Sábado, 13 de octubre de 2012
Juan Nagel publicó una reflexión en su blog, con puntos que merecen ser debatidos.
Básicamente dice que tenemos que constituirnos como verdadera oposición en vez de pretender ser una opción de chavismo lite que, según explica, encarnó Capriles en la campaña.
Más allá de este debate, que es válido (y luego opinaré al respecto), creo que Juan comete una grave, grave equivocación desestimando la importancia de las elecciones regionales.
Ok, supongamos que la oposición asume todas las recomendaciones de Juan. ¿Y luego qué? ¿Qué va a hacer para poco a poco ir conquistando almas y espacios con este nuevo mensaje y nuevas voces? ¿No son las gobernaciones y alcaldías una poderosísima herramienta para proyectarnos como esa “verdadera alternativa” que Juan promueve? ¿Ganamos algo cediendo estos espacios o permitiendo al gobierno que fácilmente los suprima? Como dice Fernando Rodríguez, las gobernaciones y alcaldías “son de las pocas barreras reales” con que podemos frenar lo vocación totalitaria del régimen.
Está bien que Juan pida que la oposición abandone cualquier clase de coqueteo con el chavismo lite.
Pero tiene que enmarcar esto en la lucha, hoy más vigente que nunca, para preservar y ganar espacios en las estructuras de poder.
De lo contrario, el nuevo mensaje que Juan promueve no se va a escuchar en ninguna parte.
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