El elusivo enemigo

Miércoles, 4 de enero de 2011

Para Chávez el origen de la inflación es fundamentalmente la especulación capitalista y, así exista la especulación en Venezuela, todo economista serio sabe que el problema es más complejo y está vinculado más a otros factores interrelacionados -aumento de liquidez, controles, escasa producción, dependencia a las importaciones, etc- que a la especulación en el sector privado.

Pero lo peor es que, así aceptemos el argumento de Chávez, el gobierno tiene que admitir que ha fracasado estrepitosamente en su lucha contra la especulación.

De hecho, el tiempo en Venezuela parece ir en círculos. Los titulares de hoy del gobierno culpando a los especuladores son iguales a los de 2010 y los de 2010 son iguales a los de 2009 y los de 2009 seguramente serán iguales a los de marzo, junio y septiembre de 2012. (Barclays Capital y otros analistas calculan que la inflación podría superar el 35 por ciento este año, probablemente convirtiéndonos en el país con la más alta inflación del mundo -el título ahora se lo lleva Etiopía).

Lo extraordinario no es tanto que al gobierno le cueste aceptar que lleva años atacando el problema por donde no debe. Lo extraordinario es que nunca reconozca su fracaso en la lucha contra los especuladores, como si gozara de tiempo ilimitado para vencerlos o como si aboliera el pasado con cada declaración de guerra. Para el gobierno la batalla contra la inflación pareciera comenzar desde cero, cada día.

Que el gobierno no pague un altísimo precio por este ejercicio de sinrazón es una prueba más de nuestra bizarra normalidad.

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