Jueves, 4 de octubre de 2012
Una idea que ronda por ahí desde hace tiempo es que Chávez no hace nada para combatir la inseguridad y quiere destrozar el aparato productivo con el objetivo forzar un éxodo voluntario de la clases media y alta, que tienden a votar contra él. La clase popular no tiene cómo emigrar, pero los ricos sí.
Hay dos problemas con este argumento.
El primero es que el apoyo que tiene la oposición en la clase popular supera el 40 por ciento, según la última encuesta de Consultores 21.
El segundo es que Chávez, además de haber hecho mucho para tratar de aumentar la producción, ha implementado veinte planes de seguridad.
Por eso Javier Corrales, de Amherst College, dice que son otras las causas del fracaso en la inseguridad:
The first is the government’s belief in the idea that that crime is the result of capitalism, and especially poverty. Because the government likes to claim that capitalism, and especially poverty, are in retreat in Venezuela, it thus cannot accept openly that the crime wave is potent and growing. Hence, the government’s efforts to combat crime have all been low energy.
The second ideological problem is the government’s strong belief in the indispensability and unassailability of the military. The belief in the indispensability of the military means that the government’s only response to crime consists of deploying the coercive side of the state, mostly the national guard, instead of experimenting with a variety of supplementary tools, such as working with neighbors, revamping the court system, collaborating with the private sector, etc
Es decir, el problema no es que Chávez quiere destruir al país para deshacerse de gente que no lo apoya. El problema es que Chávez quiere solucionar los problema pero no sabe o no encuentra cómo hacerlo sin modificar viejas creencias o sin sentir que está poniendo en riesgo su permanencia el poder.
Otra razón para votar por Henrique Capriles el próximo domingo.
Share