Viernes, 14 de septiembre de 2012
Un comentario rápido sobre el video de Juan Carlos Caldera, dirigente de Primero Justicia, recibiendo fondos de un empresario.
Caldera dice que el dinero que recibe en el video es una contribución para su propia campaña a alcalde de William Ruperti, boliburgués emblemático que tiene excelentes relaciones con el gobierno.
Asumamos que Caldera está diciendo la verdad.
Conociendo a Chávez como lo conocemos, esperaríamos que Ruperti cayera en desgracia por financiar a la oposición; que el gobierno comenzara a acosarlo como lo ha hecho con muchos otros (ex) boliburgueses o empresarios opositores.
Pero ¿creen que algo le va a pasar a Ruperti?
Lo más probable es que no. Porque Ruperti, como es evidente, no estaba ayudando a Caldera. Estaba ayudando al gobierno a tenderle una trampa a la oposición y por eso seguramente será premiado como fue premiado por sus servicios al oficialismo durante el paro petrolero 2002-2003.
Caldera cayó en la trampa. En ese video, y en su versión de los hechos, hay cosas que me decepcionaron, como aceptar dinero para su campaña de esa manera, para más de alguien como Ruperti.
Pero que quede algo claro. Nada de lo que vi en el video, ni nada de lo que contó Caldera, es más escandaloso que la operación que el gobierno, Ruperti, los servicios de inteligencia y los medios oficiales montaron para trata enlodar la candidatura de Capriles.
Más que los errores Caldera, el verdadero escándalo es todo lo que está detrás de la filmación y divulgación del video. Con nuestra bizarra normalidad, es fácil perder esto de vista.
PD: Gustavo Tarre me señala algo que se me escapó. Si la tesis del gobierno del “soborno” es cierta, el sobornador es Ruperti. ¿Se le va a investigar como a Caldera? Pregunta estúpida, lo se.