Cuidar lo ya logrado

Miércoles, 28 de abril de 2010

En noviembre del año pasado la Mesa Unitaria aprobó un reglamento que estableció que los candidatos por listas de los estados serían distribuidos entre los diferentes partidos de oposición, de acorde a la votación obtenida por cada partido en las elecciones de noviembre de 2008.

 
Guste o no guste, esta regla es una pieza clave del acuerdo anunciado el fin de semana por la MUD. Las candidaturas unitarias para la Asamblea Nacional se alcanzaron gracias a que todas las partes respetaron esta norma aprobada por la Mesa Unitaria.
 
Obviamente, la regla tiene sus problemas. Yon Goicoechea, por ejemplo, fue desplazado por Alfonso Marquina como aspirante al circuito de los Altos Mirandinos. De haberse realizado primarias en ese circuito, es posible que el ex líder estudiantil hubiese derrotado a Marquina. Pero si Goicoechea y otros decidían a última hora desestimar el acuerdo de cuotas por partidos se corría el riesgo de descarrilar un proceso unitario que, como ahora sabemos, ya iba bien encaminado.
 
Goicoechea se dio cuenta de esto y rectificó, decisión encomendable.
 
Leopoldo López propuso el lunes a Carlos Vecchio, que perdió las primarias contra María Corina Machado, como suplente de Iván Simonovis. Su argumento es que Vecchio tiene un arrastre popular mucho mayor al del actual suplente. “No es posible que se ponga por delante la decisión de un grupo de 10 personas sobre casi 41 mil personas,” afirmó.
 
El problema es que, si se decide “acomodar” a Vecchio en base a la votación que obtuvo en la primarias, otros perdedores de primarias podrían exigir lo mismo, desbaratando el acuerdo ya armado. Quizá no todos los perdedores podrían jactarse de contar con el apoyo 41 mil personas, pero sí con lo suficiente como para que el argumento de López siga siendo válido.
  
Los argumentos que viene haciendo Leopoldo desde hace meses a favor de las primarias tienen cuerpo, pero es difícil entender algunas de sus más recientes e imprácticas posturas.
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