Más allá del ventajismo

Lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Quiere tener una idea de la magnitud del ventajismo del gobierno en las elecciones de 2012?

Nada da una mejor idea de la desventaja de recursos que confronta la oposición en las elecciones presidenciales del próximo año que revisar la Ley del Presupuesto 2012, aprobada hace poco por la Asamblea Nacional.

El monto del presupuesto asciende a casi 300 mil millones de bolívares fuertes, más o menos 70 mil millones de dólares.

Pero este número no dice mucho, porque el gobierno siempre gasta mucho más con los créditos adicionales. Desde octubre de 2010 al 15 de noviembre de este año se han otorgado créditos adicionales por casi 160 mil millones, un 76 por ciento del presupuesto inicialmente aprobado.

Ahora bien, el gobierno formula el presupuesto calculando el preció del barril de petróleo entre 40 y 50 dólares. Como el precio real del barril es mucho mayor el excedente es significativo. Y parte de este excedente va a fondos cuasifiscales como Fonden, el Fondo Chino, Fondespa y el Fondo Súbito, donde no hay fiscalización de ningún tipo ni transparencia. En teoría, ese dinero de los fondos puede ser utilizado sin que nadie lo advierta para la campaña electoral de 2012 o para cualquier estrategia populista para ganar votos.

Si el ventajismo en recursos pudiese encasillarse dentro de ese excedente, la situación sería sumamente injusta.

Pero es mil veces peor porque en Venezuela, cómo en cualquier país con un gobierno autoritario, el ventajismo está también dentro del presupuesto.

Los programas sociales en Venezuela, por ejemplo, se han fundido completamente con las campañas electorales del gobierno. A estos programas, en los últimos años, se les ha asignado más o menos 20 mil millones anuales (en 2012 este gasto asciende a 27 mil millones).

¿Cuánto dinero, por ejemplo, creen que reunirá Capriles Radonski para su campaña electoral si gana las primarias? ¿Piensan que llega a los mil millones de bolívares fuertes?

Pues bien, esa fue la cantidad que se le asignó al ministerio de Comunicaciones en 2010. Y este dinero, una porciúncula del presupuesto (y del ventajismo electoral total del gobierno), no tiene en Venezuela ninguna diferenciación de la propaganda electoral.

Así hay mil ejemplos dentro del presupuesto (noten, por ejemplo, que el Despacho de la Presidencia tiene un presupuesto mayor al de muchos estados). Y no sólo eso: los mecanismos de fiscalización son tan pobres que la Ley de Presupuesto puede decir que 20 mil millones irán al seguro social y parte de ese dinero termine yendo a la campaña.

La metáfora de Goliat que utiliza Leopoldo López para describir el reto que confrontan los candidatos opositores no le hace justicia a la realidad.

No faltan, sin embargo, los que siguen achacando la popularidad de Chávez principalmente a la incompetencia de la oposición (“es que no tienen propuestas”), delatando una supina ignorancia sobre la magnitud del ventajismo oficial.

Si leyeran los análisis de la Ley de Presupuesto, se darían cuenta que la narrativa es diferente. La historia verdadera no es la incapacidad de la oposición; es que exista una posibilidad de sacar a Chávez en 2012 a pesar del ventajismo.

Cómo ha ocurrido esto es la pregunta interesante.

Más tarde:

  • Más datos interesantes sobre el presupuesto.

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