Jueves, 25 de marzo de 2010
Recomiendo por su equilibrio, claridad y compás moral el testimonio en el Congreso estadounidense de Kevin Casas-Zamora, ex vicepresidente de Costa Rica bajo Oscar Arias y ahora investigador de Brookings Institution en Washington.
En su testimonio Casas-Zamora critica a Zelaya por su actitud errática y por su cuota significativa de responsabilidad en los sucesos que llevaron al golpe, pero no deja que sus críticas al ex presidente nublen su visión a lo hora de juzgar las violaciones a los derechos humanos del gobierno de Micheletti.
También felicita al nuevo presidente de Honduras por tomar varios pasos importantes para superar la crisis (como impulsar la aprobación de una amnistía en el Congreso), pero critica su sospechosa ambivalencia en torno al mandato de la Comisión de la Verdad (modifiqué el extracto para resumirlo):
El gobierno de Lobo ha sido ambivalente en torno al mandato de la Comisión de la Verdad; no ha sido claro sobre si se deben investigar los abusos a los derechos humanos cometidos después de los eventos del 28 de junio de 2009. La CIDH y muchas otras organizaciones defensoras de los derechos humanos han documentado y denunciado estas graves violaciones…No hay justificación alguna para dejarlas fuera del mandato de la comisión. Ya es de por sí grave que algunos de estos abusos podrían no ser catigados porque podrían ser arrimados bajo la figura de “abuso de autoridad” que abarca la amnistía aprobada por el Congreso hondureño. Pero a los sumo se debe arrojar luz sobre estas violaciones y los culpables de estas violaciones.
Para presionar al gobierno hondureño, Casas-Zamora propone una idea interesante:
La negociación de un acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Honduras debe ser visto como una oportunidad. Como ya dije, de estas negociaciones depende el acceso de Honduras al crédito internacional que el país necesita urgentemente para reactivar su economía. Este es un valioso mecanismo de presión que tiene la comunidad internacional para influir en el establecimiento del mandato de la Comisión de la Verdad.
Pueden leer aquí la versión original.
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