¿Comienzo del fin?

Lunes, 15 de abril de 2013

Escribí un artículo en inglés para Slate sobre los resultados de las elecciones de ayer. En resumen: falta de legitimidad + grave situación económica = potencial crisis de gobernabilidad.

Pero lean la versión larga.

Por otro lado, veo motivos para ver el futuro con optimismo y para no abandonar la lucha. Como dice Capriles, Maduro se las ingenió para perder en pocas semanas buena parte del capital político que heredó de Chávez. Y lo peor:  la crisis económica está comenzando. Es decir, las cosas se van a poner peor. El liderazgo del Ilegítimo podría colapsar en poco tiempo como un castillo de naipes.

Club de Prensa

Domingo, 14 de abril de 2013

A las 3pm EST voy a estar con un panel hablando sobre las elecciones en Venezuela en NTN24, en el programa de TV del excelente periodista colombiano de la revista Semana, Juan Carlos Iragorri.

La trampa en la que siguen cayendo muchos

Miércoles, 10 de abril de 2013

Esto ya lo he repetido como cinco veces, pero sigo viendo a reporteros cayendo en la trampa cazabobos que son las misiones de acompañamiento. Copio lo ya escrito, adaptándolo al actual proceso electoral:

Hay diferencias importantes entre Misiones de Observación Electoral (MOE) y misiones de acompañamiento.

Las de acompañamiento están increíblemente limitadas en sus funciones, mientras que las MOE vigilan el comportamiento de todos los protagonistas del proceso electoral, así como la organización y administración del proceso por parte de las autoridades electorales. Las MOE también constatan la correspondencia del proceso electoral con las normas vigentes y la Constitución, utilizando criterios universales de transparencia, imparcialidad e integridad electoral.

Para llevar a cabo esta labor las MOE normalmente llegan al país semanas, sino meses, antes de las elecciones, pues el trabajo no se limita a observar la votación sino también el proceso electoral.

Las MOE realizan sus tareas “técnicas” durante las tres fases del proceso: la etapa pre-electoral, la votación en sí y la etapa post-electoral.

Desde hace tiempo Venezuela no acepta a MOE en procesos electorales sino sólo misiones de acompañamiento. Estas misiones son prácticamente de adorno, porque ni siquiera están en la posición de evaluar debidamente lo que ocurre el día de las elecciones. Es decir, no es sólo el hecho de que son incapaces de evaluar el proceso electoral en su totalidad. Están incapacitadas, incluso, para emitir juicios responsables sobre lo que ocurre el día de la votación.

¿Para qué, entonces, el gobierno invita a las misiones de acompañamiento? ¿Qué utilidad tiene la misión de acompañamiento de Unasur que vendrá a observar las elecciones del 14 de abril?

La respuesta es muy simple: son trampas cazabobos. Aprovechándose de que mucha gente no las distingue de las MOE, el gobierno logra a través de ellas dar mayor legitimidad al proceso electoral. En el caso de la misión de Unasur la situación es peor, porque a través de ella el gobierno logrará que la región legitime un proceso que no está en la posición de legitimar. Todos sabemos que la misión no se va a pronunciar en contra del gobierno pase lo que pase, así Maduro decida robarse las elecciones, porque sencillamente no estará en la posición de saber si las acusaciones de fraude tienen fundamento.

En fin, en el mejor de los casos la misión es inútil. En el peor es perniciosamente inútil.

Empantanaos

Lunes, 8 de abril de 2013

Este tiene que ser uno de los gráficos más deprimentes:

Básicamente, hace apenas 30 años el ingreso por persona en Venezuela era el doble del de Chile. Ahora Chile nos lleva una ventaja amplia y nosotros estamos ligeramente por debajo del punto de partida. Puede comprobarlo con el cursor.

Estoy consciente que comparo a Venezuela con lo mejor de América Latina. Pero aún así.

Por otro lado, creo que ya el chavismo tuvo su oportunidad. Le toca a otro.

Pastor aclara

Sábado, 6 de abril de 2013

Primero un rápido resumen. El año pasado las autoridades en Cuba informaron que el disidente cubano Oswaldo Payá había muerto en un accidente automovilístico. Tres personas viajaban con él y las dos personas que sobrevivieron el accidente, un político español, Ángel Carromero, y uno sueco, Jens Aron Modig, corroboraron lo dicho por el gobierno de la isla: la causa del accidente fue exceso de velocidad.

Carromero fue condenado en Cuba, pero lo repatriaron para que cumpliera la condena en su país.

Ahora que está a salvo en su país Carromero está diciendo que las autoridades cubanas lo arrestaron, lo sedaron y lo obligaron a mentir sobre la muerte de Payá. Asegura que el accidente fue causado por el impacto de otro automóvil que venía siguiéndolos. El sueco dice no recordar nada pero “no pone en duda” la veracidad de lo dicho por su amigo español.

El NYT le pidió a Robert Pastor, ex asesor de Jimmy Carter, su opinión sobre el caso:

“Without prejudging such an investigation, a knowledge of the ways in which the Cuban Communist government deals with dissent would lead one to be skeptical of charges that he would have been deliberately targeted for such an accident by the central government. Whether incompetent or overzealous local officials acting on their own might have done something that led to the accident is a different question.”

Vaya, vaya. Tenemos que agradecer al señor Pastor por hacer tan importante distinción. Una cosa es ordenar deliberadamente el asesinato de Payá. Otra cosa es que un esbirro medio loco se haya excedido y al gobierno cubano no le haya quedado más camino que fabricar una historia para tapar este “exceso” y luego obligar a un testigo a corroborar esta historia. ¿Cómo? Encerrándolo en un pestilente calabozo, sedándolo y amenazándolo de muerte. Y luego, de paso, obligándolo a actuar en un reportaje de la TV cubana.

Hay que saber diferenciar, por favor. Tampoco se trata de calumniar a los cubanos.