Malos augurios

Jueves, 5 de enero de 2011

En el Tumblr de Univisión News, Sandro Mairata hizo una lista de las predicciones para América Latina en 2012. Entre las predicciones para Venezuela está la siguiente:

Ever since losing two close allies in North Korea and Lybia (Kim Jong Il and Muammar Gaddafi, both dead in 2011), and with Russia’s Vladimir Putin facing the strongest opposition to his candidacy, Chávez will focus on getting anti-imperialist support from his allies, which as it turns out, is almost everybody around. Cuba’s Fidel Castro, Nicaragua’s Daniel Ortega, Bolivia’s Evo Morales, Argentina’s Cristina Fernández de Kirchner, Peru’s Ollanta Humala, Ecuador’s Rafael Correa, Brazil’s Dilma Rousseff, and Colombian president/new BFF Juan Manuel Santos all have shown Chávez recent support. This is a telling picture of a Latin America strongly opposed to former economic ideologies.

La redacción es confusa pero pareciera ser que Mairata piensa que Chávez ha recibido o recibirá “apoyo antiimperialista” de los países nombrados. Esto es cierto en el caso de Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua (y en menor medida Argentina). Pero ¿de Brasil? La tendencia en la relación Brasil/Estados Unidos durante el última año, si la hay, es positiva; hacia un mayor acercamiento. Hace dos días, por ejemplo, Embraer ganó un contrato de 355 millones de dólares con la Fuerza Aérea norteamericana, algo que The Financial Times describió correctamente como un hito importante en la relación entre ambos países.

En el caso de Humala la gran noticia no es el apoyo antiimperialista que le ha brindado a Chávez, sino cómo, contra todo pronóstico, se ha alejado de él. Y es verdad que Juan Manuel Santos se ha acercado al gobierno venezolano, pero decir que este acercamiento tiene un tufo antiimperialista es tan falso como concluir que Fernández de Kirchner es antichavista por su “cercana relación” con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.

Por otro lado están Chile y México, dos países cuyo peso económico regional no es siquiera comparable al peso de pigmeos como Cuba, Bolivia o Nicaragua. Tanto Chile como México están más cerca de Estados Unidos que de Venezuela.

A nivel regional Chávez ha logrado convertir en un tema tabú la erosión de la democracia en países como Nicaragua, Venezuela y Bolivia, un logro nada desdeñable. Pero su influencia regional está en declive, en parte porque el modelo venezolano es un desastre y en parte porque Chávez ya no puede invertir tanto como antes en petrodiplomacia. Exceptuando la reelección de Ortega, en las últimas trece elecciones en América Latina no ha ganado la presidencia ni un sólo candidato que, como Morales o Correa, se coloque firmemente en el bando de Chávez.

Mi predicción es que esta tendencia no cambiará significativamente en 2012. Por las razones ya explicadas y porque Chávez concentrará su atención y recursos en las elecciones del próximo octubre.

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