Precios solidarios

Jueves, 11 de agosto de 2011

Hace ya meses, caminando con un amigo por el centro de Caracas, me crucé con un peluquería al aire libre.

Pasando la plaza Bolívar, una cuadra después de la sede de la alcaldía, una señora gordita, cincuentona, que descansaba debajo de un viejo toldo con una sola silla, me preguntó si quería un corte de pelo a buen precio.

Al lado de ella, vi un pedazo de cartón mal cortado donde alguien había escrito con marcador negro, con una letra torpe (y copio textualmente): Barbería socialista. Sin máquina con tijera con precio solidario. Y luego, a modo de firma: ¡Bolivariano y revolucionario!

Mi amigo sonrió, reprimiendo una risa para no ofender a la señora. Luego dijo que a veces se preguntaba si el uso del lenguaje revolucionario era una estrategia de marketing. La vestimenta de la señora buscaba disipar cualquier duda sobre sus preferencias políticas. Llevaba una gorra del PSUV, una camisa blanca con el logo de la alcaldía y unos pantalones rojos que parecían embutidos con calzador en su figura. Pero ¿no podía ser eso una estrategia? ¿Una manera de atraer al público chavista que pulula en los alrededores de la alcaldía?

Mi amigo me contó que un día, cuando comenzaba a llover, una vendedora vestida de rojo de pies a cabeza le había ofrecido en Sabana Grande un paragua rojo “revolucionario.” Cuando le dijo a la vendedora que no era chavista ella sacó otro paragua azul y le dijo que también tenía paraguas capitalistas.

-Aquí tenemos pa’ todos los gustos, mi amor. Pa’ escuálidos, pa’ chavistas y hasta pa’ independientes.

-Es lo mismo -me dijo mi amigo-. La vendedora y la peluquera tienen un denominador común: la necesidad. Y la ideología se subordina a esa necesidad. La ideología pura es un lujo para gente más rica. La mayoría de los pobres están demasiado abrumados con la vida como para pararle demasiado a eso. O para ser demasiado rígidos con sus convicciones políticas. Lo intereses económicos tumban los ideológicos. ¿No te fijaste que el precio “solidario” era el mismo que en cualquier peluquería en Sabana Grande, donde al menos hay aire acondicionado? Para mí el chavismo duro significa gente que siempre va a votar por Chávez. Pero, con Chávez fuera del juego, estos chavistas migran fácil a otros candidatos, independientemente de su ideología.

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