Jueves, 19 de agosto de 2010
La medida dictada por el Poder Judicial contra El Nacional, que prohibe temporalmente al diario publicar cualquier tipo de información sobre la violencia que azota al país, así como la prohibición contra el resto de los medios impresos de publicar imágenes sobre el crimen durante un mes, son claramente un atentado contra la libertad de expresión.
Pero también representan una oportunidad de oro para afinar la estrategia mediática de la Alternativa Democrática.
Con esta medida -y con la risita de Izarra-, el gobierno por fin logró cambiar el tema de conversación. El problema es que este cambio no le conviene porque, según todos lo sondeos, la amplia mayoría de los venezolanos consideran que la violencia es el principal problema del país.
Ya he promovido en este espacio la idea de que, en la campaña electoral, la oposición se concentre en dos o tres mensajes. También he aplaudido la labor de la Alternativa Democrática porque, por primera vez, no ha dejado que Chávez dicte el tema de conversación.
Pero, viendo las encuestas, no entiendo porqué la violencia no ha sido, como Pudreval, uno de los dos o tres focos de la campaña.
Ahora Chávez nos sirvió la oportunidad en bandeja de plata.
Lo único que hay que hacer es no desperdiciarla.
PD: Voluntad Popular -que ha desempeñado un papel importante en esta campaña- captó más rápido que nadie esta oportunidad y ya parece tener una estrategia para no soltar el tema. El resto de los partidos (o “movimientos”) no debe quedarse atrás.
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