Miércoles, 15 de agosto de 2012
Llegué tarde a este reportaje de Siete Días que ilustra y detalla el ventajismo y las irregularidades electorales en los estados rurales del país, enfocándose en el Delta y Vargas. Pero igual me gustaría hacer dos observaciones.
En primer lugar, el reportaje resalta, una vez más, que cuando no hay testigos el oficialismo se roba los votos. Y no sólo eso: a veces no hace sólo falta testigos, sino testigos que no se dejen fácilmente intimidar, un obstáculo quizá fácil de esquivar en Caracas, pero no en zonas rurales donde la dependencia de la población al gobierno es extrema.
En segundo lugar, el ventajismo electoral es una masa proteica que tiene muchas formas, y una de ella es la movilización del voto el día de las elecciones. El gobierno tiene mucho dinero no sólo para chantajear donde tiene espacio para hacerlo (votos a cambio de dinero en efectivo o bolsas de comida o electrodomésticos, por ejemplo), también para llevar seguidores a votar y tener una red nacional de gente remunerada encargada de llevar a cabo esta labor.
(Esto recuerda, por cierto, cuán importante fueron los avances de la oposición en las elecciones regionales de 2008; donde somos gobierno es mucho más fácil competir, movilizar el voto y frenar los abusos del gobierno).
Pero, en fin, vean esto:
La gasolina para movilizar las embarcaciones es imprescindible en el Bajo Delta. En una jornada electoral es un insumo estratégico porque sin él no pueden movilizar a los votantes. El responsable de la maquinaria del PSUV en Antonio Díaz lo admite: “Es lo más importante. En el Comando Carabobo nos abastecemos de todo y no nos pueden acusar de acaparamiento. Para el 7 de octubre, en Curiapo necesitaremos 10.000 litros de gasolina y tenemos 3 embarcaciones para hacer la gira política”.
Ervis Arbeláez, secretario de la MUD en Delta Amacuro, resume: “Los votos del Bajo Delta son los más caros del país”.
Y se refiere al elevado costo del traslado de votantes, asociado al precio de la gasolina que se requiere para las embarcaciones. Un tambor de 200 litros puede costar hasta 1 millón de bolívares, asegura Arbeláez.
“Nos impiden abastecernos de combustible. Se confabulan la FAN, el CNE y la Fiscalía con el PSUV. Tienen todo el poder y los recursos. El ventajismo es escandaloso y ha persistido impunemente. El oficialismo contrata lanchas que no utiliza, para que la oposición no las pueda contratar”, dice Nelson, dirigente de MIN Unidad.
Por cierto, no mienten quienes recuerdan que los adecos y copeyanos utilizaban algunas de estas técnicas.
Pero, si estas cosas existían antes, ahora se han repotenciado y multiplicado por mil gracias al mayor boom petrolero de la historia.
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