Jueves, 14 de enero de 2010
Va a ser difícil que la crisis actual en Venezuela -la crisis eléctrica, la devaluación, la creciente inflación, el crimen- no afecten la popularidad del oficialismo este año electoral.
Sin embargo, el presidente Chávez va a hacer todo lo que esté a su alcance para que esta crisis lo afecte lo menos posible. ¿Cómo? En primer lugar, gastando mucho de aquí a las elecciones para atenuar el efecto de la inevitable alza en la inflación (que podría superar el 40 por ciento en 2010). En segundo lugar, transfieriendo la culpa de la crisis a otros actores. En el caso de la crisis eléctrica, culpando a El Niño y a los gobiernos anteriores. En el caso de la inflación, culpando a oligarcas y especuladores, un discurso que tiene el potencial de calar en la población conforme aumente el gasto del gobierno (muchos podrían sacar la conclusión errada de que, mientras Chávez hace todo lo posible para mejorar la situación de los pobres -repartiendo dinero y regalando neveras, lavadoras, etc-, los especuladores tratan de sabotear su gestión).
Un error que hemos cometido en el pasado es subestimar la efectividad de este tipo de discurso. Y, aunque quizá esta vez no funcione, se debe de igual modo hacer lo posible para combatirlo. ¿Cómo? A continuación algunas ideas:
1) Cero limosnas, queremos luz. Desnudar la clara intención electoral del aumento en el gasto. El alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, ya hizo con esto con éxito en las pasadas elecciones regionales, cuando inventó la Misión Agarre. “Agarre su nevera y vote por Ocariz.”
2) Desde Gómez nadie ha gobernado tanto tiempo como Chávez. Buscar frases y argumentos creativos para ridiculizar el hecho de que Chávez, ya con más de diez años gobernando, sigué echándole la culpa de los problemas del país a los gobiernos anteriores. Algunos han señalado que Chávez ya lleva en tiempo dos gobiernos y medios de los de la Cuarta República. Otro han dicho que Chávez ya ha durado un cuarto de lo que duró el puntofijismo. Argumentos como éstos ayudan a desnudar la irracionalidad del discurso chavista.
3) Sólo los ricos sobreviven esta crisis. Enfatizar indirectamente que los pobres son los más afectados por la actual crisis.
4) Enfocarse en la economía. Por una mezcla de motivos, la oposición -y me incluyo en el grupo- no ha logrado convencer a la mayoría de los venezolanos que el gobierno de Chávez es autoritario. El Latinobarómetro 2009 revela claramente que Chávez ha sido tremendamente efectivo convenciendo a un alto porcentaje de los venezolanos de que su gobierno es democrático. Con la actual crisis, no es el momento de enfocar nuestras energías tratando de revertir esta situación.
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