Lunes, 19 de abril de 2010
Hace un tiempo escribí una reseña de El silencio y el escorpión, un reportaje de Brian A. Nelson sobre el golpe del 11 de abril de 2002 en Venezuela. Le envié la reseña al autor y desde entonces intercambiamos de vez en cuando correos electrónicos.
En su última carta Brian me envió un material muy interesante que, según él, “prueba no sólo que el 11 de abril los pistoleros chavistas iniciaron la violencia que desembocó en el golpe, también que el gobierno mandó a los Círculos Bolivarianos a la avenida Baralt y ordenó a la Guardia Nacional -que estaba en las calles aledañas observando silenciosamente la violencia- no tocar a los pistoleros chavistas.”
Me complace ayudarlo a divulgar en español este material que sirve de apéndice a su libro:
LA COMPLICIDAD DE LA GUARDIA NACIONAL
La Guardia Nacional no hizo nada para detener la violencia en la avenida Baralt.
Brian A. Nelson
Una de la revelaciones más inquietantes de mi investigación fue descubrir que un contingente importante de la Guardia Nacional (leal a Chávez) estaba presente en la avenida Baralt (donde hubo el mayor número de muertos), pero no hizo nada para poner fin a la violencia. La GN atestiguó un tiroteo de cuatro horas que dejó un saldo de 11 muertos y más de cien heridos, pero no hizo nada. Los soldados de la GN no ayudaron a la Policía Metropolitana, ni trataron de controlar a los pistoleros chavistas que frecuentemente disparaban muy cerca de donde se encontraban ellos.
En el mapa se puede ver la curiosa manera como la GN fue desplegada el 11 de abril. En vez de formar un barrera que impidiera en cada calle y avenida el paso de la marcha, la GN no bloqueó la avenida Baralt sino las calles aledañas. De ese modo se encauzó la marcha hacia los Círculos Bolivarianos (grupos armados chavistas) que estaban en la Baralt. Testigos opositores y antichavistas me dijeron que trataron de refugiarse en estas calles para escapar el tiroteo, pero lo GN se los impidió.
¿Qué explica el comportamiento de la GN?
Cuando entrevisté por primera vez a Mike Merhi (padre de una de las víctimas), me dijo que la violencia fue parte de un plan premeditado del gobierno; que el gobierno encauzó la marcha de la oposición hacia los Círculos Bolivarianos con la expresa intención de matar. Merhi asegura que la intención era dar una lección a la oposición; cerciorarse de que más nunca marcharan hacia Miraflores. Yo no estoy seguro si la verdadera intención fue “enseñar una lección a la oposición,” pero existen muchas pruebas de que el gobierno utilizó intencionalmente a los Círculos Bolivarianos para bloquear la marcha en esta avenida y que la Guardia Nacional recibió ordenes de no intervenir en la confrontación.
Consideren estos detalles:
1. El 7 de abril (cuatro días antes de los sucesos) Chávez y sus asesores discutieron la posibilidad de utilizar los Círculos Bolivarianos en conjunto con la Guardia Nacional para defender el palacio presidencial en el caso de que hubiese una marcha. Tres personas que participaron en esta reunión -los generales Rosendo, Vásquez Velasco y Usón- me confirmaron esta información.
Después de la reunión los Círculos Bolivarianos en efecto iniciaron una “vigilia” de 24 horas en los alrededores del palacio. Varios seguidores del presidente me hablaron de esta vigilia, registrada, por lo demás, en muchos medios pro-gobierno. (Véase Francia, Nestor, Puente Llaguno: Hablan las víctimas, Publicaciones Monfort, Venezuela, 2002, p. 63-64, 92).
2. Cuando la marcha opositora se acercaba al palacio, funcionarios de gobierno le dijeron a los seguidores de Chávez congregados en los alrededores del palacio que debían estar dispuestos a derramar sangre para frenar la marcha. Gritaban “¡No dejen que pasen!” Este llamado fue incluso hecho en la televisora estatal VTV por funcionarios oficiales como Juan Barreto.
3. Según apuntan los periodistas venezolanos Sandra La Fuente y Alfredo Meza en su libro El acertijo de abril, se repartieron pistolas cerca de Puente Llaguno cuando la marcha se acercaba a Miraflores. “No todos las aceptaron,” señalan. Otros seguidores de Chávez se armaron con palos, cuchillos, bates de beisbol y rifles. Como se ve en las fotografías, muchos se pintaron -como en la guerra- rayas rojas en el rostro.
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Probablemente nunca se sepa exactamente qué órdenes recibió la GN, ni tampoco qué órdenes recibieron los Círculos Bolivarianos. Sin embargo, está bastante claro que se crearon las condiciones propicias para la violencia que estalló ese día. Si se entrena y se arma a grupos pro-gobierno, se les dice que defiendan al presidente, y se les envía a una avenida específica para bloquear la marcha, es bastante probable que se valgan de cualquier medio para alcanzar ese objetivo, lo cual hicieron.
Todo esto explica la violencia del 11 de abril y porqué el gobierno de Venezuela se niega a impugnar a los pistoleros y a los soldados de la GN….porque ellos simplemente obedecían órdenes. También explica porqué el gobierno de Chávez no ha dejado que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigue los sucesos de ese día.
Abajo una serie de imágenes que muestran a la Guardia Nacional desplegada en las calles aledañas a la avenida Baralt sin hacer nada para poner fin a la confrontación:
Más sobre este tema:
- Versión original de este artículo en la página web de Brian A. Nelson (donde se pueden ver las fotografías con una alta resolución).
- Reseña de El silencio y el escorpión.
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