato a la categoría de héroe. El que se salta la fila, el conductor que se adelanta por la zona de seguridad en el trancón, el que se aprovecha de otro. Hemos aceptado como categoría del trato social que el mundo se divide en vivos y bobos. Todos quieren ser vivos. Tomar lo que pueden. Asaltar la nevera. Acabar con todo, en una permanente actitud de saqueador. Ese es el vivo. El modelo social. No se deje, mijito. Muchos pasados de vivos, muchos realmente vivos, muchos bobos abusando del prójimo para sentirse vivos. Al final, todos bobos, todos víctimas de una forma de trato en la que el fin es abusar del otro, brincarse las reglas, aprovechar cuando los otros dan tiro. Las reglas de juego comunes no existen. Nada merece respeto.

Es difícil medir estas cosas y siempre es un error generalizar basado en la experiencia personal, pero creo que esta manera de ver la vida, esta peculiar definición del logro y el mérito, esta retorcida manera de jerarquizar individuos dentro de una sociedad, que entroniza a la viveza como valor supremo, superponiéndola a valores como la decencia, la integridad, la ética, la disciplina, el esfuerzo y la vocación, es más conspicua en Venezuela que en otros países. Es una realidad que rezuma incluso en conversaciones con las elites más ilustradas, en las cenas de las familias más cultas.

En parte, creo, el problema es estructural. Porque en la sociedad rentista que es Venezuela la correlación entre el éxito y el esfuerzo, entre el reconocimiento y la disciplina, entre el ascenso social y la creatividad, es sumamente débil. En Venezuela conectarse bien con los gatekeepers es lo más importante. Ser vivo, y no necesariamente ser estudioso o innovador o creativo, es el camino a tomar para surgir. La creatividad y la inteligencia es malgastada en este ejercicio de la viveza, en esta vocación por el atajo.

La solución, claro, es tratar de ser más vivos que los vivos para desmontar este perverso sistema de incentivos que privilegia la viveza de un mediocre como William Ruperti y margina la creatividad y disciplina de un potencial Steve Jobs.

Esto constituiría una verdadera revolución.

PD: Además del párrafo de La voz interior, cortesía de Mirtha Rivero, esta reflexión la inspiró un gesto: la sonrisita que, durante este comentario, se cierne en la mirada del narcotraficante Walid Makled (ver 2.20). Uno nota claramente que el orgullo que brilla en su mirada (por la manera como compraba a altos funcionarios del gobierno venezolano) es mayor a la verguenza por estar preso por narcotraficante. Difícil conseguir un ejemplo más extremo de lo que dice Sebastián Uribe Riley.

La puerta del cielo

Viernes, 14 de enero de 2011

Cuando se habla de ventajismo del gobierno en los procesos electorales, la mayoría piensa en el uso ilegal y abusivo de recursos del Estado con objetivos proselitistas.

Pero escuchar con atención las entrevistas de RCN con el narcotraficante William Makled me han hecho pensar que este ventajismo involucra tanto al sector público como el privado, incluyendo la el sector privado ilícito.

En la entrevista de RCN, por ejemplo, Makled cuenta que contribuyó con dos millones de dólares para el referendo de 2004. Como agradecimiento a esto, cuenta, le consiguieron las concesiones de Puerto Cabello.

No es exagerado presumir que, con el control de este puerto, Makled multiplicó su fortuna con sus actividades ilícitas, lo cual seguramente se tradujo en mayores sumas para las campañas electorales del gobierno (por no hablar del engrosamiento de las cuentas bancarias personales de funcionarios chavistas).

Ahora bien, al narcotráfico le conviene que este gobierno esté en el poder. Por eso el incentivo para dar dinero a las campañas electorales es enorme. Así no sea a cambio de favores específicos, al narcotráfico le interesa mantener el status quo.

Lo mismo se puede decir de empresarios boliburgueses cuya fortunas siderales dependen de sus contactos con el actual gobierno.

Este codicioso grupo le dará al presidente lo que sea en la campaña de 2012 para que el país siga siendo “la puerta del cielo,” nombre que, según algunos reportes, los narcotraficantes le han dado a la República Bolivariana de Venezuela.

El mito de la independencia

Jueves, 13 de enero de 2011

Varios expertos estadounidenses en América Latina han visto una señal de “independencia” en la reciente decisión de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y Chile de reconocer oficialmente un estado de Palestina.

