El debate de las primarias

Martes, 1 de febrero de 2011

Sería bueno que en 2012 se celebraran sólo elecciones presidenciales. La celebración de elecciones presidenciales y regionales complica seriamente los retos ya de por sí abrumadores que confronta la oposición. Es cierto que seleccionar mediante primarias un candidato único para la presidencia es una tarea relativamente fácil. Pero también es cierto que, una vez escogido, ese candidato tiene que confrontar al aparato entero del Estado. Derrotar a esa poderosa maquinaria del Estado-PSUV-Gobierno, aceitada con millones de petrodólares, es un reto enorme.

Si por encima de eso, ponemos la selección y las campañas de candidatos unitarios a alcaldes y gobernadores, que posiblemente resulte en una atomización de recursos (aunque no necesariamente de esfuerzos), el asunto se complica todavía más.

Por eso es indispensable iniciar desde ya el debate sobre las primarias. Y en este debate el asunto del dinero es clave. En un mundo perfecto, con recursos y energías ilimitados, yo apoyaría sin la menor duda las primarias para cada uno de los cargos (no sólo los más problemáticos). Pero, desafortunadamente, no vivimos en un mundo perfecto. La oposición no tiene recursos y por eso es tan difícil decidir a favor o en contra de las primarias.

En este debate, pues, se debe hacer un esfuerzo enorme para detallar cómo se va a hacer con el asunto del dinero. Y no se debe enmarcar el debate como un pelea entre las fuerzas que quieren más democracia y las fuerzas que prefieren el dedo de la MUD.

Porque, en este caso, preferir más democracia a través de la celebración de primarias para cada cargo podría significar menos recursos para recuperar la democracia en el país.

El debate, pues, debe comenzar.

Próximamente:

  • Ensayo sobre La rebelión de los náufragos de Mirtha Rivero.
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