Hugo Palin

Jueves, 4 de noviembre de 2010

Extrema polarización política, retórica ferozmente antiestablishment y lideres populistas que satanizan al sistema tradicional de partidos y explotan las frustraciones de una población abrumada por la crisis económica, ¿se está latinoamericanizando la política estadounidense?

En un interesante artículo publicado por Buenos Aires Herald, el académico chileno Patricio Navia explora este tema:

La crisis económica de 2008, con su legado de alto desempleo y decreciente poder adquisitivo de la clase media, ha dejado una herida profunda en la confianza que tiene el electorado estadounidense en su gobierno y su clase política. Aunque no totalmente articulado en estos términos, el movimiento Tea Party rechaza al establishment y a los dos partidos políticos que han dominado la política estadounidense durante un siglo. Las referencias del Tea Party a los “Founding Fathers” como precursores políticos son tan históricamente inexactas como las referencias a Simón Bolívar del presidente Hugo Chávez. Rechazando al sistema tradicional de partidos y promoviendo una restauración de una república fundacional (mítica), el Tea Party ha adoptado un discurso populista para abogar por una cura al estancamiento económico de Estados Unidos.

Si aún no está convencido sobre el paralelismo que hace Navia, lea esta columna de Richard Cohen sobre Sarah Palin.

Difícil leerla y no pensar en Esteban.

¿Qué hacer frente a las expropiaciones? (actualizada)

Miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Cuál es la estrategia de la MUD frente a la ola de expropiaciones? ¿Qué va a hacer si, como pareciera ser, la aplanadora chavista no se detiene hasta destruir totalmente el sector privado? ¿Cuál es la estrategia de los empresarios? ¿Cuál es la estrategia de Polar, víctima indirecta de las expropiaciones de Agroisleña y Owens? ¿Qué pueden hacer los sindicatos?

Uno de los deportes favoritos de la comentocracia opositora en Venezuela es criticar a la MUD. Pero lo cierto es que las ausencia de debate en torno a estas preguntas no sólo es culpa de la MUD, también de nosotros, los escritores y periodista de profesión, que no hemos aportado ideas.

¿Qué hacer, entonces, frente a las expropiaciones?

Ejercer presión sobre las instituciones judiciales nunca está de más, pero esta presión no es suficiente en un país como Venezuela, donde no hay separación de poderes.

Por eso hay que explorar también otras opciones.

I. Marchar.

Últimamente, se ha abandonado el uso de las marchas como mecanismo de resistencia democrática y presión al gobierno. Las universidades marcharon hace unas semanas (y algo lograron), pero no se ha convocado aún una gran movilización en contra de la ola de expropiaciones. Los sindicatos, los partidos y los empresarios deberían colaborar para convocar pronto una marcha. (En Honduras, por mucho menos, se convocó ayer un paro cívico nacional).

II. Campaña permanente.

Durante la pasada campaña electoral, los diferentes partidos y movimientos de oposición hicieron un estupendo trabajo denunciando la corrupción de Pudreval. No pasaba día sin que algún dirigente opositor recordara a los venezolanos el escándalo de los alimentos descompuestos. Las expropiaciones, rechazadas por el 75 por ciento del país, podrían ser el nuevo Pudreval. La MUD debería agarrar este tema y no soltarlo.

III. ¿Referendo?

Por ahí alguien asomó la idea de proponer un referendo para que los venezolanos decidamos sobre las expropiaciones. No estoy seguro si me gusta la propuesta, pero no se pierde nada considerándola.

IV. Un frente de empresarios y sindicatos.

Crear un frente de empresarios y trabajadores que reaccionen a cualquier expropiación como si las víctimas fueron ellos mismos no estaría nada mal. No sólo por solidaridad, sino por cuestión de supervivencia personal.

Última hora:

Al parecer ya la MUD se está movilizando para convocar una gran movilización.