¿Insoportable levedad?

Lunes, 2 de mayo de 2011

Naveen Selvadurai y Dennis Crowley

Hace uno o dos meses vi en CNN Restoring the American Dream, un documental de Fareed Zakaria.

En el documental Zakaria entrevista a Dennis Crowley and Naveen Selvadurai, los dos fundadores de Foursquare, un start-up tipo Facebook que nació hace dos años y ya está valorada en 250 mil millones de dólares.

Zakaria: Si el presidente de Estados Unidos o el secretario del tesoro los llama y le dice, necesitamos promover el espíritu empresarial en Estados Unidos, necesitamos mayor innovación, necesitamos esta tecnología particular, ¿qué debemos hacer para promover esto, este tipo de compañías?

Naveen Selvadurai: Creo que la respuesta se divide en dos partes. Una es educar a los jóvenes, sobre este tipo de camino profesional, que uno puede tratar de fundar una compañía. Y que si fracasas puedes simplemente comenzar otra vez. O si fracasas, el trabajo más estable está disponible para rescatarte y llevarte al lugar donde hubieses estado si no te hubieses dedicado a tu propio proyecto.

Zakaria: Esto a mí me parece crucial. En Estados Unidos el fracaso parece no tener un costo social real o un estigma. La gente no lo ve mal.

Selvadurai: Estoy totalmente de acuerdo. Yo creo que la noción del fracaso en Estados Unidos es diferente a la noción del fracaso en muchos otros países, incluso en Europa, por ejemplo. Hace poco viajé a Italia y mucha gente me preguntó cómo en Estados Unidos se fundan compañías con tanta facilidad.

Y en Japón, también, donde hay muchos ingenieros muy inteligentes y gente brillante trabajando en muchos proyectos interesantes. Pero ellos no tienen este deseo de irse por su cuenta y fundar un start-up porque hay este estigma de que si fracasas todo el mundo te va a ver mal o tu familia se va a avergonzar de ti, etc.

Zakaria: ¿Y qué pasas si fracasas aquí en Estados Unidos?

Crowley: Simplemente te levantas y lo intentas de nuevo, ¿no?

No puedo sino admirar la ligereza o levedad de esta respuesta, de esta actitud. Crowley lo hace sonar como si fundar una compañía, fracasar y volver a comenzar es tan inconsecuente, tan sin importancia, tan parte de la vida, como caerse de la bicicleta y luego levantarse y montarse otra vez.

En otros países la palabra “fracaso” tiene el peso o la carga existencial de palabras como “moral,” “traición,” “religión” o “muerte.” Pero en Silicon Valley pareciera pesar tan poco como “helado,” “sábado” o “cerezo.”

Próximamente:

  • Ensayo sobre las elecciones en Perú.
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