Cero a la izquierda

Viernes, 4 de enero de 2012

¿Alguien se ha dado cuenta cómo el ministro de Defensa casi no es mencionado en el debate y los reportajes sobre la posible transición? En Google Noticias, las últimas menciones datan de hace un mes.

Es cierto que Diego Molero Bellavia parece ser una nulidad, seguramente nombrado ministro por su absoluta lealtad a Chávez/Maduro y porque no tiene un filo indómito. Pero de igual modo es el ministro de Defensa en un momento en el que la FANB podría determinar el destino del país.

En fin, El País de España decidió hace unos días romper el silencio:

Resulta significativo que Chávez, sabedor del trance de salud que enfrentaba, lo haya nombrado [a Molero] para el cargo en octubre pasado. ¿Por qué confiar en Molero en un momento tan delicado? Tal vez por su declarada convicción socialista. Según algunas fuentes, el nombramiento de Molero encontró resistencia en los cuarteles. Se trata de un oficial con escasas credenciales profesionales —ocupó el puesto 53 entre 56 graduados de su promoción— y sin respaldo entre las tropas. Su ascenso tuvo que ver con las encendidas proclamas políticas. La enfermedad de Chávez, no obstante, lo deja en posición de debilidad. De hecho, el presidente apenas alcanzó a juramentarlo el 10 de diciembre, dos meses después de su designación, y a minutos de que Chávez partiera a La Habana para ser operado. De modo que el líder no tuvo oportunidad para legitimarlo entre sus pares, sobre todo del Ejército, que recela de un oficial de la Armada al frente de una cartera clave.

Otro potencial elemento de inestabilidad.

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