Formando ciudadanos

Viernes, 19 de febrero de 2010

democracia-mafalda12Un venezolano puede decir que apoya la democracia, pero eso no quiere decir que su manera de relacionarse con el poder es genuinamente democrática (ver Subordinados al poder).

Tampoco quiere decir que ese apoyo equivale a un verdadero entendimiento de lo que es la democracia.

Esto explica la aparente contradicción entre la alta popularidad de Hugo Chávez y el altísimo apoyo que, según varias encuestas regionales, recibe la democracia en Venezuela.

En un artículo en el blog de Americas Quarterly, Esteban Bullrich revela unos datos interesantes sobre este tema:

  • Sólo 27 por ciento de los latinoamericanos discuten sobre política con sus amigos; y sólo 17 por ciento debate sobre ideologías.
  • Uno de cada tres latinoamericanos es incapaz de definir los beneficios del sistema democrático versus los de otras formas de gobierno.
  • Un poco menos de la mitad de los jóvenes mexicanos entienden que la democracia requiere de la elección popular de funcionarios. Un porcentaje igualmente bajo reconoce la función importante que ejercen la Constitución, las elecciones, los partidos políticos y el Congreso en la democracia.

Estos datos concuerdan con otros que le he escuchado a Marta Lagos, directora de Latinobarómetro. Si mal no recuerdo, una vez me comentó que alrededor del 60 por ciento de los nicaragüenses no entienden el concepto de separación de poderes.

El peligro es obvio: la falta de conocimiento sobre la democracia aumenta el riesgo de involución autoritaria.

¿Qué hacer?

Bullrich dice que las democracias avanzadas tienen que ayudar a arraigar la cultura democrática. Menciona un programa conjunto entre USAID, el Centro de Educación Cívica de Estados Unidos y líderes de varios países latinoamericanos, llamado Civitas Latin America, que busca estimular el diálogo e intercambio entre administradores, educadores y estudiantes para mejorar la educación cívica.

El problema es que participar en programas así en países autoritarios se ha vuelto peligroso. Si no pregúntenle al pobre contratista de DAI que fue arrestado en Cuba por el pecado capital de distribuir laptops. Los hermanos Castro, al parecer, consideran esto “espionaje.”

Pero la esencia del punto de Bullrich es correcta: la educación cívica es esencial para preservar y recuperar la democracia. Y este trabajo de hormiguita debería ser uno de los focos de los partidos y la sociedad civil venezolanos.

Más sobre este tema:

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1 thought on “Formando ciudadanos

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