Hacer portón

Martes, 3 de abril de 2012

-Cuando ven un movimiento de tierra o cualquier señal de que se va a construir algo en un terreno se instalan en la puerta para tomar posesión del terreno y esperar a los contratistas para hacer sus exigencias. Eso es lo que llaman en Venezuela “hacer portón.”

Esto me lo dice en su oficina un alto ejecutivo de una importante empresa venezolana que tanto en su trabajo actual como en el resto de su carrera profesional ha tenido que viajar por todo el país para expandir operaciones y abrir nuevos locales y tiendas.

-¿Y a qué te refieres con “tomar posesión”?

-Bueno, que los sindicatos se pelean entre ellos por tomar posesión del terreno. Y digo “se pelean” por decir algo porque a veces literalmente se matan. Pero, por lo que veo, tienen sus reglas. Creo que el que llega primero se gana el derecho al terreno. Esto quiere decir que se ganan el derecho a negociar con los contratistas.

-¿Y qué negocian?

-Negociar es un decir. Le exigen al contratista que les enseñe el contrato de construcciòn y luego le cobran un porcentaje de lo que el contratista está cobrando. A veces también le exigen que contrate a obreros del sindicato. Y, si el contratista no cumple, son capaces de matarlo. Son mafias.

-¿Y cuánto cobran?

-Varía mucho. Pero la “comisión” es siempre alta. A veces los contratistas nos piden separar la mano de obra de los materiales en los contratos para que la comisión a los sindicatos sea menor.

-¿Y ustedes no negocian con los sindicatos?

-No. Nosotros pagamos a los contratistas para que se ocupen de la construcción y ellos son los que tienen que lidiar con los sindicatos. Pero, obviamente, el problema nos afecta a nosotros porque muchas veces los sindicatos cobran demasiado y el contratista nos dice que por el dinero que le están cobrando los sindicatos va a tener que cobrarnos más.

-¿Y las alcaldías y las gobernaciones? ¿No hacen nada para frenar este abuso?

-No se meten. Tienen miedo de meterse. No exagero cuando te digo que los sindicatos son como mafias. Hasta las autoridades le tienen miedo. Te lo digo, los sindicatos no responden a ninguna autoridad, a ninguna ley. Operan en un mundo autónomo. Es como el lejano oeste.

-¿Y esto ocurre en todas partes?

-En toditos los estados del país.

-¿Y siempre aparecen? ¿Siempre se dan cuenta cuando hay un movimiento de tierra considerable?

-Siempre, siempre, aparecen. Rara vez pasa que no llegan. Uno casi nunca se salva.

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