Viernes, 10 de agosto de 2012
Algo faltaba en esta campaña. No sabía qué, pero llevaba días sintiendo que algo que se suponía que debía pasar no había pasado.
Alas, el plan de magnicidio que siempre surge, casualmente, dos o tres meses antes de unas elecciones. El sujeto sospechoso, usualmente vinculado a Colombia, los paramilitares, el exilio en Miami, Posada Carriles o el imperio, que llega al país con la intención de asesinar al presidente.
Esta vez, reveló ayer Chávez, se trata de un gringo “de origen latino” y “pinta de mercenario” que pretendía entrar al país “ilegalmente” por la frontera colombiana.
La vez pasada, en las elecciones parlamentarias de 2010, fue Chávez Abarca, el personajillo de opereta que supuestamente capturaron entrando a Venezuela (también) dos meses antes de las elecciones con la intención de matar a Chacumbele. El episodio difícilmente pudo ser más burdo y grotesco. A Chávez Abarca incluso ¡lo hicieron actuar! en un reportaje/documental venezolano-cubano planificando uno de sus atentados. Como comentó entonces mi hermano Alfredo, ¿se imaginan a la CIA capturando a Osama Bin Laden y luego haciéndolo actuar en un reportaje? ¿Paseando por los alrededores de la Torres Gemelas meses antes del ataque mientras, con expresión pensativa, elabora mentalmente su plan para el 11 de septiembre?
Y no olvidemos que el opositor, Alejando Peña Esclusa, estuvo preso por esta olla montada por el gobierno.
¿Qué nos tienen preparados esta vez? ¿Qué va a confesar este nuevo sujeto que supuestamente capturaron en la frontera? ¿Un plan siniestro fraguado por Ileana Ros-Lehtinen, Aznar, la NED y los Poleo para plantar una bomba en Miraflores? ¿Y quién será ahora el testigo estrella? ¿Resucitarán a Giovanny Vásquez? ¿Y qué opositor va a caer preso para tratar de cubrir con una pátina de credibilidad esta nueva comedia?
Si no fuera por esta última pregunta, el asunto sería sólo gracioso.
PD: Tal Cual informa que esta es la décima octava vez que Chávez denuncia un plan de magnicidio.