Martes, 12 de febrero de 2013
¿Quién lo iba a pensar? Resulta que en su visión de la lucha antinarcóticos Cuba está a la derecha de Uribe, Calderón y el ala más radical del partido Republicano de Estados Unidos.
En una columna en El País, Jorge Casteñéda cita una declaración de Raúl Castro en la más reciente cumbre de la CELAC:
Vamos a combatir la droga, que nos está empezando a amenazar, a sangre y fuego… ahí tienen el ejemplo de varios países hermanos del continente, y por lo tanto, esta batalla tiene que ser a sangre y fuego… Nuestras leyes permiten la pena de muerte, está suspendida, pero está de reserva, porque una vez la suspendimos y lo único que hicimos con ello fue estimular las agresiones y los sabotajes contra nuestro país a lo largo de estos 50 años… Por eso, en Cuba, no hay drogas, ni las habrá.
Como el resto de nosotros, Raúl Castro pareciera pensar que la estrategia contra las drogas de Estados Unidos ha sido una gran equivocación.
Pero no por su carácter punitivo y prohibicionista, sino porque no ha sido lo suficientemente punitiva y prohibicionista.
¿Dónde está Mark Weisbrot, WOLA, COHA y el ejército internacional de PSF cuando uno más los necesita?
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