La oposición va bien

Martes, 27 de abril de 2010

La oposición en Venezuela alcanzó una gran meta con la escogencia de candidatos unitarios para todos los curules de la Asamblea Nacional.

Quienes no reconocen la hazaña ignoran que en el lodazal de la política -donde las ideas y propuestas chocan con una urdimbre de ambiciones contradictorias, pequeños intereses, costos de implementación y reclamos legítimos e ilegítimos- no siempre se alcanza lo mejor, sino lo mejor bajo las circunstancias en las que se opera.

Es decir, el éxito no se debe juzgar desde la esfera abstacta de las ideas perfectas y las soluciones ideales, sino mucho más abajo, donde la realidad ensucia y limita estas ideas.

¿Fue el proceso unitario perfecto? Claro que no. El sistema mixto para escoger candidatos (una combinación de primarias y acuerdos) era inherentemente defectuoso, ya que era inevitable que algunos líderes de base, o con arrastre popular, fueran desplazados en las negociaciones por líderes con menor mérito pero mejores conexiones.

Pero ese sistema mixto fue aprobado por todos los principales partidos y fuerzas políticas, con un argumento, por lo demás, nada desdeñable: el alto costo de cada primaria.

Para mí el centro del debate residía allí, en el costo, y la falta de ambos lados de la discusión de dar información más detallada sobre este punto explica porqué no hubo resolución.

En todo caso, de algo podemos estar seguros: si algo no le sobra a la oposición es dinero, razón por la cual, en balance, me parece loable el acuerdo unitario anunciado el fin de semana.

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