¿Moral de la responsabilidad?

Miércoles, 17 de septiembre de 2010

“Venezuela vive una de las etapas más dramáticas de su historia contemporánea. La democracia ha sido secuestrada por Hugo Chávez. Desde la caída de Marcos Pérez Jiménez en 1958, sus instituciones no habían estado tan amenazadas y violentadas….Frente a los últimos acontecimientos no se puede seguir siendo indiferente, porque en situaciones como ésta, la indiferencia se vuelve cómplice.”

“En el fondo, Chávez habría preferido llegar al poder por la vía del golpe de estado y no por caminos democráticos, hacia cuyas instituciones siente desprecio porque, como a todo tirano, le significan una camisa de fuerza. No en vano ha ejercido el poder con un estilo típicamente autocrático y cada vez más alejado del estado de derecho. Nadie duda de que Chávez fue legítimo en el origen. Como lo fueron Hitler, Mussolini, Aristide, Fujimori… y tantos otros demagogos convertidos en tiranos…”

“[Chávez se ha dedicado] a imponer sus criterios en forma excluyente, a fracturar la sociedad, a sembrar odios y a fomentar, por todos los medios, la lucha de clases. Se enfrentó con la Iglesia, los empresarios, los sindicatos, los partidos políticos y los medios de comunicación. Es que bajo su concepción autocrática, concertar era una traición al ideal revolucionario.”

“En el seno de las Fuerzas Armadas la situación es grave, muy grave. No sólo por la purga y la politización, sino también por los planes de convertirla en una fuerza miliciana y adoctrinada.”

“En materia económica, el gobierno de Chávez ha sido un estrepitoso fracaso.”

¿Quién escribió todo esto? Juan Manuel Santos, en un enjundioso artículo publicado por la revista Diners, hace ya varios años.

¿Lo cito por el ligero desagrado que me inspiraron sus declaraciones de ayer sobre la extradición de Makled? En parte, sí. Aunque reconozco que hay razones poderosas para extraditarlo a Venezuela, relacionadas al bienestar de muchos colombianos que dependen del comercio bilateral, pienso que la decisión, en unos años, será vista como un error.

Mi desagrado, sin embargo, no se debe tanto a la decisión en sí, cuyos méritos reconozco. Se debe más al reconocimiento de esa cualidad camaleónica que tienen muchos políticos, una cualidad a veces inextricable del éxito electoral.

Se debe al reconocimiento de ese virtuosismo para simular y esa facilidad con que, en ciertas situaciones, algunos son capaces de transformarse, adaptarse, mimetizarse con el ambiente.

Se debe al hecho de que el hombre que escribió el artículo de Diners es el mismo de este video:

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