América Latina, señalan, está tratando de definir una política exterior más independiente, incluso en temas globales sensibles e importantes como la situación de Medio Oriente.

En declaraciones como ésta, debo decir, detecto un chocante tonillo paternal y condescendiente.

Se habla de América Latina como de un hijo idiota que, después de una niñez y adolescencia sumisa, bajo el mando de un padre déspota, decide hacer un gesto rebelde para reafirmar su independencia.

Pero ¿independientes de qué? ¿Por qué debe verse lo de Palestina como un novedoso acto de independencia? ¿Es de verdad tan extraño que los países de América Latina piensen y actúen por su propia cuenta? ¿Acaso nunca se ha visto a estos países hacer un movimiento que no sea dictado por el titiritero imperial?

En el caso de Venezuela, por ejemplo, estos gestos de “independencia” no son nada atípicos. Rómulo Betancourt, propulsor de la OPEP, no era poco independiente en su política exterior. Carlos Andrés Pérez no sólo nacionalizó el petróleo y restableció relaciones con Cuba sino que, en plena Guerra Fría, dio un fuerte apoyo a los sandinistas para derrocar a Somoza. Caldera nacionalizó el gas. Varios presidente venezolanos apoyaron a los demócratas chilenos en la lucha contra la U.S.-supported dictadura de Pinochet.

Esto, por supuesto, no encaja en la inspiradora narrativa del surgimiento de una ola de líderes que por fin están liberando a sus pueblos de las amarras imperiales.

¿Despierta la OEA?

Martes, 11 de enero de 2011

¿Serán las críticas de José Miguel Insulza a la ley habilitante un indicio de una rebelión contra Chávez en la OEA?

Si algo ha caracterizado el paso de Insulza por la secretaría general de la organización, es su renuencia a tomar este tipo de iniciativas.

Por eso, no es descabellada la teoría de que algo está cocinándose en la OEA. Quizá se ha ido conformando silenciosamente un bloque de países que tomará posición sobre la habilitante.

¿Quiénes podrían conformar este bloque?

Yo diría Perú, Chile, Canadá, Estados Unidos, Panamá, Honduras, Costa Rica y quizá El Salvador, Uruguay y México,

¿Brasil? Lo dudo.

¿Argentina? Imposible.

¿Y Colombia? ¿Qué lado tomará Colombia si un grupo de diez o más países decide pronunciarse sobre la falta de democracia en Venezuela?

Si esta reacción contra Chávez ocurre (algo que todavía dudo mucho), la reacción de Colombia será uno de los aspectos más interesantes.

La teoría de la media bola

Viernes, 7 de enero de 2011

La reculada del gobierno con la Ley de Universidades recuerda una teoría que lleva tiempo rondando por ahí, y que se le atribuye al recién fallecido Carmelo Lauría.

La teoría vas más o menos así:

Chávez anuncia un día que va a castrar a toda la población masculina. El anuncio provoca un zaperoco y la oposición toma las calles, exigiendo que el gobierno rectifique.

Chávez espera, monitoreando de cerca la situación. Si las protestas amenazan con desbordarse, el presidente recula y dice, en tono de demócrata que acepta compromisos, que sólo le va a cortar media bola a cada hombre.

Como es obvio, la teoría dice varias verdades.

En primer lugar, está claro que Chávez a veces aplica un conjunto de medidas radicales sabiendo que no las va a aplicar todas. Dependiendo de la reacción que provoquen (y de lo que dicen las encuestas de la sala situacional), decide revocar algunas y dejar las que más le interesan. La reculada parcial es cómo destapar un poco la olla de presión para que no estalle.

En segundo lugar, las medidas que Chávez decide dejar por lo general son muy graves. Nadie ve como un alivio perder sólo medio testículo.

En tercer lugar, la teoría de la media bola revela que, así controle todas las instituciones, Chávez no es inmune a la presión popular. Como ya varias veces lo han demostrado los estudiantes, tomar las calles y protestar es una herramienta efectiva de resistencia democrática.

Y más efectiva si la presión es constante (mientras más presión se ejerce más difícil se la hace a Chávez avanzar y más necesario retroceder).

Por otro lado, no hay que olvidar que la teoría de la media bola no es exacta: la pérdida de la democracia es reversible.