En el debate sobre la unidad alcanzada por la oposición han surgido críticas válidas. El sistema acordado para la escogencia de candidatos unitarios fue imperfecto y algunos líderes de base, de indiscutible mérito, quedaron fuera del juego, mientras que otros -sin ningún mérito o ninguna experiencia probada en sus circuitos- fueron incluidos por sus conexiones en los partidos que forjaron la unidad.
Hasta aquí acompaño a los críticos de la Mesa Unitaria.
No los acompaño, sin embargo, en la manera como minimizan el logro impresionante de la MUD, y en las equivalencias o comparaciones que, muy injustamente, hacen algunos entre las prácticas chavistas y el proceso unitario opositor.
Sobre este punto, me gustaría hacer dos observaciones.
1) El año pasado se establecieron unas reglas muy claras para escoger candidatos. Gracias a que más de 30 organizaciones políticas se ciñeron con admirable disciplina a esas reglas -que fueron aprobadas por las principales fuerzas políticas de oposición-, se logró forjar la unidad. El sistema mixto (acuerdos, primarias, cuotas partidistas) no era perfecto y por eso se colaron entre los candidatos políticos sin mucho mérito. Pero se pueden criticar las fallas que provocaron estos accidentes y al mismo tiempo reconocer que el acuerdo alcanzado por la MUD -que abarca a todos los circuitos- es un gran logro.
De lo críticos, pues, me separa un detalle pequeño pero significativo: ellos parecieran ver sólo el espacio para mejoras, mientras que a mí me sorprende que se haya alcanzado el acuerdo. Ellos esperan que la lucha contra el autoritarismo de Chávez purgue a la oposición de mezquindades, egoismos, pequeños intereses y otros defectos, mientras que mí estos defectos, incluso bajo la amenaza totalitaria, me parecen totalmente previsibles: parte inevitable de cualquier negociación tan compleja como la que se requirió para alcanzar el acuerdo opositor.
(El economista Paul Krugman, por cierto, tiene un argumento parecido con la reforma de la salud en EEUU. ¿Ha podido ser mejor? Claro. Pero, segun Krugman, si se toma en cuenta los logros legislativos de los ultimos 30 años en Estados Unidos, la reforma no está nada mal. Todos quisieramos soluciones perfectas, pero en la política frecuentemente tenemos que conformarnos con menos.)
2) Igualar al chavismo con la MUD es poco serio. Es un análisis que no resiste el más superficial escrutinio. Por eso no entiendo porqué a algunos, que ya han hecho críticas muy válidas al proceso unitario, les cuesta tanto pasar la página.
¿Alguien de verdad piensa que, a estas alturas, es posible comenzar de cero, buscar un mejor sistema de escogencia y lograr una mejor selección de candidatos unitarios?
¿Alguien de verdad piensa que, proponiendo excepciones a las reglas que se utilizaron para forjar la unidad, no se pone en riesgo el acuerdo ya alcanzado?
El proceso no fue perfecto. Pero ahora no queda más que aprender las lecciones y avanzar. Hay batallas más importantes que pelear.
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