Se disuelven las fronteras

Jueves, 16 de abril de 2012

El ambiente se está enrareciendo. A veces, leyendo la prensa, siento que, cada vez, estamos más cerca de un final que no termina de llegar; o que con tanta locura y desmadre tiene que pasar algo, que esto no puede continuar así, indefinidamente.

Y entonces recuerdo a Santa Evita, la estupenda novela de Tomás Eloy Martínez donde el autor hábilmente ofusca las fronteras entre realidad, paranoia, deseo y locura.

Fíjense en esto que, según Hernán Lugo Galicia, dijo en una reunión a puertas cerradas el gobernador de Portuguesa y coordinador de la comisión de planificación y evaluación del comando de campaña de Chávez, Wilmar Castro Soteldo:

La tarea nuestra es garantizar el menor costo (esfuerzo) al líder. Hasta ahora la respuesta nuestra ha sido reactiva, sin armas estratégicas para enfrentar la campaña mediática de que estamos en presencia de un “Estado fallido” y de un “narcoestado.” Por eso vemos las muertes selectivas, por ejemplo, de Jesús Aguilarte y del general Moreno. No se puede descartar que asesinen a Eladio Aponte Aponte y que tapen la muerte de Aguilarte y de Moreno. Este señor (Aponte Aponte) sabe cosas y puede decirlas.

¿De verdad piensa Castro Soteldo que la oposición mató a Moreno y Aguilarte y utiliza una estrategia de asesinatos selectivos? ¿De verdad piensa que la oposición va a asesinar a Aponte Aponte? Y, si no,  ¿por qué lo dice en una reunión a puertas cerradas del comando? ¿Pretende engañar a sus propios colegas para espolear la campaña? Castro Soteldo parece tener acceso a información privilegiada porque dice conocer los nombres de los miembros del comando antigolpe, según él un “secreto de Estado” que por razones de seguridad no puede revelar.

Pero en otros aspectos parece desconectado de la realidad.

El narrador de Santa Evita:

El terror que flota en el aire es el terror a Ella [Evita], que desde el fondo inmortal de la historia arrastra los peores residuos de la barbarie. Evita es el regreso a la horda, es el instinto antropófago de la especie, es la bestia iletrada que irrumpe, ciega, en la cristalería de la belleza.

email

Share