Somatizando la discordia

Martes, 7 de diciembre de 2010

A veces es difícil saber si el gobierno de Venezuela está politizando la tragedia de las lluvias para ganar votos o si en Chávez y sus subalternos el discurso de guerra, confrontación y satanización de la oposición es cada vez más parte de su naturaleza. Es difícil saber si ese discurso es calculado o sencillamente su manera de comunicarse y relacionarse con el mundo.

Claro que hay manipulación electorera (electoral y politiquera), como lo demuestra este video en el que Chávez manifiesta una excesiva preocupación porque se sepa en televisión que los damnificados están siendo alojados en Miraflores.

Pero con algunas declaraciones el gobierno ha llegado a un extremo donde el cálculo racional y los instintos animales son a veces difíciles de distinguir.

Ayer, por ejemplo, el ex ministro Ramón Rodríguez Chacín, criticó a la Iglesia por no haber hecho nada durante la tragedia -sin que la Iglesia haya hecho una sola crítica al gobierno por el desastre de las lluvias. ¿Qué posible motivación electoral o política puede tener esta declaración? ¿Qué le cuesta al ex ministro ahorrarse este ataque que, si algo, tiene un efecto electoral negativo para el gobierno?

Lo mismo se puede apreciar en otro video. Acorralado por los reclamos de una pobre mujer, el presidente Chávez, sin saber cómo responder, le echa la culpa al latifundio.

Esta no parece ser una respuesta calculada sino un simple reflejo. Así como uno reacciona temblando cuando hace frío, Chávez reacciona a la critica y la adversidad atacando a la oposición y el capitalismo.

Eso sí: cuando puede.

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